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martes, 30 de octubre de 2018

238 - EL AMANECER - (Roberto Firpo / Juan D'Arienzo / Joaquín do Reyes)

EL AMANECER es un tango compuesto por Roberto Firpo en 1910 que fue grabado por la orquesta de su autor el 31 de mayo de 1928 para la discográfica Odeon y, más adelante, por otros conjuntos. Fue inspirado, conforme cuenta Firpo, por el contraste que observaba en su viaje en tranvía, entre los noctámbulos que regresaban a sus casas -después de divertirse o, como él al salir de trabajar- y los obreros que en el sector de menor tarifa se dirigían a trabajar. En la portada original de El amanecer figura la dedicatoria de su autor a Agesilao Ferrazzano (hijo) y a Juan de Ambrosio.

Según contaba Firpo: "Fue un tango que germinó y se completó en mi mente mucho antes de que el público lo conociese por su título cierto… Lo tocaba, de tanto en tanto, en solo de piano, en mis tiempos del café-concierto de la Boca y como allí improvisábamos, casi siempre, y la gente se renovaba mucho, pasaba como musiquita del momento. La melodía informal aun, era eso: el amanecer, el despertar de la ciudad industriosa que yo, como músico popular, conocía a la inversa, regresando al descanso y al sueño. Yo volvía desde la Boca en el tranvía eléctrico nº 43, llamado ‘el imperial’ por su piso alto con bancos largos. Allá arriba, a esa hora, el boleto era de cinco guitas y los ‘laburantes’ felices, canturreando, viajaban a sus andamios y sus fábricas. Abajo, con boleto de diez, los ‘calaveras’, demacrados, bostezando junto con nosotros, que les habíamos animado la noche. Quise apresar en mi melodía lo uno y lo otro pero caminando podían más las sinfonías aurorales de los pajaritos en los árboles y el primer martilleo de las herramientas del trabajo. Fue la parte más lograda, la del principio. Después, agregué a esos trinos claros y notas vivas el bordón grave, para reflejar el dolor mañanero que sobreviene al placer de los noctámbulos."

A fines de 1910 Firpo actuaba con su trío en el Palais de Glace en el barrio de la Recoleta y cruzando la avenida que actualmente se llama Figueroa Alcorta, estaba el Parque Japonés. Por entonces, Firpo ya había completado El amanecer y se lo llevó al violonchelista, pianista, trombonista, director y compositor Salvador Merico, quien secundaba al maestro Gaetano D'Alo que allí tocaba con su orquesta. Merico, al decir de Firpo, “supo apreciar el encanto sencillo de la composición y la orquestó en una amplia partitura para la banda del Parque” ​que lo estrenó obteniendo el beneplácito del público.

En la primera grabación de este tango, Firpo no intervino con el piano y en la etiqueta del disco la pieza –probablemente por error– figura como "Al Amanecer". Fue recién en su siguiente registro que lo grabó con el clásico canto de los pájaros de la mañana imitado por los violines, que se incorporó en casi todas las interpretaciones posteriores. Armando Pontier contó que después que en 1959 grabara este tango para la discográfica Columbia, lo llamaron para decirle que la filial de la empresa en Japón les había informado que no podrían editarlo porque faltaba el canto de los pajaritos. Entonces el músico debió agregar los trinos a la grabación con un pajarito de cotillón para posibilitar la edición. El director Héctor D’Espósito, por su parte, en su versión de la pieza hizo que su hábil violinista no solo imitara el canto de los pájaros sino también otros sonidos como el trotar de caballos o el mugido de vacas que completaban la imagen bucólica.

La primera grabación realizada por Firpo fue para discos ERA y más adelante, ya vinculado a Max Glucksmann de discos Nacional –después llamado Odeon- lo grabó en dos ocasiones en solo de piano, seis veces con distintas formaciones y en una oportunidad a dúo de piano con su hijo Roberto; además aparece él mismo con su cuarteto ejecutándolo en la películas, "Tango", en 1933 y "El cantor del pueblo" en 1948.

