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sábado, 10 de noviembre de 2018

246 - CLAVEL DEL AIRE - (Ignacio Corsini / Carlos Gardel / Hugo del Carril)

CLAVEL DEL AIRE es un tango que fue estrenado en 1929 cuya letra pertenece al poeta uruguayo Fernán Silva Valdés en tanto que la música es de Juan de Dios Filiberto.

El título alude al nombre común de las plantas del género Tillandsia que tiene más de 650 especies aceptadas Y​ es el más diverso de la familia de las Bromeliaceae y se encuentran en los desiertos, bosques y montañas de Centroamérica, Sudamérica, México y en el sur de EE. UU. en Norteamérica. Los miembros de este género también llamados vulgarmente planta azul crecen enlazadas por las raíces a los árboles. Las raíces les sirven únicamente como sujeción, tomando el agua y los nutrientes literalmente del aire, a través de las hojas.

La letra hace ya desde la primera estrofa "Como el clavel del aire / así era ella igual que una flor", un paralelo entre esa flor y su amada. Silva Valdés, un teórico de la poesía campesina, decía que ésta se había iniciado vinculada a la ganadería y que desde la década de 1920 había pasado a tratar temas situados en la ciudad. "Clavel del aire" fue la única colaboración de ambos autores y quedó como un canto nativista, campero según José Alonso y Trelles, otro poeta del mismo estilo. Así como la poesía gauchesca es una poesía letrada sobre temas del campo, la poesía nativista es poesía letrada relativa a asuntos propios del campo pero en lenguaje letrado. Si bien la corriente nativista no prosperó en el tango, esta obra quedó para la posteridad. En su primer libro nativista Silva Valdés incluyó temas de tango, como el cabaré criollo, Decía Silva Valdés: “Yo quería llevar el tango un paso hacia atrás, hacia los buenos tiempos del tango primitivo criollo”.

Juan de Dios Filiberto retomó en "Flor del aire" la canción porteña que había iniciado con Caminito; se trata de “un tipo de tango muy cantábile con una introducción antes de cada una de las dos partes que alterna un fragmento rítmico y otro con alargadas y expresivas melodías” ​si bien luego no prosiguió esa orientación.

Entre otros registros de esta canción, cabe mencionar los de Patrocinio Díaz acompañado con guitarras y órgano de mayo de 1930, de Ignacio Corsini con guitarras en mayo de 1930 para Odeon, de Carlos Gardel con acompañamiento de guitarras para el sello Odeon en septiembre de 1930, de Hugo del Carril en enero de 1940 para RCA Victor del tenor mexicano Juan Arvizu “el tenor de la voz de seda”, de Tito Guizar que la cantó en un filme en el que actuaba Amanda Ledesma, de Pedro Vargas a duo con Libertad Lamarque, de Roberto Rufino con la orquesta de Armando Pontier del 23 de noviembre de 1961 para CBS-Columbia, de Jorge Durán con la orquesta de Carlos Di Sarli del 6 de junio de 1946 para RCA Victor y de Oscar Serpa con la misma orquesta en 1952 para Music Hall, de Juan D'Arienzo cantando Jorge Valdez, de Hernán Salinas con la orquesta de Carlos García, así como la grabación como instrumental de la orquesta de Florindo Sassone del 16 de agosto de 1962 para Odeon.

Escuchemos las versiones de IGNACIO CORSINI, de CARLOS GARDEL y la de HUGO DEL CARRIL.


Ignacio Corsini




Carlos Gardel




Hugo del Carril

miércoles, 31 de octubre de 2018

240 - BUENOS AIRES - (Carlos Gardel / Aníbal Troilo y Francisco Fiorentino / Hugo del Carril)

BUENOS AIRES es un tango cuya letra pertenece a Manuel Romero en tanto que la música es de Manuel Jovés, que fue estrenado el 22 de febrero de 1923 en la obra En el fango de París, de autoría de Romero, en el Teatro Maipo de Buenos Aires que representaba la compañía Morganti-Mary-Gutiérrez. El tango fue cantado en la obra por Morganti y el mismo año lo grabó Carlos Gardel con acompañamiento de guitarras.

José Mármol en 1843 en su poema A Rosas había llamado a Buenos Aires, la Emperatriz del Plata y Esteban Echeverría en su poema Avellaneda la denominó Reina del Plata en 1849 pero Buenos Aires fue el primer tango en el que esta ciudad, humanizada, es la protagonista principal, no una mención secundaria, y su letra “expresa la verdadera naturaleza del amor que el porteño profesa a su ciudad”.

La crítica de la obra de teatro publicada por El Diario dijo que en ella se cantaba “un tango patriotero” en tanto La Prensa después de narrar que el shimmy y el tango interpretados en la obra fueron muy aplaudidos, afirmaba que “Tal vez sea esa razón suficiente para demostrar el acierto con el que proceden los que dan al público lo que el público quiere, sin preocuparse de lo que ello represente bajo el complejo aspecto de una razón primordial de arte”. Por su parte La Montaña se refirió al “bonito tango Buenos Aires” señalando que fue tan del agrado del público que debió repetirse en tanto Última hora dijo que con el tango “obtuvo un éxito personal Morganti” y anticipó “ha de tener una rápida popularización”.

Después de la grabación para la discográfica Odeon que hiciera Gardel con el acompañamiento de los guitarristas José Ricardo y Guillermo Barbieri en 1923, el cantor realizó otra en 1930 agregando un piano a las guitarras. En 1941 lo grabó Francisco Lomuto con la voz de Jorge Omar para RCA Victor, en diciembre de 1942 lo hizo Aníbal Troilo con la voz de Francisco Fiorentino para RCA Victor y en 1952 volvió a grabarlo, esta vez en TK y con la voz de Jorge Casal. En abril de 1956 lo registró Carlos Di Sarli con la voz de Roberto Florio para RCA Victor.

Otras versiones fueron registradas por Hugo del Carril, Héctor Mauré y Edmundo Rivero y por las orquestas de Francisco Canaro con la voz de Alberto Arenas, Eduardo del Piano con la voz de Héctor de Rosas, Armando Pontier con la voz de Carlos Casado, el Quinteto Real, Donato Racciatti con el cantor Carlos Roldán y Florindo Sassone con la voz de Oscar Macri.

Pero es la primera versión de CARLOS GARDEL, la de 1923, la que les voy a dejar en primer lugar puesto que realmente se trata de una verdadera reliquia. No me perdonaría privarles de que escucharan la soberbia versión de Buenos Aires que realizaran ANIBAL TROILO y FRANCISCO FIORENTINO en 1942 y por último les voy a dejar la interpretación de HUGO DEL CARRIL cuando cantó en Cuba en 1941 y donde primero recita y luego canta este tango.


Carlos Gardel




Anibal Troilo y Francisco Fiorentino




Hugo del Carril


sábado, 20 de octubre de 2018

228 - POBRE GALLO BATARAZ - (Carlos Gardel / Hugo del Carril / Roberto Goyeneche / Caracol Paviotti)

POBRE GALLO BATARAZ es un estilo que se llamó originalmente "El gallo bataraz" y que lleva la música compuesta por el guitarrista José Ricardo, que fuera acompañante del dúo. Gardel y Razzano, no obstante, lo registraron como propio con el título actual. Muchos años después y ya fallecidos ambos, la hija de Ricardo le ganó a los sucesores de Razzano una demanda para que se reconociera la autoría de su padre; aunque aceptó mantener el título que los miembros del dúo le habían puesto al estilo. La letra la había escrito Adolfo Herschel.

