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sábado, 10 de noviembre de 2018

246 - CLAVEL DEL AIRE - (Ignacio Corsini / Carlos Gardel / Hugo del Carril)

CLAVEL DEL AIRE es un tango que fue estrenado en 1929 cuya letra pertenece al poeta uruguayo Fernán Silva Valdés en tanto que la música es de Juan de Dios Filiberto.

El título alude al nombre común de las plantas del género Tillandsia que tiene más de 650 especies aceptadas Y​ es el más diverso de la familia de las Bromeliaceae y se encuentran en los desiertos, bosques y montañas de Centroamérica, Sudamérica, México y en el sur de EE. UU. en Norteamérica. Los miembros de este género también llamados vulgarmente planta azul crecen enlazadas por las raíces a los árboles. Las raíces les sirven únicamente como sujeción, tomando el agua y los nutrientes literalmente del aire, a través de las hojas.

La letra hace ya desde la primera estrofa "Como el clavel del aire / así era ella igual que una flor", un paralelo entre esa flor y su amada. Silva Valdés, un teórico de la poesía campesina, decía que ésta se había iniciado vinculada a la ganadería y que desde la década de 1920 había pasado a tratar temas situados en la ciudad. "Clavel del aire" fue la única colaboración de ambos autores y quedó como un canto nativista, campero según José Alonso y Trelles, otro poeta del mismo estilo. Así como la poesía gauchesca es una poesía letrada sobre temas del campo, la poesía nativista es poesía letrada relativa a asuntos propios del campo pero en lenguaje letrado. Si bien la corriente nativista no prosperó en el tango, esta obra quedó para la posteridad. En su primer libro nativista Silva Valdés incluyó temas de tango, como el cabaré criollo, Decía Silva Valdés: “Yo quería llevar el tango un paso hacia atrás, hacia los buenos tiempos del tango primitivo criollo”.

Juan de Dios Filiberto retomó en "Flor del aire" la canción porteña que había iniciado con Caminito; se trata de “un tipo de tango muy cantábile con una introducción antes de cada una de las dos partes que alterna un fragmento rítmico y otro con alargadas y expresivas melodías” ​si bien luego no prosiguió esa orientación.

Entre otros registros de esta canción, cabe mencionar los de Patrocinio Díaz acompañado con guitarras y órgano de mayo de 1930, de Ignacio Corsini con guitarras en mayo de 1930 para Odeon, de Carlos Gardel con acompañamiento de guitarras para el sello Odeon en septiembre de 1930, de Hugo del Carril en enero de 1940 para RCA Victor del tenor mexicano Juan Arvizu “el tenor de la voz de seda”, de Tito Guizar que la cantó en un filme en el que actuaba Amanda Ledesma, de Pedro Vargas a duo con Libertad Lamarque, de Roberto Rufino con la orquesta de Armando Pontier del 23 de noviembre de 1961 para CBS-Columbia, de Jorge Durán con la orquesta de Carlos Di Sarli del 6 de junio de 1946 para RCA Victor y de Oscar Serpa con la misma orquesta en 1952 para Music Hall, de Juan D'Arienzo cantando Jorge Valdez, de Hernán Salinas con la orquesta de Carlos García, así como la grabación como instrumental de la orquesta de Florindo Sassone del 16 de agosto de 1962 para Odeon.

Escuchemos las versiones de IGNACIO CORSINI, de CARLOS GARDEL y la de HUGO DEL CARRIL.


Ignacio Corsini




Carlos Gardel




Hugo del Carril

244 - CHARLEMOS - (Francisco Canaro y Ernesto Famá / Roberto Rufino y Carlos di Sarli / Ignacio Corsini / Alberto Gómez y Adolfo Guzmán)

CHARLEMOS es un tango de 1940 cuya letra y música pertenecen a Luis Rubistein. El tema es una conversación telefónica en la que sólo se escucha al narrador que ha marcado un número aparentemente equivocado.

El tango fue estrenado el 15 de enero de 1941 en el Teatro Astral por la orquesta de Francisco Canaro, lo grabó Carlos Di Sarli, con la voz de Roberto Rufino, el 18 de febrero de 1941, el 11 de marzo hacía lo propio Ignacio Corsini acompañado por las guitarras de Armando Pagés, Enrique Maciel y Rosendo Pesoa y el mismo año lo registró en Cuba Alberto Gómez con la Orquesta Adolfo Guzmán. Para Selles la más exitosa de aquellas interpretaciones resultó la de Alberto Gómez.​ Adet dice que adquirió popularidad con la versión de Ignacio Corsini​ en tanto Gobello menciona a las dos grabaciones como impulsoras de su difusión.

Manuel Adet señala que la letra no solo narra en menos de tres minutos una historia de amor, sino que contiene un final sorpresivo que los oyentes recién conocerán con la última frase.