Recuperamos parte del metraje del primero de los dos filmes donde ROBERTO FIRPO interpreta a la perfección este tango. Después vamos a escuchar una hermosa versión que popularizara JUAN D'ARIENZO para el sello RCA en 1966. También rescato la versión que grabara para el sello TK en 1950, JOAQUÍN DO REYES, espléndida...

Espero les gusten las tres...


Roberto Firpo




Juan D'Arienzo




Joaquín Do Reyes

sábado, 17 de junio de 2017

171 - NUEVE DE JULIO - (Roberto Firpo / Francisco Canaro / Agustín Magaldi / Luis Díez / Juan D'Arienzo)

La independencia de Argentina fue reflejada en el tango "NUEVE DE JULIO" del compositor tucumano José Luis Padula, quien en 1916, al cumplirse el centenario de dicha independencia, compuso este tango.

José Luis Padula nació en 1893 y tocaba la guitarra, la armónica, el piano y hasta el bandoneón; estos dos últimos a pura oreja. Le adosaba la armónica a la guitarra –como Villoldo- y le daba a ambos instrumentos conjuntamente. Anduvo un tiempo por Rosario y fue sembrando los caminos con su música.

La partitura del tango tiene como alegoría precisamente este hecho y la casa de Tucumán.

Este tango tuvo dos letras, una de Lito Bayardo, donde se evoca un romance, y otra de Eugenio Cárdenas, quien escribe los versos dedicados a la fecha patria.

La primera grabación correspondió en 1917 a la orquesta de ROBERTO FIRPO, quién incluyó en la misma los gritos de alegría por la independencia lograda. El tango se popularizó instrumentalmente en los años treinta por FRANCISCO CANARO, tras grabarla en 1929 y luego tuvo su mayor suceso en la versión rítmica de Juan D'Arienzo, que la grabó en varias.

Otra singular grabación es la que corresponde a AGUSTÍN MAGALDI, que lo grabó con la orquesta de Ricardo Luis Brignolo en 1931 y con la letra de Bayardo. El año pasado, el músico tucumano LUIS DÍEZ realizó su propio homenaje al Bicentenario de la Independencia y de la manera que mejor sabe: cantando. Y lo hizo con la interpretación del tango "9 de Julio", con la letra de Eugenio Cárdenas y acompañado por las guitarras de Carlos Delpino y Carlos Hugo Pérez.

Por último, agregamos a esta lista un vídeo imperdible, documento histórico del Maestro JUAN D'ARIENZO y su orquesta interpretando el tango "9 de Julio" en un programa de tango realizado en la ciudad de Montevideo en 1972.



Roberto Firpo




Francisco Canaro




Agustín Magaldi




Luis Díez




Juan D'Arienzo


martes, 13 de junio de 2017

170 - PATOTERO SENTIMENTAL - (Hugo del Carril / Ignacio Corsini y Roberto Firpo / Roberto Goyeneche)

La dinámica social -entre otros motivos y según los caos que se presenten a consideración- modifica el significado de las palabras. Particularmente, nuevos hechos y la interpretación que se hace de ellos contribuyen al cambio. Así, podemos afirmar sin dudas que una cosa eran los patoteros de antes y otra los de ahora. Han variado las circunstancias, especialmente la cultura, los comportamientos, los sistemas de valores, los usos y abusos y seguramente, la falta de respeto y el atropello a la razón -fichando con la guita de Discepolín-, empujaron la transformación semántica.

Observado el vocablo desde Madrid, donde está la sede de la "Real Academia Española", es relacionado solo con Uruguay y la Argentina, de un modo genérico, con una significación que no nos es muy familiar. Martín Alonso anota que patotero es, en estos países, el joven callejero, farrista, bravucón y perdonavidas. Es el integrante de una patota, 'pandilla de jóvenes desocupados que por antipatía o simple pasatiempo asaltan a determinadas personas burlándose de ellas o infringiéndoles daño'. Luego de veinte años de aquel concepto el diccionario de la citada corporación, extiende su uso -además de los países mencionados- a Paraguay y Perú. Y, como invariablemente continúa arraigada la actitud de atribuirle los males a los jóvenes, puntualiza que patotero deriva de patota, 'grupo, normalmente integrado por jóvenes, que suele darse a provocaciones, desmanes y abusos en lugares públicos'.