El "Zorzal Criollo" mantuvo este tema en su repertorio durante toda su carrera. Durante la fatídica gira de 1935 llegó a Caracas en mayo, actuando en el Teatro Principal. Luego visitó Valencia, Maracaibo, Cabimas y regresó a Caracas para actuar en el Teatro Rialto. Gobernaba entonces los destinos de Venezuela el dictador Juan Vicente Gómez y éste, queriendo escuchar a Gardel, lo invitó a cantar a su residencia de Maracay (a dos horas de Caracas). Carlos, que debía actuar en el Teatro Principal, no tuvo más alternativa (ya que habían ido por él) que salir directamente hacia la casa del anciano mandatario (ese año murió) que lo esperaba con unos cien invitados más. Conociendo Gardel que una de las debilidades del dictador eran las riñas de gallos, le cantó Pobre gallo bataraz. Probablemente a Juan Vicente Gómez no le gustara mucho la canción, porque la letra le decía mucho. Éste sonríe cuando Gardel le canta, y al terminar la actuación el mandatario le da 10.000 bolívares, que Gardel rechazó en un principio pero que al final tuvo que aceptarlos para no ser descortés. Mientras tanto, el empresario del Teatro Principal se vio en tremendas dificultades para explicarle al público el motivo por el cual el zorzal argentino no se había presentado aquella noche.

Vamos a escuchar cuatro versiones de este estilo. La primera, como no puede ser de otra forma, la de CARLOS GARDEL en 1930, acompañado de las guitarras de Barbieri, Aguilar y Rivero, para continuar por una en vivo perteneciente al film estrenado en 1949, "Historia del 900" y que interpreta HUGO DEL CARRIL. La tercera, la de un fuera de serie: el Polaco, ROBERTO GOYENECHE y la cuarta es una versión perteneciente ya a nuestros tiempos y que está provista de una calidad contrastada, como todo lo que interpretó CARACOL PAVIOTTI y que fue realizada en el Festival y Mundial de Tango 2011 junto al dúo "Tango Chino", con quienes grabara su octavo disco en 2010.

Espero que les gusten.


Carlos Gardel




Hugo del Carril




Roberto Goyeneche




Caracol Paviotti


viernes, 5 de octubre de 2018

214 - CUANDO LLORA LA MILONGA - (Hugo del Carril / Ada Falcón y Francisco Canaro / Juan de Dios Filiberto Y Luis Mario

CUANDO LLORA LA MILONGA es un tango que fue compuesto en 1927, cuya música pertenece a Juan de Dios Filiberto en tanto la letra es de María Luisa Carnelli. El tango fue dedicado al director y compositor Francisco Canaro.

Filiberto decía en 1929 que con este tango “quise expresar el dolor del hombre de arrabal que vuelve a su casa sin traer de comer y encuentra a la viejita esperándolo para decirle que los desalojan…” y en 1950 en un reportaje lo consideraba “una rapsodia de temas del suburbio que aspira a expresar lo que acaso sea inexpresable”.
Carnelli, por su parte, reconocía que era su letra más popular, pero no la que más le agradaba y señalaba que tuvo que escribirla “un poco a gusto del compositor. Además algunas frases fueron impuestas por el propio Filiberto.” El cambio a la que se refería la letrista fue en los versos que en la versión original de Carnelli decían:

Y como un corazón
el hueco de un zaguán,
recoge la oración
que triste dice «cruel mujer».

Filiberto reemplazó este último por “que triste dice fiel mujer”.

Fue grabado, entre otros, por Francisco Canaro con la orquesta y con el Quinteto Pirincho, Hugo del Carril, Osvaldo Fresedo, Ada Falcón con la compañía de la orquesta de Francisco Canaro, Juan Maglio Pacho, Ignacio Corsini, Carlos Gardel acompañado por guitarras (18 de septiembre de 1933), Roberto Firpo, Osvaldo Ribó con la orquesta de Ricardo Tanturi 16 de agosto de 1950 para RCA Victor, Alfredo De Angelis primero de julio de 1952 para Odeon, Sexteto Tango, Azucena Maizani acompañada por Enrique Delfino 5 de diciembre de 1927 para Odeon, Osvaldo Pugliese 26 de diciembre de 1973 para Odeon, Nelly Omar con la orquesta Alberto Di Paulo 4 de julio de 1983 para Magenta y Alberto Amor con la orquesta Rodolfo Biagi 22 de noviembre de 1946 para Odeon.

De todas estas grabaciones he tomado como muestra para dejarles, tres de ellas. En primer lugar la de HUGO DEL CARRIL, en vivo, para seguir con otra de audio de año 1930, interpretada por ADA FALCÓN acompañada de la orquesta de FRANCISCO CANARO y terminaré con la versión de su propio autor, JUAN DE DIOS FILIBERTO, acompañado por la voz de LUIS MARIO (María Luisa Carnelli) en una grabación que data de 1927.

Disfruten...


Hugo del Carril




 Ada Falcón y Francisco Canaro




Juan de Dios Filiberto y Luis Mario

jueves, 4 de octubre de 2018

209 - INDIFERENCIA - (Juan D'Arienzo, Rodolfo Biagi y Alberto Echagüe / Hugo del Carril / Francisco Canaro y Roberto Maida / Rodolfo Biagi y Jorge Ortiz)

INDIFERENCIA, tango de Rodolfo Biagi y Juan Carlos Thorry (Torrontegui), sigue rolando con viento a favor en las milongas porque tiene esa polenta que los bailarines necesitan para calentar motores y expresar todo su arte en la pista.

Tanto la versión de D'Arienzo como la de Biagi reúnen ese hervor express que convoca a bailar. El elemento nutricional, donde la poesía no se come a la música sino que es el complemento vital y de este modo, el milonguero se apoya en las armonías que lo nutren.

Las orquestas citadas, sinónimo de ritmo y marcación fuerte, resumen lo básico: la austeridad y la simplicidad de las formas. Nietzsche afirmada que "sólo creería en un dios que supiese bailar". Sin entrar en tamañas profundidades filosóficas-espirituales, sé que la versión de este tango por el Rey del compás me asegura el cosquilleo en las tripas y los pies.

Juan Carlos Thorry recordaba cuando las emisoras realizaban sus programas desde el escenario de algún teatro. La primera que lo hizo fue "La voz del aire", de Emilio Kartulovic, que transmitía desde el Teatro San Martín, de la calle Esmeralda. Luego lo imitó Radio París, que montaba sus espectáculos en el escenario de un hermoso teatro, ubicado en Suipacha, entre Cangallo y Bartolomé Mitre. Estaba dentro del edificio de una enorme tienda, la "Casa Argentina Sherrer" que ocupaba toda una manzana. Ese teatro tenía setecientas localidades con escenario, camarines, etc.

Su director fue Claudio Martínez Payva y su director de escena Atilio Supparo. Estos nombres dan la pauta de la seriedad que se le dio al espectáculo en el cual desfilaron grandes figuras nacionales e internacionales, como la cantante española Concha Piquer.

En el mismo se presentaron la orquesta típica de Juan Canaro y la jazz de Rudy Ayala, con su crooner Juan Carlos Thorry, que además era animador y maestro de ceremonias presentando los diferentes cuadros. La típica y la jazz se presentaban juntas en escena. Realizaban una especie de contrapunto y el público votaba su preferencia en una urna a la salida.

Rodolfo Biagi, que era el pianista de Juan Canaro, en medio de los ensayos le hizo oir a Thorry una composición suya que acababa de realizar y le preguntó si le gustaba. Sobre el pucho, el locutor-cantor, le respondió con un sí entusiasmado a la vez que repreguntaba: "¿Querés que te haga la letra?". Con la respuesta afirmativa de Biagi, se puso a trabajar sobre la tapa del piano, intentando retener la melodía que ejecutaba el pianista de San Telmo.

Y así nació este tango que grabaría JUAN D'ARIENZO con Biagi en el teclado, y el debut de ALBERTO ECHAGÜE en el disco, registrado el 4 de enero de 1938. Tres meses más tarde HUGO DEL CARRIL realizó una formidable versión, que llevó al disco con la orquesta de Tito Ribero.El mismo mes en que FRANCISCO CANARO lo registró, cantando ROBERTO MAIDA. Cuando RODOLFO BIAGI se fue de la orquesta de D'Arienzo para formar la suya propia, lo grabaría con la voz de JORGE ORTIZ, cuatro años más tarde.

Alguna vez conté que en esa época Biagi actuaba en Radio Belgrano y allí se hizo amigo de Eva Duarte, que trabajaba como actriz en los radioteatros de la emisora. Ese tema le traía muchos recuerdos a Evita y en cuanto podía le pedía que lo tocase. El propio músico lo recordaba con cariño, pues siguió manteniendo una linda amistad con Eva cuando ella tuvo destinos importantes en el país.