La letra nos trasmite exclusivamente las palabras de un hombre en el teléfono. Dice el número y pregunta por Renée a la persona que atiende que, sabremos unos versos más adelante, cuando se refiera a “ella y él”, es una mujer. Él sabe que la mujer que contestó no es Renée, porque ésta no existe y le propone seguir hablando y ella acepta. Se supone que está solo, necesitado de conversar, pero al decir “charlando soy feliz” también indica que no ha renunciado por completo a la vida. Propone soñar “con la gris tarde que llueve...”, color que en los tangos tiene que ver con la tristeza, la soledad y la melancolía. Si del hombre no se conoce nada aparte de su soledad, de la mujer que atiende del otro lado, tampoco se sabe otra cosa salvo que ha aceptado escucharlo. A esta altura Adet se interroga:

“¿Se trata de una mujer común y corriente? No lo sabemos ¿Es un alma caritativa? Difícil ¿O es acaso una prostituta? Lo que está planteado en la última estrofa es que ella quiere verlo. ‘¿Que dice... tratar de vernos? Sigamos con la ilusión?/ hablemos sin conocernos, corazón a corazón’, responde él. ¿Por qué una mujer que atiende a un desconocido por teléfono, acepta conversar y luego le propone verlo? La hipótesis de la prostituta crece, pero Rubistein nada nos dice porque no es lo que más importa o porque prefiere jugar con la ambigüedad.”


La última estrofa contiene un interesante y poético juego de palabras: ella le propone “verse”, lo que en el habla coloquial significa “encontrarse” y el poeta dilata el final introduciendo una nota de suspenso: “No puedo... no puedo verla... es doloroso lo sé...” que hace suponer al oyente que algún motivo personal impide la cita; entonces el último verso informa que la imposibilidad de verla no es la de acudir a la cita sino que proviene de su ceguera... “¡Cómo quisiera quererla!/ Soy ciego...perdóneme”. Aquí Adet vuelve a interrogarse:

"Recién en esas tres últimas palabras descubrimos que el personaje es no vidente. ¿Es así? ¿No será acaso una excusa para afrontar la realidad? ¿Por que en lugar de decir, ‘cómo quisiera verla’, ahora dice ‘cómo quisiera quererla’? ¿La ceguera es física o moral?"

Julio Nudler hace referencia al contexto político, señala que en 1940 los nazis y la propaganda antisemita rechazaban y discriminaban a los judíos, y opina que Rubistein, hijo de judíos rusos, es probable que ha querido proclamarlo: “Soy judío... perdóneme”.

Originalmente el número del teléfono al que se llamaba era «¿Retiro sesenta once?» -en esa época se usaba decir la característica telefónica (en el caso, Retiro que era el 31) seguida del número- y el resultado 31-6011 coincidía casualmente con el número telefónico de la estación de ferrocarril de ese nombre. Comenzaron a abundar los llamados de bromistas que cuando la telefonista de la estación atendía decían «Quisiera hablar con Renée». Para solucionarlo, Rubistein cambió Retiro por Belgrano. En la versión grabada por Ernesto Famá con la orquesta de Canaro se habla de Retiro y la pregunta no va a dirigida a Renée sino a Esther.

Vamos, ahora, a tener la oportunidad de escuchar las cuatro versiones anteriormente citadas. En primer lugal, la de FRANCISCO CANARO con la voz de ERNESTO FAMÁ. Después la de ROBERTO RUFINO acompañado por la orquesta de CARLOS DI SARLI. Continuaremos con la de IGNACIO CORSINI para acabar escuchando la versión de ALBERTO GÓMEZ acompañado por la orquesta de ADOLFO GUZMÁN.

Disfrútenlo!


Ernesto Famá y Orquesta de Francisco Canaro




Carlos di Sarli y Roberto Rufino




Ignacio Corsini




Alberto Gómez y Orquesta de Adolfo Guzmán





domingo, 4 de noviembre de 2018

242 - CAP POLONIO - (Ignacio Corsini / Enrique Delfino / Roberto Malestar / Alberto Marino)

CAP POLONIO es un tango compuesto en 1921 por Adolfo Rosquellas, que fue grabado en 1922 por Roberto Firpo en versión instrumental. El mismo año lo registró Ignacio Corsini, acompañado por Iriarte y Correa, con una letra que a su pedido hizo Juan Andrés Caruso y, posteriormente, lo fue por otros músicos. Ese mismo año lo grabó Enrique Delfino en solo de piano que realza los valores de la composición.

El nombre proviene de un transatlántico alemán de la empresa Hamburg Süd que en la década de 1920 llevaba pasajeros entre Buenos Aires y Hamburgo y también hacía viajes de crucero a Brasil y a la Patagonia.

Se dice que siendo pasajero de ese barco, Adolfo Rosquellas oyó a una señorita tocar varias veces en el piano la zamba La López Pereyra, considerada como el “himno de Salta”, y utilizó su melodía para la segunda parte de este tango que bautizó Cap Polonio. Andrés Chazarreta había sido el primero en difundir por todo el país la zamba La López Pereyra, que firmó como de su autoría en 1916, pero en 1958 se determinó que había sido compuesta por Artidorio Cresseri. El autor la tituló en Salta en la primera década de 1900, al dedicarla al juez Carlos López Pereyra que lo juzgó por un femicidio, pues había matado a su esposa tras una discusión producida al retornar a su casa tras una noche de música y entretenimiento, para lo cual aplicó por primera vez en el país la figura legal de la emoción violenta extraída de la jurisprudencia francesa.