Los letristas incorporaron al hecho sociológico y testimoniaron la presencia del patotero en nuestra historia ciudadana, de un modo natural, descriptivo, gráfico, y colorido, según los personajes reales y conforme nuestras propias circunstancias. En casos, conforme ciertos perfiles. En "PATOTERO SENTIMENTAL", con música de Manuel Jovés y letra de Manuel Romero, el personaje solamente tiene inserción en determinado ambiente y es el "rey del bailongo" y es el "rey del cabaret".

El patotero es un ser sentimental y tristón, por haber abandonado a la mujer que lo amó de verdad, a diferencia de las minas, limitadas al amor sexual y profesional, si se trata del cabaret.

El mensaje y la protesta, en forma de poesía, difundido por dicho órgano de prensa escrita, dirigido por José Gobello, tienen alcance social y político, al denunciar el patoterismo en esos orbes.

Las barras parecían ser los grupos pacíficos: la de la esquina, la del café o el boliche. Y así era, hasta que hubo que agregarle un aditamento a la palabra para significar otra cosa y de tal modo aparecieron las barras bravas, en la ciudad, como un figura nueva asociada a la patota. Arman grescas, atacan a pasajeros, cometen vandalismo y agresiones en el fútbol o roban. El patotero de hoy se alejó de aquel del tango, farrista y divertido, y con poca capacidad para dañar a otro. El fenómeno merece una consideración estructural, donde la economía y la injusticia social también meten la cuchara. Numerosos estudios informan sobre esto. Uno de ellos pertenece a Mapacha Noguerol, Patotas y barras bravas en la ciudad. Aquí se señala, entre otras cosas, el conjunto de factores en nexo a las barras bravas y las patotas. La sociedad actual ha ido creando mayores dosis de violencia en el alma de la gente. La educación no ayudó a achicar el machismo argentino. El crecimiento demográfico y, en forma más amplia, los efectos de la explosión urbana, hicieron desaparecer del escenario al patotero del tango, inofensivo y pintoresco. Guillermo Cabanellas, en su Diccionario Enciclopédico de Derecho Usual, señala que la patota es un vocablo sudamericano, equivalente a pandilla o banda de muchachones por lo general, que en horas de ocio, o por vagos profesionales, se dedican a provocar a inofensivos o casuales transeúntes, a insultar a las parejas e incluso a abusar de las mujeres, en establecido turno para las violaciones. Por lo que anota Cabanellas, Garzón se ocupó del tema en 1910 y Lisandro Segovia en 1911, coincidentes ambos en caracterizarla como cuadrilla callejera que molesta y asalta a los transeúntes, para hacerles daño por odio o antipatía o por entretenimiento y diversión. El patotero es un inadaptado social y un sujeto peligroso que exige rigor preventivo y, más, severidad represiva, sin falsa piedad, pues con el hábito y el machismo acaba en verdadero monstruo.

Dr. Eduardo Giorlandini

Pero bueno, vamos a dejarnos de "patotadas" y escuchemos distintas aunque geniales todas, versiones de este tango, primero en la voz de HUGO DEL CARRIL, en una escena de la película de 1939, "La vida es un tango". La segunda interpretada por quien lo hiciera por primera vez en 1922 en el estreno de la obra "El bailarín del cabaret", en el Teatro Apolo de la ciudad de Buenos Aires, IGNACIO CORSINI, acompañado por la orquesta de ROBERTO FIRPO y por último la versión del gran ROBERTO GOYENECHE, extraída del álbum "Cantor De Mi Barrio".