José María Otero en "Tangos al bardo".

Pues bien vamos a tener la oportunidad de escuchar las cuatro versiones anteriormente citadas por José María Otero. Las tres primeras corresponden a grabaciones de 1938 mientras que la cuarta fue grabada en 1942.

Disfruten...


Juan D'Arienzo, Rodolfo Biagi y Alberto Echagüe




Hugo del Carril




Francisco Canaro y Roberto Maida




Rodolfo Biagi y Jorge Ortiz

miércoles, 3 de octubre de 2018

208 - LUNA DE ARRABAL - ( Alberto Castillo / Hugo del Carril / Indios Tacunau)

Este valsecito, LUNA DE ARRABAL, de Enrique Cadícamo y Julio César Sanders, busca revivir aquellas serenatas al pie de la ventana de la novia, como se estilaba en los barrios porteños. Ambos autores vivieron en el mismo barrio de Flores donde se conocieron y compartieron aquella bohemia jovial que alargaba la noche en las calles y los cafés. Luego se verían muchas veces en el centro de la ciudad porteña, donde Cadícamo ya había sacado chapa de grande del tango.

Es un tema que renace cada tanto y que volvió con una fuerza inusitada a las milongas de Buenos Aires para trasladarse con la misma alegría contagiante a Europa y Estados Unidos en la fiebre renacedora de la danza. En esta ocasión fue el pianista uruguayo, Miguel Ángel Villasboas, quien embocó en 1999, una adaptación al estilo del cuarteto Roberto Firpo, alargando las secuencias y que le permitía a los bailarines exhibir su destreza con los valsecitos, alegrando las pistas.

Y así, este vals porteño que nace en 1934, cobra nueva vida desde aquella grabación de Charlo con guitarras en 1935. Ese mismo año, logra también muy buena versión Francisco Lomuto con su orquesta y el cantor Fernando Díaz. Dos años más tarde lo toca Aieta en el filme Los locos del cuarto piso y Alberto Castillo, en la cumbre de su popularidad lo lleva al canto y el silbo de los porteños grabándolo, en 1943 acompañado por la orquesta que dirigía Emilio Balcarce. Y otro nuevo peldaño de fama lo escala con el mismo Alberto Castillo cantándoselo a la amada (María Concepción César) en la película La barra de la esquina, que tuvo un tirón enorme.

Muchachos, hoy que es noche clara y estival
invito a todos, la barriada a recorrer
hay mucha luna y es que la luna de arrabal
nos acompaña por las calles como ayer.
Es medianoche, ella duerme y su balcón
entornado me espera que llegue,
junto al gemir del diapasón
yo quiero alzar, sentimental,
la serenata de mi amigo, el corazón...

Esa ceremonia que hemos tenido la suerte de presenciar varias veces con Paquito, el fuelle del barrio, los guitarreros y el cantor de melena engominada, al pie de alguna ventana, está maravillosamente descrita por la pluma de Cadícamo. El pianista Julio César Sanders, eterno bohemio de la calle Corrientes, pianista que llegó al gran éxito con Adiós muchachos, que le permitiría juntar mucho dinero y viajar varias veces a Europa; le encajó la música justita y el valsecito sigue vivito y coleando, aunque él falleciera tempranamente con apenas 45 años.

Y entonces al oír, la introducción
del valsecito criollo y pasional,
dormida su belleza angelical
nombrandomé, despertará...
Su pecho de emoción ha de latir
sus ojos de otro azul se vestirán,
y se pondrá la noche
sus galas embrujadas
y tú, mi dulce amada, temblarás...

Sencillo pero llegador. Mi amigo Abel, desde San Pedro, provincia de Buenos Aires, me recordaba días pasados la grabación de Hugo del Carril que también engalana la nómina de los que cantaron este valsecito porteño serenatero. Pero, además, lo hizo acompañado por tres próceres del tango, para dejarnos un disco único, especial. Ciriaco Ortiz en el fueye, Joaquín Mora en el piano y Cayetano Puglisi en el violín. Pavaditas... La gola de Hugo hace el resto, porque él también cantó serenatas con su compinche Floreal Ruiz por esas calles de Flores.

Muchachos vamos que la luna quiere oír
la serenata pintoresca de arrabal,
la noche es tibia, duerme el barrio y es zafir
el cielo lleno de estrellitas de cristal.

Qué lindo!

Jose Maria Otero en "Tangos al bardo".

Les dejo, en primer lugar la versión de ALBERTO CASTILLO, perteneciente al film "La Barra de la Esquina" del año 1950. Seguidamente podremos escuchar la version de audio de HUGO DEL CARRIL, acompañado por Ciríaco Ortiz ,Cayetano Puglisi y Joaquín Mora. Acabamos con otra versión de audio, en este caso, de un dúo en el que la mayoría de su repertorio corresponde al folklore y no al tango. Me refiero a los fabulosos INDIOS TACUNAU.

Disfruten...


Alberto Castillo




Hugo del Carril




Los Indios Tacunau

sábado, 24 de febrero de 2018

201 - CANCIÓN DESESPERADA - (Hugo del Carril / María Graña / Roberto Goyeneche / Alberto Marino y Aníbal Troilo)

Canción desesperada es un tango cuya letra y música fueron realizadas en 1945 por Enrique Santos Discépolo y que fue grabado por Alberto Marino con la orquesta de Aníbal Troilo el 9 de octubre de 1945 para la discográfica RCA Victor.

El protagonista trasmite en primera persona su angustia y su desesperanza, retrata en los primeros versos su impotencia ante los avatares de la vida:

¡Soy una canción desesperada...!
¡Hoja enloquecida en el turbión..!
y gritando su imposibilidad de lidiar con la traición de una mujer, finaliza:

¡Soy una canción desesperada
que grita su dolor y su traición...!

Cuenta el mismo Discépolo que durante una gira que hizo con su orquesta en 1935 por Europa visitó la isla Palma de Mallorca de la que dijo en una carta que “seguramente se le cayó a Dios de las alforjas. Porque aquello es maravillloso, el mar, el aire, el cielo limpísimo”. Allí visitó el Monasterio de Cartuja de Valldemossa, cuyas paredes desnudas, tétricas, horribles, porque llevábamos los ojos cargados del paisaje verde que quedó atrás, le dieron la impresión de meterse en una tumba. En el lugar recordó que allí vivieron sus atormentados amores George Sand y Federico Chopin e imaginó la angustia del cuerpo y de la creación, componiendo con esa locura de los condenados a morirse, a los que nunca les alcanza el tiempo para terminar la obra mientras afuera sonaba un viento desesperante, angustioso, y en ese clima esbozó siete o nueve compases de una canción angustiosa, desesperante, como ese vendaval que golpeaba las paredes. Años después aquellos compases fueron el leit motiv de Canción desesperada, porque seguía pensando en aquel músico torturado y enfermo.

En 1945 Discépolo le llevó el tema a Lalo Scalise, por entonces pianista de la orquesta de Pedro Maffia, en el cabaré Tibidabo, quien ya había vertido al pentagrama muchos temas suyos y después de varias noches de trabajo, el tango quedó listo y Maffia lo estrenó allí mismo con el cantor Alfredo Castell entonando los dramáticos versos.

Les dejo cuatro importantes versiones del tango. Dos, en vivo, las de HUGO DEL CARRIL y la de MARÍA GRAÑA. Por último las versiones en audio de ROBERTO GOYENECHE y la referida de ALBERTO MARINO con el acompañamiento de la orquesta de ANÍBAL TROILO.


Hugo del Carril




María Graña




Roberto Goyeneche




Alberto Marino y Aníbal Troilo

miércoles, 9 de agosto de 2017

195 - LA COPA DEL OLVIDO - (Carlos Gardel / Hugo del Carril / Alberto Castillo)

LA COPA DEL OLVIDO es un tango cuya letra pertenece a Alberto Vacarezza en tanto que la música es de Enrique Pedro Delfino, que fue ejecutado públicamente en la voz de José Cicarelli por primera vez al estrenarse el sainete Cuando un pobre se divierte de Alberto Vacarezza el 19 de octubre de 1921 en el Teatro Nacional de Buenos Aires por la compañía de Pascual Carcavallo.