Cap Polonio no fue el único tango vinculado al barco, ya que Francisco Lomuto, que por esa década trabajó con su orquesta amenizando los viajes compuso a bordo las piezas "Nunca más" (1922) con letra de Oscar Lomuto y la letra y música de "Tierra del Fuego" que grabó Carlos Gardel en 1923.

El tema tendría otras derivaciones pues en 1964, José Canet hizo una adaptación de La López Pereyra en tiempo de tango al que tituló López Pereyra, que registró Alberto Marino con el acompañamiento de sus guitarras, con la letra original.

A continuación les dejo las citadas versiones de IGNACIO CORSINI, de ENRIQUE DELFINO y una, estupenda, de ROBERTO MALESTAR con el Trío Ciriaco Ortiz, de 1948. Por último, la de ALBERTO MARINO, con el nombre de "López Pereyra".


Ignacio Corsini




Enrique Delfino




Roberto Malestar con el Trío Ciriaco Ortiz




Alberto Marino - "López Pereyra"

martes, 2 de octubre de 2018

207 - EL ADIÓS - (Ignacio Corsini / Francisco Canaro y Roberto Maida / Ivana Fortunati)

Maruja Pacheco Huergo ha pasado a la historia por su tango EL ADIOS -al que le pondría versos Virgilio San Clemente-, dada la hermosura del mismo, que vendió un millón y medio de ejemplares en papel, como señalara mi compañero de tareas en la Editorial Abril, el querido Pepe Barcia. Además, le explicó precisamente al bueno de Pepe, la forma en que le surgió el tema:

-Serían aproximadamente las 2 de la mañana de un día de primavera en el tiempo y en mis verdeantes años. En la amplia casa en que vivía, mi madre y yo. Siempre mi madre, que me sigue guiando desde el cielo. Ella tejía y yo improvisaba sobre el teclado del piano algo que nacía...
-Me gusta, terminala..-dijo mi madre.
-Su voz tenía el mismo acento de la melodía. Yo dejaba que mis dedos retozaran libremente. Tenía la sensación de que cada nota era algo así como una gota de lluvia que se deslizaba desde mi corazón hasta el hueco de mis manos. Sin darme cuenta, la obra quedó concluida. Mi madre volvió a hablar.
-Es muy sentida. Y agregó: Qué bien si Ignacio Corsini pudiera escucharla...
-Cuando Corsini la escuchó por tercera vez consecutiva, empezó a entonarla con admirable precisión. Me propuso inmediatamente presentarme a un poeta amigo suyo para que escribiese los versos. Fue de ese modo como conocí a San Clemente. Ambos vinieron un día a mi casa y San Clemente, al oír los primeros compases de mi composición, sobre la misma página donde estaba la melodía, dejó estampada la emoción de una estrofa improvisada: "En la tarde que en sombras se moría, / buenamente nos dimos el adiós...".

Y cuando Corsini lo estrenó fue un impacto tremendo. Lo grabó el 2 de febrero de 1938. De inmediato se puso en la órbita popular. Y comenzó a girar en el repertorio de orquestas y cantantes de todo el mundo hasta el día de hoy. Raquel Meller, Alfonso Ortiz Tirado, Pedro Vargas, Juan Arvizu, La Sonora Matancera entre otros, lo registraron. Entre los argentinos, Ángel Vargas con su orquesta dirigida por Armando Lacava, Pugliese con Maciel, Donato con Horacio Lagos, Hugo del Carril con Tito Ribero y su orquesta, Francisco Canaro con Maida, etc.

Jose Maria Otero en "Tangos al bardo"

De todas ellas he elegido las versiones de IGNACIO CORSINI, la de FRANCISCO CANARO y ROBERTO MAIDA (ambas de 1938) y por último, una mucho más actual y en vivo, la de IVANA FORTUNATI, tomada en el festival de La Falda 2009.


Ignacio Corsini




Francisco Canaro - Roberto Maida




Ivana Fortunati

206 - LA MAZORQUERA DE MONSERRAT - (Enrique Maciel / Francisco Canaro / Ignacio Corsini)

