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lunes, 27 de febrero de 2017

62 - EL ULTIMO ORGANITO - (Edmundo Rivero / Caracol Paviotti / Joan Manuel Serrat)

EL ULTIMO ORGANITO es un popular tango compuesto por Homero Manzi y su hijo Acho en 1948. Ha sido interpretado por diversos artistas, entre los que se destacan Edmundo Rivero, María de la Fuente, Roberto Goyeneche, Caracol Paviotti, Joan Manuel Serrat y la orquesta de Francisco Canaro junto a Alberto Arenas. 

Su letra habla sobre los emblemas del barrio y los suburbios; el compadrito encarnado en el organito, símbolo de una sociedad que se va transformando pero que se muestra nostálgica y resiste el progreso, de la muerte, de la mujer amada y la amistad. También ha sido interpretada como un homenaje al poeta paranaense Evaristo Carriego, a quien menciona en una de sus estrofas.

En este tango cada una de las imágenes sabiamente delineadas por su letra, conmueve. Dice Roberto Ruggiero: “Influido claramente por Troilo, Acho Manzi es un exponente de la Nueva Guardia de los 50. Describe un Buenos Aires de calles de barro, presumiblemente situadas en Pompeya, que en franca retirada le cedía el paso a la modernidad. El transistor derrotaba a la manivela del organillero.

Cuenta Neike, milonguero viejo, que es imposible saber las emociones que producen en cada uno de los lectores, la poesía y los recuerdos de determinados hechos o vivencias y que en su caso personal, el organito le trae una extraña melancolía, un cúmulo de sensaciones de lejanía, de barrios de casas bajas, barro, “luces mortecinas”, vecinas cosiendo en ventanales y vivencias de tiempos pasados, sumidos al recuerdo.

Leemos a los historiadores con descripciones completas de el organito, sus inicios, sus formas, sus fabricantes.., pero hay más, ese “algo” que nos llega al corazón y que nos hace pensar, que aún en agonía, podríamos rememorar su melodía simple, primaria casi elemental, pero que supo tallar el alma.

Ese viejo organito que cargó el tango a cuestas, sacándolo de sus oscuros reductos, para llevarlo al barrio, a la vecina que renegaba de él y que termina enamorándose, cuando aún la radio no soñaba ser gestada. Pero el tango no olvida a quien lo quiere y sus músicos, poetas y letrístas supieron cantarle, para que su recuerdo esté siempre vivo, con su musiquita, sus cotorritas, sus caballos y monitos y aunque el tiempo vuele, ese recuerdo vivirá siempre en muchos corazones.

En el tango El Último Organito, Homero no evoca a una amada, a la barra, o al amigo, sino a un objeto: “el organito, un simple objeto que cumple el papel de conjuro, una especie de sortilegio donde al mencionarlo se convocan antiguos recuerdos, con vecinos, con la que abría las persianas cansándose de amar, con el caballo blanco, con el rengo y el monito y, en definitiva, con el alma del suburbio”. 

Es un tango claramente elegíaco con una poesía evocativa, nostálgica pero también algo triste. Sin embargo uno se solaza en esa tristeza por la altura de su decir.


Para disfrutarlo, en esta ocasión he elegido tres versiones, bueno, dos y media, pues la primera que les dejo, la de EDMUNDO RIVERO en un fragmento rescatado del programa Sábados de Tango con Miguel Angel Manzi. La segunda pertenece al extraordinario cantor platense que nos dejara en agosto de 2015, CARACOL PAVIOTTI en el Homenaje a Homero Manzi realizado en la Casa de la Cultura del Fondo Nacional de las Artes en octubre de 2007 y la tercera al famosísimo cantautor español JOAN MANUEL SERRAT, gran aficionado a la música argentina tanto tanguera como folklórica, en la presentación de su disco "Canciones" en el Teatro Gran Rex de Buenos Aires, en el año 2000.


Edmundo Rivero (Fragmento)




Caracol Paviotti




Joan Manuel Serrat

sábado, 7 de enero de 2017

03 - CAMBALACHE (Julio Sosa / Dúo Baglietto - Vitale / Joan Manuel Serrat)

El antológico tango Cambalache lo escribió el compositor Enrique Santos Discépolo, quien además le puso música en 1935. 

Es una de las letras que han marcado la historia del tango del siglo XX, manteniendo una gran vigencia hasta la actualidad. La primera vez que se cantó el tango Cambalache fue en el año 1935, con la interpretación de la actriz y cantante Sofía Bozán en el Teatro Maipo de la ciudad de Buenos Aires. 

Ha sido grabada por infinidad de autores siendo la versión más famosa de todos los tiempos la del “Varón del tango” Julio Sosa. Enrique Santos Discépolo escribió este tango para la película “El alma del Bandoneón” que se estrenó en el año 1936 y protagonizó Libertad Lamarque. 