Narra la historia de un engaño que el hombre quiere ahogar en alcohol. Carlos Mina narra que en los tangos anteriores a la década de 1940, el alcohol suele aparecer como paliativo para el dolor o como paliativo frente a la pena amorosa, citando como ejemplos, además de La última copa, a Esta noche me emborracho, Tomo y obligo y Sentimiento gaucho.

Por su parte García Blaya dice que:
”Entre las temáticas habituales que encontramos en las letras de los tangos y en muchos de sus títulos, el alcohol y las libaciones tienen un lugar destacado. Es común, que los personajes, a través de los versos de esas obras, intenten explicarnos el motivo de su bebida, su necesidad de embriagarse, en un marco de inmensa tristeza. El engaño o el abandono de una mujer, son las razones más frecuentes… Existen muchísimos ejemplos en los tangos, sobre personajes que beben para olvidar, para no pensar. Lo comprobamos en La última copa, cuando el hombre pide que le llenen la copa con champán para ahogar el dolor que tiene en el alma a causa de una mujer."

En el mismo año de su creación, 1921, fue grabado por Carlos Gardel para el sello Odeón acompañado por las guitarras de José Ricardo y Guillermo Barbieri. En 1929 lo grabó para el mismo sello Osvaldo Fresedo con la voz de Ernesto Famá, en 1939 lo grabó Hugo del Carril para el sello Victor, en 1942 Alberto Castillo con la orquesta de Ricardo Tanturi y en 1952 por Rodolfo Biagi con el cantor Hugo Duval para Odeon, entre otros.

En el sainete Cuando un pobre se divierte quien cantó por primera vez este tango fue José Cicarelli, un actor no muy destacado pero de buena voz que hacía en la obra un personaje ocasional -ni siquiera figuraba en el reparto- que en la escena que transcurría en el cabaré -elemento bastante usado en el teatro porteño de la época- con la animación musical de Enrique Delfino estaba sentado en una mesa y en un momento en que se producía un vacío en la acción se paraba con una copa en alto y levantaba y comienza a cantar:

¡Mozo! Traiga otra copa
y sírvase de algo el que quiera tomar,

De lo que se trataba, explica García Jiménez, era de intercalar en algún momento el anzuelo del tango-canción que, en el caso, alcanzó rápida difusión. La pieza Cuando un pobre se divierte tuvo una notable repercusión popular; se realizaban 3 o 4 funciones diarias y muchas de ellas con el teatro completo.

Decía la revista Caras y Caretas en el número 1212 del 24 de diciembre de 1921:
«En todos los hoteles, bares y confiterías de Buenos Aires se toca el mismo tango; en los cabarets y restaurantes alegres se baila el mismo motivo musical; se escucha por calles y plazas en todos los labios aquello de «¡Mozo! Traiga otra copa y sírvase de algo el que quiera tomar»; todos los pianos lo martillean. Es que la pegadiza melodía ha llegado hasta el alma misma de la población.»

Enrique Delfino conservaba los recortes periodísticos que daban cuenta de la gran difusión que tuvo este tango en España. El ABC de Madrid contaba en una nota cómo en la calle de Alcalá músicos callejeros y transeúntes cantaban o tarareaban la canción y La Noche de Barcelona decía sobre este tango "Las criadas lo cantan, con acompañamiento de fregadero y escoba; las pianolas, los ciegos, los quintetos de cabarets y cinemas..." García Jiménez dice que cuando tiempo después Delfino fue a actuar a España los periódicos resumían su personalidad interesante con la frase ¿Recordáis a La copa del olvido?

Bueno, pero vamos al meollo de la cuestión, que no es otro que el disfrutar de este tango. Y lo vamos a hacer, en primer lugar, escuchando la versión del "Zorzal", CARLOS GARDEL.
Continuaremos con la de HUGO DEL CARRIL, para terminar con la de ALBERTO CASTILLO.


Carlos Gardel




Hugo del Carril




Alberto Castillo



viernes, 23 de junio de 2017

183 - ADIOS MUCHACHOS - (Carlos Gardel / Hugo del Carril / Louis Armstrong)

ADIOS MUCHACHOS es un tango cuya letra pertenece a César Felipe Vedani en tanto que la música es de Julio César Sanders, donde el protagonista, ya próximo a morir, se despide de sus amigos y rememora aspectos de su vida. Este tango alcanzó difusión mundial y tuvo, en algunos casos, otras letras.

Hay distintas versiones sobre el nacimiento de este tango. Francisco García Jiménez dice que una noche de 1927 en un grupo de amigos que estaba en una calle del barrio de Flores uno de los jóvenes se despidió con dos palabras: “Adiós muchachos” que le dio a Sanders, que estaba presente, la punta de la melodía que luego desarrolló con sus dedos de pianista. Su amigo Vedani adaptaría luego una “letrilla” a la “afortunada música”.

Por su parte, Walter Ercoli dice que Vedani estaba sentado en una de las mesas del café “Las Orquídeas” en el barrio de Flores desarrolló los versos del tango y que Julio César Sanders ejecutó la melodía en un piano pianola del lugar que solía utilizar.

A partir de 1943 dentro de una campaña iniciada por la dictadura militar de 1943 que obligó a suprimir el lenguaje lunfardo, como así también cualquier referencia a la embriaguez o expresiones que en forma arbitraria eran consideradas inmorales o negativas para el idioma o para el país, para la grabación de la orquesta de Enrique Rodríguez de abril de 1945 se ordenan tres cambios: la barra querida pasa a ser viejos amigos, nadie la talla pasa a ser nadie batalla y todas las farras pasaron a ser todas las fiestas.

Las restricciones continuaron al asumir el gobierno constitucional el general Perón y en 1949 directivos de Sadaic le solicitaron al administrador de Correos y Telecomunicaciones en una entrevista que se las anularan, pero sin resultado. Obtuvieron entonces una audiencia con Perón, la que se realizó el 25 de marzo de 1949, y el Presidente –quien afirmó que ignoraba la existencia de esas directivas- las dejó sin efecto.

En octubre de 1953 se aprobó la Ley de Radiodifusión n° 14 241 que no tenía previsiones sobre el uso del lenguaje popular en radio pero las restricciones en alguna medida continuaban, y motivó la denuncia de SADAIC en enero de 1950 a la irradiación de ciertos temas por Radio El Mundo; no obstante tal denuncia, en 1952 la propia entidad de los autores acordó con las autoridades una lista de canciones populares que por razones de buen gusto o decoro idiomático no debían pasarse por radio; en definitiva, SADAIC no cuestionaba la censura en sí misma sino quién la aplicaba.

El tango fue incluido en Wonder Bar, película de Estados Unidos dirigida en 1934 por Lloyd Bacon cuya acción transcurre en un cabaré de Montmartre. También se ejecutó en dos filmes del actor francés Charles Boyer: History is Made at Night –Cena de medianoche- (1937) con Jean Arthur, en el cual la pareja lo baila y lo menciona como "nuestro tango" y en Together Again –Juntos otra vez- (1937).
Fue incluido en la banda de sonido de Scent of a Woman –Perfume de mujer- (1992) y en Scoop, dirigida por Woody Allen en 2006.
En televisión, el tango –con la letra de Dorcas Cochran, fue cantado por Desi Arnaz en el episodio 31 de I Love Lucy en 1952 y por Lucille Ball en el episodio 130 de la misma serie, en 1955.

Louis Armstrong hizo su propia versión del tango con el título I get ideas (Tengo Ideas) que lo grabó el 24 de julio de 1951, figurando Dorcas Cochran como autora de la letra. En Gran Bretaña hubo dos versiones tituladas Te guardaré siempre en mi corazón y Pablo el soñador. En Estados Unidos con el nombre de Farewell companions (Adiós compañeros) hay una versión que si bien intentó ser una traducción de la letra original, tiene pocas coincidencias con ésta.

En Italia hay una letra en italiano que pertenece a Eugenio Rondinella, y si bien conservó el título con las palabras y en el idioma original, es totalmente distinta pues se refiere a la despedida de un hombre que va a estar preso un año.