"Cumplió quince años la primavera/ del año rojo de la ciudad/y la llamaban La Mazorquera/en todo el barrio de Monserrat/Eran sus ojos negros, traidores,/ y lastimaban como un puñal /y los sargentos restauradores/ le dedicaban este cantar/Cuida la vida del que te quiera/porque cien dagas lo buscarán/por tus amores de Mazorquera/en la Parroquia de Monserrat"
La Mazorca fue un cuerpo parapolicial que existió y estuvo al servicio del Restaurador de las Leyes, don Juan Manuel de Rosas. Fue una sociedad política liderada por doña Encarnación Ezcurra, su esposa. El período en que desempeñó sus actividades ligadas al terror como instrumento de gobierno, fue el que abarcó el mandato de Rosas como gobernador de la Provincia de Buenos Aires. (1829-1832 y 1835-1852).
Estaba asociada a la Sociedad Popular Restauradora, institución que aglutinaba a un grupo de comerciantes y componentes de la clase media porteña, reunidos con la finalidad de apoyar al gobierno federal de Rosas, hablaban de política, informaban sobre actividades realizadas por personas opositoras al régimen y realizaban frente a sus casas, demostraciones de desprecio en lo que hoy se conoce como "escraches".
El 29 de abril de 1834 se considera como la primera aparición pública de la Asociación Popular Restauradora, ya que en esa fecha realizaron disparos en la casa del Ministro Manuel García y del diputado Pedro Vidal, ambos vinculados a Rivadavia. En 1835 asume como gobernador Juan Manuel de Rosas y se le concede la suma del poder público.
Como consecuencia de ello, la Mazorca acentuó sus actividades de amedrantamiento contra opositores y se consideró traidor a todo contrario al régimen rosista. Estaba constituida por dos cuerpos de policías y serenos dirigidos por el tristemente célebre Ciriaco Cuitiño y Andrés Parra. Entre los subordinados menores estaba Silverio Badía, Fermín Suárez, Leandro Antonio Alen (el padre de Leandro N. Alem quien cambiara la última letra de su apellido para evitar toda discriminación) y Cirilo José Moreira, el padre del gaucho Juan Moreira, un español muy sanguinario. Las tropas se acantonaban en los cuarteles de Santos Lugares y allí en tenebrosas prisiones llamadas crujías, la mazorca ejercía el terror y la represión contra los opositores.
Se caracterizó por el uso de símbolos que representaban el terror, la opresión y toda acción violenta contra los que se oponían a Rosas. La divisa punzó fue el emblema más representativo que ostentaban y su uso se hizo obligatorio. Quien no lo hacía era penado severamente y en el momento de mayor violencia quienes no la usaban eran asesinados. A las mujeres que no la portaban se las pegaba con brea caliente en el cabello. También se hizo obligatorio el uso del color rojo punzó en la vestimenta incluso de niños y religiosos y la Mazorca era la encargada de controlar el cumplimiento de esta disposición. Además se pintaban de rojo los edificios, las iglesias y se dejó de usar el color celeste que representaba a los unitarios -por temor a represalias-.
Muchos opositores debieron emigrar a Montevideo y otros fueron fusilados. En mayo de 1840 un grupo de 4 unitarios pretendió huir secretamente a Montevideo y al ser descubiertos, fueron asesinados por La Mazorca. Este suceso es relatado en la novela Amalia de José Mármol. Según José Rivera Indarte, el número de asesinatos alcanzó a 480.
Finalmente digamos que luego de Caseros (3 de febrero de 1852) Cuitiño y Alen fueron ejecutados a las 9 de la mañana del 29 de diciembre de 1853 sobre el paredón que daba a la Iglesia de La Concepción, ubicada en Tacuarí e Independencia y sus cuerpos colgados por espacio de 4 horas ante la vista de todos. Al acto de ejecución acudieron miles de vecinos. Cuitiño fue asistido por el cura franciscano Fray Nicolás Aldazor y el domínico Fray Olegario Correa. Como acto de última voluntad, Cuitiño pidió aguja e hilo y con esos elementos cosió el pantalón a la camisa: "Como sé que me van a colgar, declaró, no quiero que a un federal, ni de muerto se le caigan los pantalones".
"Y fue un sargento loco de celos/, que hirió una tarde con su puñal/la daga roja de sus cien duelos/la Mazorquera de Monserrat/Llena de sangre, mientras moría/ cayó una estampa de entre su chal/ y en el suspiro de su agonía/el mazorquero creyó escuchar/estas palabras, roncas, llorosas/ sólo a ti amaba y al expirar/besó en la estampa la faz de Rosas/ la Mazorquera de Monserrat."

LA MAZORQUERA DE MONSERRAT es un tango compuesto en 1929 con letra de Héctor Pedro Blomberg y música de Enrique Maciel, que aquí vamos a escuchar en tres diferentes versiones. La primera, la de la orquesta de uno de sus autores, ENRIQUE MACIEL. La segunda, otra versión instrumental, esta vez a caro de la orquesta del gran FRANCISCO CANARO. Por último la versión cantada realizada por IGNACIO CORSINI. En fin, todo un lujo...


Enrique Maciel




Francisco Canaro




Ignacio  Corsini



jueves, 3 de agosto de 2017

187 - TABERNERO - (Ignacio Corsini / Aníbal Troilo y Fiorentino / Carlos Acuña / Carlos Gardel)

TABERNERO fue una de las grandes creaciones de Fiorentino con la orquesta de Aníbal Troilo. Años antes lo había grabado Carlos Gardel y me gusta recordar cómo se hizo esta página porque contiene unos ingredientes y anécdota muy interesantes.