Hugo del Carril




Ignacio Corsini y Roberto Firpo




Roberto Goyeneche



domingo, 21 de mayo de 2017

147 - FARABUTE - (Alberto Echagüe y Juan D'Arienzo / Carlos Gardel / Teófilo Ibáñez y Roberto Firpo)

"FARABUTE" es un tango de Joaquín Barreiro y Antonio Casciani. El primero, músico y compositor, según datos de Horacio Ferrer, trabajó generalmente en Montevideo; el segundo, conocido como "El Canillita Poeta", fue un poeta lunfardo, que comenzó como letrista con dos temas grabados por Gardel: uno es "Farabute" y el otro "Un Año Más". Escribió también las letras de "Seco...noce", "Justino no más", "Tristeza" y "Se Murió de Amor".

Casciani formaba parte de un grupo de músicos y poetas uruguayos, todos canillitas. Era un canillita noctámbulo y un anarquista pacífico. Según un relato que hizo Diego Lucero (Luis Sciutto, su nombre de familia), cuando Gardel se encontraba trabajando en Montevideo, Casciani lo veía con alguna frecuencia pero no se animaba a entregarle el tango del que él había hecho la letra. La admiración y el respeto que tenía por "El Zorzal" generaba una enorme inhibición hasta que un día se acercó a Gardel y le dijo que tenía un tango, con palabras entrecortadas. "El Morocho" le dijo que no se asustara, que le mandara el tango al hotel. De tal modo, el canillita poeta dejó un rollo en la portería del hotel "Lanata". Poco después, Gardel grabó el tango. Así que por la antigüedad de la letra se puede deducir la antigüedad del uso de la palabra "farabute", no solo en Uruguay sino también en la Argentina. Cuando se habla del lunfardo, en realidad, no deberíamos limitarlo a Buenos Aires, pues como mínimo podemos conceptuarlo como lenguaje rioplatense.

La palabra tiene raíces españolas e italianas. En español es faraute y en italiano es farabutto, que significa muchas cosas: pícaro, pillo, bribón, estafador, canalla, miserable; es, en italiano, también, un imbroglione, un birba o un trufattore.
La voz faraute, para los españoles, desde antiguo, tuvo muchos significados. Era una especie de correo, el que llevaba y traía mensajes; el que al principio de la comedia recitaba el prólogo; el entremetido que creía que podía disponerlo todo y también un intérprete.
Por la forma en que el letrista Casciani utilizó la palabra, ésta se acerca más al italiano que al español. En el lunfardo significa varias cosas, se usa con gran flexibilidad y numerosas aplicaciones, pero existe un común denominador, que estriba en la descalificación que se hace de un hombre; invariablemente, el hombre porque no se le asigna el calificativo a una mujer, de modo que no existe una mujer farabute o farabuta. Por lo menos, en la poemática lunfarda, incluyendo la letrística tanguera. En ésta, aparece también el tango "Ivette", de Costa Roca:

"¿No te traje pa' tu santo 
un par de zarzos de bute 
que una noche a un farabute 
del cotorro le pianté?".

"Alvaro Yunque", seudónimo de Arístides Gandolfi Herrero, publicó un libro titulado La poesía dialectal porteña. Versos rantes. La obra está precedida por varios conceptos. Uno es de Juan María Gutiérrez, que afirmó que el idioma se transformará y no hará más que ceder a la corriente formada por la sucesión de los años. El segundo es de Sarmiento, quien escribió: "Los pueblos en masa, no los académicos, forman los idiomas." Y el tercero corresponde a Nicolás Avellaneda, que afirmó que esta parte de la herencia, el idioma, la hemos perdido con respecto a España y no la deploramos.

Pues bien, Yunque, que perteneció al grupo Boedo, que echó las bases de una literatura popular, dedicó unos versos a Dante A. Linyera y Enrique González Tuñón, donde usó la palabra farabute:

"Los farabutes que al reló se enyugan, 
de uno y otro decían: ¡Qué dos orres! 
Y ellos, pluma en la mano, ¡meta y ponga! 
ellos, los dos, ¡qué dos laburadores!"

("Elegía justiciera para Dante A. Linyera y Enrique González Tuñón").