Sobre sus grabaciones en disco, decir que la primera grabación fue realizada el 10 de septiembre de 1927 por Agustín Magaldi con acompañamiento de guitarras. El 27 de febrero de 1928 lo registró Ignacio Corsini también acompañado por guitarras y el 26 de junio de ese mismo año lo hizo Carlos Gardel en París y el tango pasa a ser un suceso.
Francisco Lomuto lo grabó para Victor en 1942 con el cantante Jorge Omar. Enrique Rodríguez lo hizo para Odeón con la voz de Armando Moreno, Hugo del Carril lo grabó en 1946 con acompañamiento de guitarras. También lo grabaron, entre otros, Horacio Deval con la orquesta de Roberto Pansera y Atilio Stampone en 1961 con Héctor Petray.

En el segundo semestre de 1928 los autores viajaron a Europa y desde París y Barcelona promocionaron el tango en distintas casas editoriales y fonográficas europeas.


ADIOS MUCHACHOS
Música: Julio César Sanders
Letra: César Vedani

Adiós, muchachos, compañeros de mi vida,
barra querida de aquellos tiempos.
Me toca a mí hoy emprender la retirada,
debo alejarme de mi buena muchachada.
Adiós, muchachos. Ya me voy y me resigno...
Contra el destino nadie la talla...
Se terminaron para mí todas las farras,
mi cuerpo enfermo no resiste más...

Acuden a mi mente
recuerdos de otros tiempos,
de los bellos momentos
que antaño disfruté
cerquita de mi madre,
santa viejita,
y de mi noviecita
que tanto idolatré...
¿Se acuerdan que era hermosa,
más bella que una diosa
y que ebrio yo de amor,
le di mi corazón,
mas el Señor, celoso
de sus encantos,
hundiéndome en el llanto
me la llevó?

Es Dios el juez supremo.
No hay quien se le resista.
Ya estoy acostumbrado
su ley a respetar,
pues mi vida deshizo
con sus mandatos
al robarme a mi madre
y a mi novia también.
Dos lágrimas sinceras
derramo en mi partida
por la barra querida
que nunca me olvidó
y al darles, mis amigos,
mi adiós postrero,
les doy con toda mi alma
mi bendición...

Difícil tarea para elegir las versiones que dejarles para esta ocasión. Al final me he decidido por la de audio de CARLOS GARDEL, imperdible, la grabada por HUGO DEL CARRIL para la película "A media luz (Salón Fru Fru)" y por último la version memorable del genial LOUIS ARMSTRONG interpretándolo en 1959.



Carlos Gardel




Hugo del Carril




Louis Armstrong



domingo, 18 de junio de 2017

174 - SI SOY ASÍ - (Hugo del Carril / Malevaje / Carlos Gardel / Chino Martínez)

En el tango, Don Juan, Tenorio o Juan Tenorio, es un hombre de carne y hueso que con mayor o menor precisión y extensión, a través del tiempo se hizo notar. Los donjuanes son tipos fanfarrones para los que la mujer es simplemente una meta de seducción y cuanto mayor número de ellas sucumban a sus dudosos encantos, más gloria ficticia lleva éste en sus solapas.

El estilo verbal del Don Juan era afectuoso y fantasma, con mezcla de altivez chusca y chulería afable, simpática, con la mitad de sus palabras en el piropo y la otra mitad en la descalificación y todo ello para alcanzar su fin, que no es otro que la satisfacción sexual, o amorosa; el deseo de dominar, de burlarse, de sentirse amado; de vencer su homosexualidad potencial o latente o casta; o su complejo de inferioridad, que podría ser igualmente la causa de su personalidad, compleja y pluralista, más un largo etcétera. Esencialmente se define a Don Juan como un burlador o libertino. Un seductor valiente y osado que no respeta principios éticos ni religiosos.

Como personaje en las letras de tango no constituye una amplia temática, aunque sí aparece en letras aisladas como en la de este tango de 1933, SI SOY ASÍ, de Francisco Lomuto y Antonio Botta, donde precisamente ese donjuán mujeriego, picaflor; lancero, mariposón, buscarra o buscón, que en el lunfardo, nada tiene que ver con el tango “Don Juan”, consagrado al taita del barrio, de Ricardo Podestá (la letra) y de Ernesto Ponzio (la música), dedicado al guapo Juan Cabello, de existencia real.

Sí encontramos una letra representativa del mujeriego, que se aproxima al donjuán con este tipo de óptica es la que puso Botta a este tango donde el narcisismo del protagonista se hace más que evidente:

Si soy así, 
¿qué voy a hacer? 
Es Juan Tenorio 
que hoy ha vuelto a renacer.

He seleccionado para dejarles cuatro versiones del tango de dos grabaciones en vídeo y otras dos en audio.

De las primeras, en primer lugar rescatamos la de HUGO DEL CARRIL, perteneciente a la película “A media luz (Salón Fru Fru)”. Después les dejo la perteneciente al programa de RTVE, “La bola de cristal”, realizada por el grupo liderado por Antonio Bartrina, MALEVAJE, conjunto surgido en Madrid en el año 1984, en plena época de la movida madrileña y que apostaba por el tango clásico, aunque a veces modernizando sus composiciones e incluso con algo de fusión en busca de un estilo propio, pero sin olvidar las raíces del género.

En las de audio, irremediablemente tiene que aparecer la de CARLOS GARDEL, grabada en 1933 y también he decidido incluir una que a mi particularmente me apasiona: la del CHINO MARTINEZ, cantor , a su vez, de folklore surero y que como Malevaje, también triunfó en España, en su caso en los años setenta.



Hugo del Carril




Malevaje




Carlos Gardel




Chino Martínez

martes, 13 de junio de 2017

170 - PATOTERO SENTIMENTAL - (Hugo del Carril / Ignacio Corsini y Roberto Firpo / Roberto Goyeneche)

La dinámica social -entre otros motivos y según los caos que se presenten a consideración- modifica el significado de las palabras. Particularmente, nuevos hechos y la interpretación que se hace de ellos contribuyen al cambio. Así, podemos afirmar sin dudas que una cosa eran los patoteros de antes y otra los de ahora. Han variado las circunstancias, especialmente la cultura, los comportamientos, los sistemas de valores, los usos y abusos y seguramente, la falta de respeto y el atropello a la razón -fichando con la guita de Discepolín-, empujaron la transformación semántica.

Observado el vocablo desde Madrid, donde está la sede de la "Real Academia Española", es relacionado solo con Uruguay y la Argentina, de un modo genérico, con una significación que no nos es muy familiar. Martín Alonso anota que patotero es, en estos países, el joven callejero, farrista, bravucón y perdonavidas. Es el integrante de una patota, 'pandilla de jóvenes desocupados que por antipatía o simple pasatiempo asaltan a determinadas personas burlándose de ellas o infringiéndoles daño'. Luego de veinte años de aquel concepto el diccionario de la citada corporación, extiende su uso -además de los países mencionados- a Paraguay y Perú. Y, como invariablemente continúa arraigada la actitud de atribuirle los males a los jóvenes, puntualiza que patotero deriva de patota, 'grupo, normalmente integrado por jóvenes, que suele darse a provocaciones, desmanes y abusos en lugares públicos'.

Los letristas incorporaron al hecho sociológico y testimoniaron la presencia del patotero en nuestra historia ciudadana, de un modo natural, descriptivo, gráfico, y colorido, según los personajes reales y conforme nuestras propias circunstancias. En casos, conforme ciertos perfiles. En "PATOTERO SENTIMENTAL", con música de Manuel Jovés y letra de Manuel Romero, el personaje solamente tiene inserción en determinado ambiente y es el "rey del bailongo" y es el "rey del cabaret".

El patotero es un ser sentimental y tristón, por haber abandonado a la mujer que lo amó de verdad, a diferencia de las minas, limitadas al amor sexual y profesional, si se trata del cabaret.

El mensaje y la protesta, en forma de poesía, difundido por dicho órgano de prensa escrita, dirigido por José Gobello, tienen alcance social y político, al denunciar el patoterismo en esos orbes.