A mí me la contó ambas Pepe Barcia, compañero y amigo en una revista que hacíamos en la Editorial Abril y en la cual yo era Jefe de Redacción y Barcia se ocupaba del turf. Era un buenazo, me regaló tres libros suyos y entre ellos, ése donde también relata la creación de Tabernero y que acá lo traigo.

En uno de aquellos inovidables almacenes con despacho de bebidas, la mayoría regentados por inmigrantes gallegos, situado en la inersección de las calles Rivadavia y Dolores, barrio de Flores, se reunían cotidianamente una barra de amigos. Esto sucedía en toda la Capital porteña, pero en este caso se trataba de un grupo de amigos, vinculados la mayoría, con el ambiente musical de la época.

Una noche llegó a la rueda, como lo hacía habitualmente, Raúl Costa Olivieri, que como tantos muchachos de la época querían emular a Gardel y Magaldi. Al tiempo de sentarse, anunció a sus amigos: "Traigo algo". Fausto Frontera, un violinista que anduvo tocando por Francia e Italia y compuso páginas como Cortando camino o Callejera entre otras, y Miguel Cafre, lo miraron perplejos y expectantes y Costa Olivieri comenzó a recitar unos versos que, luego con un lápiz, escribiría en el mármol de la mesa.

Cafre - que se apellidaba en realidad Cáfaro e integraba un dúo muy conocido con una muchacha apellidada Mendoza-, y Frontera no se demoraron en improvisar, midiendo al tanteo el tiempo de los compases, la melodía que encajaba en la letra, pero sin anotarla.

Al día siguiente, a hora temprana, se presentó Costa Olivieri en la casa de Frontera. Mostraba preocupación porque se le habían borrado de la memoria las estrofas creadas la noche anterrior de repente, al modo de los payadores.

-Vamos al almacén -sugirió Frontera- quizás todavía no hayan limpiado la mesa.

Efectivamente, éso sucedió y así se rescataron los perdurables octosílabos del tango Tabernero, estrenado el 19 de octubre de 1919 en el Teatro América de la calle Boedo, en una función a beneficio de los canillitas (vendedores de periódicos), por Cafre-Mendoza, y que grabaría en disco, antes que nadie, Ignacio Corsini.

Cuando se lo llevaron a Gardel, su franqueza no anduvo con rodeos. No sólo no le gustaba sino que dijo: Además Miguel (Cafre) lo canta muy bien y yo no podría hacerlo como él. Curiosamente, en 1927, estando en España, mientras iba en un taxi por Barcelona se lo oyó cantar al conductor del coche y Gardel le preguntó si ese tango que cantaba era un tango español.
-No, hombre, es un tango argentino y se llama Tabernero - respondió el chófer.

Gardel se entusiasmó entonces y lo grabaría con sus guitarristas José Ricardo y Guillermo Barbieri a los pocos días de aquel hecho, y porque las "escobas" del gran cantor lo conocían muy bien al tango, al que registraron con el título de "El tabernero".

José María Otero en "Tangos al bardo".

Escuchemos cuatro grandes versiones de este tango empezando por la primera en orden cronológico: la de IGNACIO CORSINI. Continuaremos con la de ANIBAL TROILO, que hizo toda una creación de este tema con la voz de FRANCISCO FIORENTINO. A continuación una de mis preferidas, la del gran CARLOS ACUÑA, para terminar con la irremplazable versión de CARLOS GARDEL.


Ignacio Corsini




Aníbal Troilo y Fiorentino




Carlos Acuña




Carlos Gardel




martes, 13 de junio de 2017

170 - PATOTERO SENTIMENTAL - (Hugo del Carril / Ignacio Corsini y Roberto Firpo / Roberto Goyeneche)

La dinámica social -entre otros motivos y según los caos que se presenten a consideración- modifica el significado de las palabras. Particularmente, nuevos hechos y la interpretación que se hace de ellos contribuyen al cambio. Así, podemos afirmar sin dudas que una cosa eran los patoteros de antes y otra los de ahora. Han variado las circunstancias, especialmente la cultura, los comportamientos, los sistemas de valores, los usos y abusos y seguramente, la falta de respeto y el atropello a la razón -fichando con la guita de Discepolín-, empujaron la transformación semántica.

Observado el vocablo desde Madrid, donde está la sede de la "Real Academia Española", es relacionado solo con Uruguay y la Argentina, de un modo genérico, con una significación que no nos es muy familiar. Martín Alonso anota que patotero es, en estos países, el joven callejero, farrista, bravucón y perdonavidas. Es el integrante de una patota, 'pandilla de jóvenes desocupados que por antipatía o simple pasatiempo asaltan a determinadas personas burlándose de ellas o infringiéndoles daño'. Luego de veinte años de aquel concepto el diccionario de la citada corporación, extiende su uso -además de los países mencionados- a Paraguay y Perú. Y, como invariablemente continúa arraigada la actitud de atribuirle los males a los jóvenes, puntualiza que patotero deriva de patota, 'grupo, normalmente integrado por jóvenes, que suele darse a provocaciones, desmanes y abusos en lugares públicos'.