El tango Cambalache se hizo sumamente popular y se fue convirtiendo en uno de los clásicos de la música argentina. La letra es una fuerte acusación a la corrupción e impunidad de 'la década infame' en la historia de Argentina. Pero podría valer para otros momentos y lugares pues sobrevive hasta el presente en multitud de versiones. 

En el desarrollo de su letra, marca continuamente las diferencias entre lo 'bueno' y lo 'malo', robar y hacer el bien, matar o curar, etc. 

El autor mezcla todo tipo de personajes, buenos y malos: “Stavisky” fue un famoso estafador de origen ruso que se suicidó en una cárcel de Bayona (Francia) en 1934; Don Bosco, fundador de la orden de los salesianos, fue canonizado en ese mismo año; “Don Chicho” fue jefe de la mafia argentina y detenido y procesado en 1932 y “Carnera” boxeador italiano, retuvo el título mundial de peso completo en el bienio 1933/34... Del análisis de la letra de la canción podemos sacar algunas conclusiones sobre el sentido histórico del siglo XX. 

Fue censurado por primera vez durante la dictadura militar del año 1943 por considerarlo sedicioso, tal como sucediera también durante todas las dictaduras posteriores que acontecieron en la historia de Argentina. En 1949, Juan Domingo Perón permitió que el tango vuelva a ser interpretado. La última vez que el tango fue censurado fue durante la Dictadura Militar de 1976, al finalizar ésta en 1983, todo siguió siendo igual en tanto al tango y su libre circulación. 

¿Se dieron cuenta ustedes que la letra habla de un mismo mundo en el año 506 y en el 2000? ¿Se podría decir que esta letra pertenece tanto al pasado, al presente como al futuro? ¿Acaso lo que quiere decir Discépolo en estas líneas que el mundo era así, es así y va a seguir siendo así? Entonces, si en 1935 tenían este "optimismo" sobre el mundo, ¿nosotros que esperanzas podemos llegar a tener sobre cambiar nuestro país? Hoy por hoy, todos hablan de que las personas perdimos los valores, ¿pero entonces en la década del 30 ya existían personas que pensaban que también se estaban perdiendo los valores? 

Resulta irónico pensar que esta misma letra escrita hace 74 años atrás, se adapta perfectamente al presente que hoy vivimos. Describe la corrupción y la mediocridad intelectual que hay hoy en día y como vemos en aquellos también. En él se ve que hay un excelente trabajo sobre la letra, y que un tango haya perdurado a lo largo de todos estos años que ya han pasado, impresiona pero a la vez entristece. Entristece por el lado de que describe a los humanos tal cual somos, y es un hecho lamentable que nosotros mismos nos digamos: " Hoy resulta que es lo mismo ser derecho que traidor, ignorante, sabio, chorro, generoso, estafador". Pero este es el mundo que Discépolo vivió, el que se vive ahora y el que se vivirá en un futuro (si es que no logran cambiarlo). 

Vamos a disfrutar de la versión de CAMBALACHE que es la que ha creado mayor polémica pues es muy probable que Discépolo hubiera elegido, para el tango, con gran cuidado los personajes emblemáticos de su época (debe haber anotado y tachado nombres una y otra vez) hasta escribir finalmente: “Mezclao con Stavisky, van Don Bosco y la Mignon/ Don Chicho y Napoleón/ Carnera y San Martín”. 

JULIO SOSA, el "Varón del Tango" confundió a Stavisky (Alexandre, un estafador ruso de alto vuelo) con el músico también ruso Igor Stravinsky. Con ese convencimiento, reemplazó al supuesto Stravinsky por Toscanini (Arturo), un nombre más cercano al oído de su público que el del autor de “La consagración de la primavera”. 

De paso, sacó de la lista a Carnera (Primo Carnera, campeón mundial de box en la década del 30, de origen italiano) y lo reemplazó por Carrera (probablemente el billarista argentino casi contemporáneo de Sosa). 

Pero ahí no para la cosa. Además del incalificable “se vamo a encontrar” (cuando el original decía “nos vamo a encontrar”), Julio Sosa cambia la ideología anarquista del viejo Discepolín. En la última de las controversias, el autor pone del lado de los “calefones” a los que “viven de los otros” y no a los “que viven de las minas”. Es decir, a los patrones y no a los cafishios.

Además de la versión del Varón del Tango, les dejo las de El dúo BAGLIETTO - VITALE, ocurrida en el festejo por el décimo aniversario de Multimedios Canning y la del cantautor español JOAN MANUEL SERRAT, todas ellas, en vivo.




Julio Sosa




Dúo Baglietto - Vitale




Joan Manuel Serrat