Las barras parecían ser los grupos pacíficos: la de la esquina, la del café o el boliche. Y así era, hasta que hubo que agregarle un aditamento a la palabra para significar otra cosa y de tal modo aparecieron las barras bravas, en la ciudad, como un figura nueva asociada a la patota. Arman grescas, atacan a pasajeros, cometen vandalismo y agresiones en el fútbol o roban. El patotero de hoy se alejó de aquel del tango, farrista y divertido, y con poca capacidad para dañar a otro. El fenómeno merece una consideración estructural, donde la economía y la injusticia social también meten la cuchara. Numerosos estudios informan sobre esto. Uno de ellos pertenece a Mapacha Noguerol, Patotas y barras bravas en la ciudad. Aquí se señala, entre otras cosas, el conjunto de factores en nexo a las barras bravas y las patotas. La sociedad actual ha ido creando mayores dosis de violencia en el alma de la gente. La educación no ayudó a achicar el machismo argentino. El crecimiento demográfico y, en forma más amplia, los efectos de la explosión urbana, hicieron desaparecer del escenario al patotero del tango, inofensivo y pintoresco. Guillermo Cabanellas, en su Diccionario Enciclopédico de Derecho Usual, señala que la patota es un vocablo sudamericano, equivalente a pandilla o banda de muchachones por lo general, que en horas de ocio, o por vagos profesionales, se dedican a provocar a inofensivos o casuales transeúntes, a insultar a las parejas e incluso a abusar de las mujeres, en establecido turno para las violaciones. Por lo que anota Cabanellas, Garzón se ocupó del tema en 1910 y Lisandro Segovia en 1911, coincidentes ambos en caracterizarla como cuadrilla callejera que molesta y asalta a los transeúntes, para hacerles daño por odio o antipatía o por entretenimiento y diversión. El patotero es un inadaptado social y un sujeto peligroso que exige rigor preventivo y, más, severidad represiva, sin falsa piedad, pues con el hábito y el machismo acaba en verdadero monstruo.

Dr. Eduardo Giorlandini

Pero bueno, vamos a dejarnos de "patotadas" y escuchemos distintas aunque geniales todas, versiones de este tango, primero en la voz de HUGO DEL CARRIL, en una escena de la película de 1939, "La vida es un tango". La segunda interpretada por quien lo hiciera por primera vez en 1922 en el estreno de la obra "El bailarín del cabaret", en el Teatro Apolo de la ciudad de Buenos Aires, IGNACIO CORSINI, acompañado por la orquesta de ROBERTO FIRPO y por último la versión del gran ROBERTO GOYENECHE, extraída del álbum "Cantor De Mi Barrio".



Hugo del Carril




Ignacio Corsini y Roberto Firpo




Roberto Goyeneche



martes, 6 de junio de 2017

165 - TRES ESQUINAS - (Angel Vargas y Angel D'Agostino / Ariel Ardit / Hugo del Carril)

TRES ESQUINAS, compuesto por Ángel D'Agostino y Alfredo Attadía y a quien puso letra, Enrique Cadícamo, es de esos tangos que se quedan pegados a la piel para siempre, sobre todo a aquellos que anduvimos por esos barrios de Barracas, Parque Patricios, Pompeya, Boedo... Barracas era un barrio de fábricas, poblado por familias de trabajadores, especialmente, y que albergó a clubes donde también supimos milonguear, como Barracas Central, Terremoto de Barracas, el Deportivo Pereyra, Barracas Juniors y otros de la zona.

Cadícamo que era un retratista poético, pintaba como muy pocos la época que le tocó vivir, que, afortunadamente fue larga. Y Ángel D'Agostino logró su mejor obra con este tango que Ángel Vargas clavó para neutralizarlo del voluble barrido del olvido. Lo sigo escuchando con una nostalgia tremenda y lo paso una y otra vez en la milonga porque además es maravillosamente bailable.

En una de esas charletas que tenía con Ángel y Coco D'Agostino, su sobrino, a la salida del Diario donde éramos compañeros con éste último -La Razón-, saqué a relucir la perenne condición de esta página y el rostro del celebrado pianista y director se iluminó. La historia de la esquina, del bar que tenía ese nombre y lo cambiaron, de la estación de ferrocarril, era muy conocida, pero el resto lo fuimos escarbando mientras sorbíamos la sidra de barril helada con amarettis.

- Allá por 1920 yo trabajaba en el Teatro con la compañía Arata-Simari-Franco y hacíamos un sainete de Enrique García Velloso llamado Armenonville, representándolo en el Teatro Nacional -contaba D'Agostino-. Y para una escena determinada, con aquellas historias del cabaret y las chicas que trabajaban allí, compuse un tango llamado Pobre piba, que era instrumental, solo con el fin de acompañar la situación escénica...

-El tango quedó archivado entre tantos papeles amontonados, hasta que una noche a fines del cuarenta, estábamos en la boite Chez Nous y después de la actuación, me vino a la cabeza ese tema y lo empecé a tocar en el piano con la idea de rejuvenecerlo. Como estaba Cadícamo le dije si podía ponerle letra. Éste tomó unos apuntes y se lo llevó. Así fue como empezó la historia de Tres esquinas...

Y ya con el tema compuesto lo estaban ensayando. Angelito Vargas con su vocecita fraseadora le estaba sacando punta y lo tenían bien enfilado, para entusiasmo de todos los integrantes de la orquesta. Pero había algo que no terminaba de satisfacer a D'Agostino, cuando a Vargas se le ocurre recitar el comienzo de la segunda parte:


Soy de ese barrio de humilde rango, 
yo soy el tango sentimental...

Y continúa cantando:

Soy de ese barrio que toma mate 
bajo la sombra que da el parral...

Era el paréntesis que buscaba D'Agostino para no hacer tan largo el parlamento cantado. Y quedó redondito. Entonces venía el final de la segunda parte en la que el director había ideado una melodía con el piano, pero no salía como quería y en un paréntesis se puso a dialogar con el violinista Holgado Barrio. Y el primer bandoneón, que era Alfredo Attadía y había colaborado en el armado de la orquestación, entró a realizar unos acordes.

D'Agostino se incorporó y le dijo: "Dele, dele....". Y quedó clavado. Cuando Vargas termina la segunda parte...

quemé en los ojos de una maleva 
la ardiente ceba de mi pasión...

..Attadia con el fueye se manda un solo maravilloso lleno de notas que emocionan. Y vendrá el violín de Holgado Barrio y el piano milonguero de D'Agostino, antes que vuelva Vargas con el final. Una obrita de arte. Me lo decía Alfredo Attadía en su exilio de Venezuela en 1967 o 68, cuando fuimos con la Selección argentina de fútbol.

-Lo tenía en la cabeza, había trabajado el tema con D'Agostino y lo tenía adentro. Sí, fue realmente precioso como quedó el tango, y aunque terminamos mal con Ángel, el capolavoro que hicimos con ese tango y la voz de Vargas, quedó para siempre entre los tangos imprescindibles...

José María Otero en "Tangos al bardo".

Les dejo en primer lugar Una de las tres versiones del corto de ANGEL VARGAS y ANGEL D'AGOSTINO de 1943 que contiene un recitado previo de Vargas que suprimirán en la grabación final. En segundo lugar les dejo otra grabación en vivo, en este caso, de ARIEL ARDIT y su orquesta típica y por último les dejo la versión de audio de HUGO DEL CARRIL.



Angel Vargas y Angel D'Agostino




Ariel Ardit




Hugo del Carril


domingo, 4 de junio de 2017

159 - LA CALESITA - (Hugo del Carril / Roberto Goyeneche, Angel Cárdenas y Aníbal Troilo / Carlos Acuña y Mariano Mores)

No hay certeza sobre el orígen de este juego de niños, la calesita. Algunos le adjudican a los turcos este circular invento. Parace ser que un sultán aburrido en la mágica Estambul diseñó este juguete, un enorme plato de madera que giraba sobre si mismo impulsado por unos lacayos. Más tarde el juego llegó a Inglaterra y después a Francia, para entretener a la nobleza. Varias décadas pasaron hasta que los adultos le dejaron el objeto a los niños.