Los letristas incorporaron al hecho sociológico y testimoniaron la presencia del patotero en nuestra historia ciudadana, de un modo natural, descriptivo, gráfico, y colorido, según los personajes reales y conforme nuestras propias circunstancias. En casos, conforme ciertos perfiles. En "PATOTERO SENTIMENTAL", con música de Manuel Jovés y letra de Manuel Romero, el personaje solamente tiene inserción en determinado ambiente y es el "rey del bailongo" y es el "rey del cabaret".

El patotero es un ser sentimental y tristón, por haber abandonado a la mujer que lo amó de verdad, a diferencia de las minas, limitadas al amor sexual y profesional, si se trata del cabaret.

El mensaje y la protesta, en forma de poesía, difundido por dicho órgano de prensa escrita, dirigido por José Gobello, tienen alcance social y político, al denunciar el patoterismo en esos orbes.

Las barras parecían ser los grupos pacíficos: la de la esquina, la del café o el boliche. Y así era, hasta que hubo que agregarle un aditamento a la palabra para significar otra cosa y de tal modo aparecieron las barras bravas, en la ciudad, como un figura nueva asociada a la patota. Arman grescas, atacan a pasajeros, cometen vandalismo y agresiones en el fútbol o roban. El patotero de hoy se alejó de aquel del tango, farrista y divertido, y con poca capacidad para dañar a otro. El fenómeno merece una consideración estructural, donde la economía y la injusticia social también meten la cuchara. Numerosos estudios informan sobre esto. Uno de ellos pertenece a Mapacha Noguerol, Patotas y barras bravas en la ciudad. Aquí se señala, entre otras cosas, el conjunto de factores en nexo a las barras bravas y las patotas. La sociedad actual ha ido creando mayores dosis de violencia en el alma de la gente. La educación no ayudó a achicar el machismo argentino. El crecimiento demográfico y, en forma más amplia, los efectos de la explosión urbana, hicieron desaparecer del escenario al patotero del tango, inofensivo y pintoresco. Guillermo Cabanellas, en su Diccionario Enciclopédico de Derecho Usual, señala que la patota es un vocablo sudamericano, equivalente a pandilla o banda de muchachones por lo general, que en horas de ocio, o por vagos profesionales, se dedican a provocar a inofensivos o casuales transeúntes, a insultar a las parejas e incluso a abusar de las mujeres, en establecido turno para las violaciones. Por lo que anota Cabanellas, Garzón se ocupó del tema en 1910 y Lisandro Segovia en 1911, coincidentes ambos en caracterizarla como cuadrilla callejera que molesta y asalta a los transeúntes, para hacerles daño por odio o antipatía o por entretenimiento y diversión. El patotero es un inadaptado social y un sujeto peligroso que exige rigor preventivo y, más, severidad represiva, sin falsa piedad, pues con el hábito y el machismo acaba en verdadero monstruo.

Dr. Eduardo Giorlandini

Pero bueno, vamos a dejarnos de "patotadas" y escuchemos distintas aunque geniales todas, versiones de este tango, primero en la voz de HUGO DEL CARRIL, en una escena de la película de 1939, "La vida es un tango". La segunda interpretada por quien lo hiciera por primera vez en 1922 en el estreno de la obra "El bailarín del cabaret", en el Teatro Apolo de la ciudad de Buenos Aires, IGNACIO CORSINI, acompañado por la orquesta de ROBERTO FIRPO y por último la versión del gran ROBERTO GOYENECHE, extraída del álbum "Cantor De Mi Barrio".



Hugo del Carril




Ignacio Corsini y Roberto Firpo




Roberto Goyeneche



jueves, 18 de mayo de 2017

142 - ¿DÓNDE ESTÁS CORAZÓN? - ( Libertad Lamarque / Ignacio Corsini / Mocedades)

¿DÓNDE ESTÁS CORAZÓN? nació como canción con letra y música de Luis Martínez Serrano y fue estrenada en 1924 por el barítono Daniel Arroyo en el Teatro Regis de la ciudad de México, acompañado por la orquesta dirigida por el autor en el marco de en la revista México a la vista y tuvo gran repercusión en México y España. Dos años más tarde el bandoneonista Augusto P. Berto llegó a México en el curso de una larga gira por países de América que realizaba con la compañía teatral de Camila Quiroga, y al frente de su trío típico (con Roberto Tach y Remo Bolognini), que actuaba en los intervalos.