Prueba más aún la amplitud del uso de farabute la misma realidad, donde también se llama así al plomo. Esta palabra habría sido inventada por Juan D'Arienzo para designar al 'pesado', 'impertinente', 'molesto', 'pegagoso', 'charlatán', 'adulón', 'reiterativo', 'delirante' o al manguero. Una vez llamó plomo a "Pichuco" (Aníbal Troilo), tiernamente. Hoy, plomo en la jerga musical de los jóvenes es el que ayuda a los músicos con los instrumentos y el armado de las instalaciones en el escenario para los recitales.

(Eduardo Giorlandini)

Les ofrezco tres versiones de este tango. La primera, la de la Orquesta del maestro JUAN D'ARIENZO con la voz de ALBERTO ECHAGÜE. La segunda, la del "zorzal criollo", CARLOS GARDEL y la tercera, la de TEOFILO IBAÑEZ acompañado de la orquesta de ROBERTO FIRPO.


Alberto Echagüe y Juan D'Arienzo




Carlos Gardel




Teófilo Ibáñez y Roberto Firpo 



viernes, 14 de abril de 2017

107 - ORGANITO DE LA TARDE - (Nelly Omar / Roberto Rufino / Roberto Firpo)

ORGANITO DE LA TARDE es un tango creado en 1923 cuya letra pertenece a José González Castillo en tanto que la música es de su hijo Cátulo Castillo, que en 1924 obtuvo el tercer premio en un concurso y al año siguiente fue estrenado por Azucena Maizani en una obra teatral y grabado por Carlos Gardel con acompañamiento de guitarras para la discográfica Odeon.

La temática refleja una imagen nostálgica simbolizada en el organito. La letra, que fue compuesta por su autor en 1925 a pedido de su hijo, presenta cuatro personajes: al inicio aparecen un rengo y un viejo que recorren las calles con un organito, luego una retrospectiva de las viejas “que todo lo saben” nos hace saber a la manera de los coros de las tragedias griegas que una vez hubo una mujer –compañera del rengo e hija del ciego- que se fue con el cuarto personaje, un forastero “bailarín, buen mozo y peleador que en una milonga compañera y pierna le quitó”. Algunos cantores –Dumas. Marino, Rufino- suprimieron esta última parte en sus versiones.

La mención del organito en la poesía porteña estuvo siempre ligada a la nostalgia, incluso - curiosamente - en la época en que era absolutamente común encontrarlos por las calles de la ciudad. Esa visión nostálgica evocadora de tiempos pasados tuvo también el efecto no buscado de ocultar la importancia del organito como elemento fundamental para la difusión del tango.

El tango fue estrenado por Azucena Maizani en 1925 como parte de la revista La octava maravilla que representaba la compañía de Héctor Quiroga en el Teatro San Martín con un elenco en que estaban, entre otros, Carlos Morganti, Tomás Simari y Ada Falcón y grabado por la cantante acompañada por la orquesta de Francisco Canaro. El mismo año lo registró Carlos Gardel para Odeon acompañado por los guitarristas José Ricardo y Guillermo Barbieri y, más adelante, hubo otras grabaciones como la de Alberto Marino con la orquesta de Emilio Balcarce para Odeon, 1947;, Enrique Dumas y Roberto Rufino con la orquesta de Armando Cupo para RCA Victor, 1956; Carlos Di Sarli, Rodolfo Biagi, Mariano Mores y el Quinteto Real.

Y aquí vamos a tener la oportunidad de escuchar tres estupendas versiones de audio de este tango. En primer lugar la de NELLY OMAR en un espacio de Radio Splendid. En segundo, la de ROBERTO RUFINO con su conjunto tipico que le acompañó en los principios de su carrera (tomada del canal de youtube Cantando Tangos). La tercera es la de ROBERTO FIRPO y su Nuevo Cuarteto, digitalizada desde un disco de 78 rpm.y tomada desde el canal de youtube de Uchukyoku1.


Nelly Omar




Roberto Rufino




Roberto Firpo