La primera calesita —nombre con el que se la conoce en gran parte de América— llegó a Buenos Aires en 1860 y, desde luego, estaba impulsada por un caballo. Hacia los años 30 aparecieron las primeras calesitas con motor y hasta se instaló una fábrica de calesitas, que funcionó en Rosario hasta 1984. Uno de sus dignos productos se instaló en el Jardín Zoológico porteño, donde giró durante décadas. Los nostálgicos la pueden ver funcionando aún hoy en Ayacucho, provincia de Buenos Aires. En aquellos tiempos las calesitas aparecían en los llamados huecos de la Ciudad de Buenos Aires, espacios vacíos donde se instalaban las calesitas hasta que los dueños decidían construir y los echaban... Por eso es muy difícil tener una idea de cuántas calesitas hubo en la ciudad: cambiaban de barrio todo el tiempo. Se puede precisar, al menos, que en 1923 se instaló en Hidalgo y Rivadavia la más antigua que hoy queda en el país, trasladada primero al Jardín Zoológico y actualmente ubicada en Ayacucho (provincia de Buenos Aires). La década de 1920 trajo un gran cambio: la electricidad. Al poder mover la calesita con un motor, se modernizó la técnica, se aceleró la marcha y se reemplazó el organito que iba afuera por uno incorporado que crean los hermanos La Salvia. La calesita se identifica mucho con la idiosincrasia argentina, y porteña en particular. Este juego que viene de Turquía y entra por Europa, tiene en común la característica de la mezcla. Además Argentina es un país circular, de idas y vueltas: somos hijos de gente que nació en otro punto del mundo.

Desplazadas de muchos lugares, en Buenos Aires aún ronronean en algunas plazas y también en las esquinas de Ramón Falcón y Miralla; en Boyacá y Avenida Juan B. Justo, en La Paternal y aquí mismo, en el Parque de los Patricios. También sobrevive una hermosa calesita en la Ciudad de los Niños, en City Bell. Y desde ya, cada ciudad del interior tiene su modesta o ilustre calesita. La calesita está representada en un gran abanico de aspectos de la cultura argentina: en la literatura -no sólo para niños, sino para adultos- en la poesía, en la música, en el teatro, en el cine, en la pintura, en la fotografía... hasta en la publicidad. Este juego retoma la pasión por lo circular que siempre ha tenido el hombre, que incluye manifestaciones particulares como el asado, el fútbol o el tango. No se puede concebir un porteño que no se haya subido a una calesita. La calesita aparece en los libros de lectura para chicos desde el 1900, como texto y como imagen. Pero una vinculación especialmente intensa es la de la calesita con el tango, que no ignoró la presencia de este juego en la vida cotidiana y le dedicó piezas antológicas. Hay que comenzar, por supuesto, por la grabación más famosa: “LA CALESITA”, poesía de Cátulo Castillo y música de Mariano Mores. Otro tango de Castillo y González Castillo (padre e hijo) fue grabado por Azucena Maizani: “Música de Calesita”, también una versión de Ignacio Corsini. Héctor Gagliardi escribió y recitó otros versos titulados “La Calesita”. Miguel Montero le cantó a este juego en “Viejo Baldío”. Por último hay una hermosa grabación de “La Calesita” por Aníbal Troilo y su orquesta. El Tango asimila La Calesita y la vincula mucho al derrotero del porteño al punto de ponerla como título de la película que dirigió y protagonizó Hugo del Carril: el personaje dice que su vida termina como una calesita que da vueltas, sin lugar donde parar, siempre en giro, siempre volviendo a empezar. Pero el tango no es la única música que se ocupó de este juego . Hay una balada de Leonardo Favio, “Vieja Calesita”, y grabaciones de Los Arroyeños.

Hoy en la ciudad de Buenos Aires hay más de 30 calesitas. Casi todas están ubicadas en plazas y fueron construidas por Sequalino Hermanos. Las más clásicas tienen caballos de madera, otras tienen distintos animales y aviones. Tal vez la calesita más curiosa de Buenos Aires es la que queda en una casa de Liniers: Don Luis Rodríguez logró que le dieran permiso para terne su calesita en la esquina donde se levanta su casa, él mismo la cuida, la restaura, la pinta y arregla los caballitos. Con más de ochenta años, Don Luis no sólo sigue en su calesita sino que escribió dos volúmenes de “Memorias de un calesitero”, donde dice: “Mi padre compró la calesita que poseo en la actualidad en marzo de 1920 y venía equipada con un caballo para hacerla girar, éste era de pelo zaino y obedecía al nombre de “Rubio”. Y concluye: “Hay que cuidar las calesitas como se cuidan las plazas, porque son parte de la infancia y el niño es el padre del hombre. Si cuidamos al niño, recuperamos el futuro. Eso nos permitirá acercarnos al ideal de sociedad que queremos: una que respete la memoria”.

Les dejo en primer lugar la interpretación de HUGO DEL CARRIL en la película anteriormente referida, "La calesita". En segundo lugar una magnífica grabación a dúo de ROBERTO GOYENECHE y ANGEL CARDENAS, acompañados por la orquesta del "Pichuco" ANÍBAL TROILO. Por último la versión que grabara CARLOS ACUÑA, acompañado por la orquesta del propio autor de la música de La calesita, MARIANO MORES.

Leandro Pablo Vivo




Hugo del Carril




Roberto Goyeneche, Anibal Troilo y Ángel Cárdenas




Carlos Acuña y Mariano Mores


sábado, 3 de junio de 2017

158 - EL PATIO DE LA MOROCHA - (Hugo del Carril / Virginia Luque / Carlos Acuña y Mariano Mores)

El tango con su historia tan rica ha ofrecido, obras y espectáculos del género que marcaron hitos, como EL PATIO DE LA MOROCHA, que para muchos marcó el fin de la "belle époque", aunque se debe considerar que unos años después en la misma sala, Francisco Canaro ofrecía su Tangolandia y, entonces sí, todo lo que vino después fueron deshilachados remedos del tiempo pasado.

Este tango escrito por Cátulo Castillo y musicalizado por Mariano Mores fue un emblema en la trayectoria artística de Virginia Luque, y quizás tuvo en ella su mejor intérprete. En la película "Arriba el telón" aparece masivamente, ampliando su popularidad. Desde entonces (1951) constituye la canción que la identificaría más, y eso ya es mucho decir, pues su prolongada carrera estuvo cargada de otros muchos éxitos. En la película "Buenas noches Buenos Aires" resalta la impresionan te interpretación de Hugo del Carril y al final de la misma curiosamente aparece cantando las estrofas finales, la citada Virginia Luque.

De este obra, nació la película del mismo nombre que también fue exhibida como "Arriba el telón" y la cual trataba la historia de la nieta del sereno de un teatro que se va a demoler y que tiene el sueño de ser una cancionista de éxito como su madre y el hijo del dueño del teatro lo hace posible.

Voy a dejarles versiones de los cantores referidos anteriormente, HUGO DEL CARRIL y VIRGINIA LUQUE, para terminar con la de audio interpretada por CARLOS ACUÑA acompañado de la orquesta del propio autor del tango: MARIANO MORES.



Hugo del Carril




Virginia Luque




Carlos Acuña y Mariano Mores









domingo, 28 de mayo de 2017

156 - LEJANA TIERRA MÍA - (Carlos Gardel / Hugo del Carril / Roberto Goyeneche)

Este tango canción, o simplemente canción, que surge de la inspiración de Alfredo Le Pera y Carlos Gardel en 1932, pero recién grabada en Nueva York el 19/3/35, acompañado por la orquesta de Terig Tucci, es todo un homenaje a la inmigración española en el Río de la Plata. Quiso el destino que, incluida en la película Tango Bar, rodada en febrero de 1935 en Long Island, Nueva York, fuera uno de los últimos temas que nos cantara el Zorzal Criollo desde la pantalla cinematográfica. Su estreno es posterior a la trágica muerte de ambos autores en Medellín. Lo será en agosto de 1935 en Estados Unidos. Como España es, en definitiva, la nación evocada en este tema inolvidable, su estreno en lo que hoy es la Gran Vía de Madrid, en el 32 de la misma, fue apoteósico. Dicen las crónicas madrileñas que Tango Bar se estrenó en España el lunes 9 de septiembre de 1935, elegida como cartel para inaugurar el cine Madrid-París, "la primera pantalla gigante en España", por entonces en Avenida Pi y Margall, 10, hoy Gran Vía, 32, el edificio que todos conocemos como "de la Cadena Ser".