Berto conversó con Martínez Serrano para adaptar la canción al ritmo de tango, y ambos acordaron en repartir por mitades los beneficios que se produjesen cuando fuera ejecutada tango. Al regresar a Buenos Aires, Berto la estrenó con gran éxito en los carnavales e Ignacio Corsini le dio un impulso definitivo al grabarla con acompañamiento de guitarras en 1930. Entre quienes, con el tiempo, también la grabaron se encontraron Juan Arvizu, Miguel Caló con la voz de Raúl Del Mar y un recitado de Héctor Gagliardi –el Triste-, Alberto Castillo, Charlo, con las orquestas de Francisco Canaro y de Francisco Lomuto el 31 de marzo de 1928, Julio De Caro cantando en francés Pedro y Juan Lauga, Ada Falcón con la orquesta de Canaro, Teófilo Ibáñez con la orquesta de Roberto Firpo, Armando Pontier con la voz de Oscar Ferrari, el trío Irusta-Fugazot-Demare, Leo Marini, Blanca Mooney con Luis Stazo, Azucena Maizani, Antonio Rodio con la voz de Alberto Serna el 23 de mayo de 1944, Tito Schipa, Mercedes Simone con orquesta, entre otros.

En México se filmó una película con el nombre de este tema, y el leit motiv del filme es la canción. Rosita Quintana y Miguel Aceves Mejía tienen papel relevante en el mismo. Luis Martínez Serrano en uno de sus retornos a Buenos Aires, coincidió algunos meses con Carlos Gardel, actuando ambos en el Teatro Florida. Pero Gardel no accedió a grabar el tema pues ya lo habían hecho otros artistas y él prefería estrenarlos o bien que antes no hubiesen tenido casi difusión.

Hoy lo traigo en tres versiones. La primera corresponde a LIBERTAD LAMARQUE y pertenece a "La loca", film dirigido por Miguel Zacarías del año 1952. La segunda es la antes referida de IGNACIO CORSINI de 1930. Por último les dejo la del grupo MOCEDADES, emitida en el programa de TVE, "300 millones" de 1982 y donde podrán comprobar el estilo tan particular del grupo español.


Libertad Lamarque




Ignacio Corsini




Mocedades



lunes, 15 de mayo de 2017

139 - LA GUITARRERA DE SAN NICOLÁS - (Ignacio Corsini / Nelly Omar / Enzo Valentino)

LA GUITARRERA DE SAN NICOLÁS es un vals compuesto por Héctor Blomberg y Enrique Maciel en 1930. La otra Camila a la que alude Blomberg en el vals del título, era aquella

"que le cantaba de amores, 
en las noches del Restaurador
y también al oír su guitarra
     las porteñas lloraban de amor”…

La parroquia de San Nicolás (San Nicolás de Bari), ubicada en el barrio del mismo nombre , se emplazaba donde hoy está ubicado el obelisco porteño, pero hacia 1936, durante la intendencia de Mariano de Vedia y Mitre en una decisión desacertada, fue demolida y en su reemplazo se erigió el mamotreto aludido. Ya lo dije en otras entregas que las parroquias le daban no solo el nombre al barrio, sino también le fijaban los límites.

Poco sabemos de ella, el poeta la menciona y alude en su poesía a su asesinato, vaya paradoja, a manos de la Mazorca.

Camila nuestra guitarrera, le cantaba a las tropas mazorqueras en los cuarteles de Santos Lugares, donde los federales tenían su cantón. Allí ejecutaron a Camila O’Gorman y Ladislao Gutiérrez. También posteriormente hicieron lo propio con ella.

“Un jazmín floreció en sus cabellos
y al cantar tu postrera canción 
de rodillas cayó la Mazorca
de Cuitiño sangró el corazón”… 

También hay que señalar que la Mazorca era una agrupación parapolicial al servicio de Rosas, la cual sembraba el terror, la persecución y asesinato de los opositores y que Ciriaco Cuitiño era su jefe, conocido por su crueldad e impiedad con los adversarios de Rosas.

“Guitarrera guardé tu guitarra
porque nadie sus cuerdas jamás
pulsará como tu la pulsabas
en las noches de San Nicolás
Donde están tus cielitos de sangre?
donde está tus vidalas de amor? 
donde está la canción que cantabas? 
en los tiempos del Restaurador?
Cintas rojas y flores de sangre 
para que no te olviden jamás
coloqué en tu guitarra dormida
guitarrera de San Nicolás”…



En 1930 grabó este vals el gran cantor nacional IGNACIO CORSINI, con acompañamiento de guitarras. Existe otra grabación de NELLY OMAR realizada en 2004 a los 93 años en su disco "La Criolla" con el conjunto de guitarras de Carlos Juarez y una versión de ENZO VALENTINO, acompañado de la Orquesta de Roberto Pansera del año 1968. Aquí se las dejo.


Ignacio Corsini




Nelly Omar 




Valentino

138 - LADRILLO - (Edmundo Rivero / Ignacio Corsini / Imperio Argentina)

"LADRILLO" es un tango de antología de Juan de Dios Filiberto al que puso letra Juan Andres Caruso. Muchos han dicho y asegurado haberlo escuchado en la voz de Carlos Gardel. Es muy posible que haya estado en su repertorio, al menos una vez sí lo grabó, pero lo cierto es que esa matriz aún no ha aparecido. Su letra habla de alguien que vivía en un conventillo y mató en buena ley; el barrio lo quería y esperaba que algún domingo saliera en libertad para seguir cantando sus coplas mistongas.