Un par de meses después de su estreno, el 11 de noviembre, esto decía el Diario La Libertad de Madrid: "Hoy sábado se inaugura el Cine Dos de Mayo con un programa realmente tentador que promete colgar el cartel de "No hay billetes". El popular local, concienzudamente reformado, se engalana con la actuación sobre en pantalla del desaparecido ídolo Carlos Gardel..." Seguramente se refería al aggiornamiento de los cines para pasar a los filmes sonoros. Esta sala estrenada en 1828, siguió activa hasta 1969, cuando un incendio arrasó con la misma.

Ricardo Fuentes es el personaje que interpreta Gardel en la película. Lo vemos descendiendo por una escalera del buque hasta la cubierta de Tercera Clase donde viajan inmigrantes españoles, quienes, al ver llegar a aquel señor tan distinguido vestido de frac, interrumpen la música y su baile. Al notarlo Ricardo (o sea, Carlos Gardel) se disculpa "¡Yo no quiero molestarles!... Perdonen ustedes estas ropas. Bien saben, no vale más quien viste mejor, y a veces lujos y joyas son como un disfraz o como una emboscada… Y allí nomás desgrana una copla popular española, con Zaragoza como epicentro...

"Son los ojos de mi moza 
como el filo de un puñal... 
y yo no vivo sin ellos 
Virgencita del Pilar."

Luego el cantor reconoce acordes provenientes de un acordeón y unas guitarras "¡Yo conozco esta canción!… "LEJANA TIERRA MÍA", ¿verdad? La entonaba para adormecerme una abuelita, temblona y fragante, que tenía un viejo parlar español, florecido de leyendas. ¡Lejana tierra mía!… Y el nieto dormía y la abuela soñaba".

(Eduardo Aldiser en "Argentina es tango") 

Como no es difícil de adivinar, la primera versión elegida para ustedes no es otra que la referida de CARLOS GARDEL en la película "Tango Bar". La segunda es la de HUGO DEL CARRIL, también tomada de una película, en este caso, de la que dirigiera Enrique Cahen Salaberry en 1969, "El día que me quieras". Como broche, la versión en audio del "polaco" ROBERTO GOYENECHE acompañado por el trío Los Modernos.




Carlos Gardel




Hugo del Carril




Roberto Goyeneche y Los Modernos











martes, 25 de abril de 2017

119 - SENTIMIENTO GAUCHO - (Carlos Gardel / Hugo del Carril / Virginia Luque)

Hay letras de tango que evocan hechos de la vida diaria y SENTIMIENTO GAUCHO, de Francisco y Rafael Canaro y Juan Andrés Caruso recuerda un lugar real que estaba ubicado en la calle Paseo Colón 525. Era un almacén y despacho de bebidas, que cita precisamente la letra del platense Caruso. Lo regentaba un español de Galicia, o sea, un gallego de verdad.
El hombre se mataba atendiendo el almacén al que acudían los vecinos de los conventillos contiguos, fronteros y de la vuelta. De Paseo Colón, Balcarce, México, Venezuela o Balcarce a comprar fideos, yerba, porotos, azúcar, harina y todo aquello que se expendía en un negocio que en España llaman "de ultramarinos".

Al llegar la noche, el bar era sumamente visitado por la flor y nata de los payadores de aquel entonces, con su pinta bohemia y sus guitarras llenas de cintas de colores. José María Bianco, Gabino Ezeiza, Ambrosio Ríos, José Betinotti, Tomás Davantés, el Morocho Galíndez, se trenzaban en lungos y afilados desafíos en los que se extremaba el ingenio y relucían las increíbles tiradas de décimas ripiosas y consonantes retorcidas.

También concurría El Yepi, uno de los primeros bandoneonistas que hubo en Buenos Aires y que se agregaba a la rueda con valsecitos criollos, tangos y alguna milonga pampa, para regocijo de los parroquianos: carreros, estibadores y gente del barrio que aplaudía a rabiar todas esas intervenciones. Y corrían el mosto espeso que valía veinte centavos el litro, el suissé, la caña paraguaya, la grappa, el anís, la ginebra y otros licores de salón. Así lo recordaba mi querido compañero Pepe Barcia.

En ese boliche nació José Francisco López, el hijo del almacenero gallego, en 1904, y en su bautismo tocó El Yepi, lo que sería el santo y seña del futuro autor teatral y hombre de tango conocido popularmente como Lopecito. Que sería espectador asombrado de aquellos duelos ingeniosos entre payadores, actuaciones de cantores de boliche, fueyes, violas y alguna que otra gresca.

De gurrumín ya componía temas para las comparsas y murgas del barrio y a los 13 años ganó un concurso de bailes criollos. A la vez recitaba acompañado por recios guitarreros aquellas endechas de poetas anarquistas y terminaría entreverándose en el Teatro, primero como actor aficionado, y luego como escritor. Llegó a firmar 88 obras, algunas de las cuales como "Triunvirato está de fiesta", con Olinda Bozán en el Teatro Apolo, llegó a las dos mil representaciones.

Pero otra de las facetas que le granjeó un lustroso prestigio, fue su rol de glosista. Se lo disputaban las radios, los cantantes y las orquestas, porque su verbo florido y muy imaginativo servía de eficaz aperitivo a las interpretaciones de los artistas. Él mismo escribía esas glosas tan porteñas.

Además recorría pueblos con orquestas y pequeños grupos que hacían números musicales. En 1936 hizo una pequeña parte en la película Canillita, fue Productor de la película La cabalgata del tango y organizador del Museo de Carlos Gardel en Buenos Aires y Montevideo.
Lo conocí fugazmente en un programa de radio al que acudí invitado porque yo estaba participando en un popular concurso de televisión : "Odol pregunta", contestando sobre la historia del tango, con mucha audacia de parte, por contar apenas 22 años. Y luego en los sesenta, charlamos con él en el club Huracán al que acudió como presentador y glosista del Trío Los muchachos de antes integrado por su director Panchito Cao (clarinete), Horacio Malvicino (guitarra) y Aldo Nicolini (bajo). Tomamos algo en el buffet del club con otros muchachos -entre ellos, el luego coleccionista de tango Héctor Ernié, que era del barrio- y recordamos anécdotas y cosas del ambiente que vivió como pionero de los programas de tango en la radio y en la cual estuvo con numerosos programas.

Y este recuerdo del entrañable Lopecito, nos lleva a ese tango del título, que fimaron Francisco y Rafael Canaro en un principio. Y decidieron presentarlo al Primer concurso de tangos, realizado en 1924, por la casa Max Glücksmann en el Grand Splendid Theatre. Y resultó que ganaron el primer premio. Vale la pena acotar que quedó tercero Organito de la tarde, de José González Castillo y su hijo Cátulo, y quinto: Amigazo, de Filiberto.

Lo estrenó y grabó en forma instrumental Francisco Canaro ese mismo año, en sistema acústico. Al ponerle letra Caruso, Gardel lo grabó al año siguiente con las guitarras de Barbieri y Ricardo. Curiosamente Canaro volvió a registrarlo el 12 de diciembre de 1930 y nuevamente en forma instrumental. El 15 de octubre de 1930, lo graba con las voces de Ada Falcón y Ángel Ramos, pero con una letra en estribillo que escribe el propio Pirincho y se nota al final del tango un solo de serrucho que realiza Rafael.

Recién en 1947 Nelly Omar canta los versos de Caruso con la orquesta de Francisco Canaro y en 1951 lo hace Alberto Arenas, siendo ambos grabados. Caruso realizó numerosos temas con Canaro y algunos muy exitosos como: Carasucia, Destellos, La última copa, Desengaño, La brisa, Se acabaron los otarios.

José María Otero en "Tangos al bardo"

Escuchemos las versiones de CARLOS GARDEL de 1925 para continuar con la de HUGO DEL CARRIL en el Film Nacional "La Cancion de los Barrios ", para después poder contemplar la interpretación,en vivo, de la cantora porteña, ahijada artística de Azucena Maizani, VIRGINIA LUQUE.




Carlos Gardel




Hugo del Carril




Virginia Luque