Estando en un cladestino, en la Comuna del Bosque, en La Barra, alguien me preguntó: ¿Conoce usted mijo, el Tango " Ladrillo"? - Sí lo he escuchado,varias veces... ¿Por qué? - respondí - Yo soy el verdadero "Ladrillo" - me respondió el sujeto con vos humilde, pero que denotaba cierto orgullo. - Mijo: ¿Usted sabe lo que es estar a la sombra, cinco años y un día? Hay quienes se hacen lo chorros y jamás han dormido al intenperie, que jamás han sentido que la vida se les va... Mijo, no sabe lo que es ser rebanados por un puñal, el acero no tiene dignidad, da lo mismo, de quien sea , el metal no discrimina el cuerpo...

Sin embargo, lo escuchaba , pero me quedé pensando en otra cosa. Estaba conversando con un sujeto, que se proyectaba con ese viejo y popular tango " Ladrillo", que habla de quien vivía en un conventillo y mato en buena ley, con un barrio que lo quería y esperaba que , en algún buen domingo, saliera en libertad para seguir cantando sus coplas mistongas. ¡Pero cuantos " Ladrillos" apócrifos hay, que cantan sus coplas, sin las vivencias, que dan las rejas, rondando por ahí con el cartel de chorros amparados por luces de neón, cuantos hay que viven una vida ajena! Así como existen muchos tipos y diferentes acentos de Tango, y quienes los cantan lo hacen desde su vivencia, desde su esencia, tienen algo del tango original, de los arrabales de Buenos Aires , o de Montevideo, pero son diferentes y no poseen el sabor del original. Está el tango oriental, el tango europeo, una vez escuche tango de Hong Kong, de una cassette que trajo un viejo tailandés, antes de salir clandestinamente de China. Otra vez escuche tango en alemán, portugués... Hay tangos en casi todos los idiomas y timbres... Creo que todos tenemos ese compañero que cayo, en cana, por " matar en buena ley", ese Ladrillo, que se refrescaba, por las noches en la pileta del conventillo, y se recuesta en los pastizales a la salida de la casa, con mas antejardín, y que se pone a cantar alguna melodía de antaño diciéndonos: ¡ No canto para mejorarme del corazón, pues yo no tengo penas de amor guardadas!

Jorge F. Torre 
(Fuente: http://hijituslogia3.blogspot.com.es)


Les voy a dejar tres versiones extraordinarias de este tango, compuesto en 1926: la de EDMUNDO RIVERO, la de IGNACIO CONTURSI y la muy extraña grabación en 1929 de IMPERIO ARGENTINA, todas ellas en audio.


Edmundo Rivero




Ignacio Corsini




Imperio Argentina






sábado, 29 de abril de 2017

124 - ZARAZA - (Rafael Canaro y Carlos Dante / Ignacio Corsini / Cristian Vasile)

Mi amigo Anyulín estimuló mis recuerdos lontanos, trayéndonos a Ignacio Corsini con su gola atenorada y ese deje campesino melancólico. Con tangos para su estilo, como ZARAZA, de Bejamín Tagle Lara. A este periodista y poeta, Gardel le grabó tres temas, las zambas Por el camino y Cocorocó, y el tango Una tarde.

A propósito de este tango Zaraza, le doy cuerda y una buena zaranda a mis recuerdos.

Año 1962. Estaba saliendo de una historia sentimental y con un amigo de toda la vida (menor que yo), intimamos con unas chicas de la revista brasileña Skindó que actuaba en Buenos Aires y las seguimos a Montevideo.

Allí les anunciaron que la gira seguiría, y estas buenas chicas nos dejaron las llaves de sus deptos, en Rio y Copacabana para encontrarnos al regreso. Justo arribamos una semana antes del Carnaval. La reina ese año fue la maravillosa Rita Haywhort, a quien pudimos ver de cerca. Fuimos para unos días. Nos afincamos un año. Pa’qué contar… Brasil se preparaba para el Mundial de Chile y los vi en varios partidos de preparación. Seguí todo el año al Botafogo en el Maracaná. Jugaba Manga al arco, “A enciclopedia” Nilton Santos atrás, Gerson, y arriba: Garrincha, Didí, Quarentinha, Amarildo y Zagalo…¡Uy dioca..!

Yo hacía cosas para una agencia de publicidad, asistí a la piscina cuando Nicolao batió el récord mundial de los 50 m. mariposa, y aparecí en fotos los diarios de allí dándole la mano para salir del agua. Increíble: no había ningún periodista ni dirigente argentino.

Me salteo anécdotas y voy al grano: Una tarde íbamos con mi amigo por la rúa y nos enfrentamos a dos mulatinhas preciosas. Delgaditas, zumbonas, las chamuyábamos y ellas se dejaban querer con grandes sonrisas, sin conversa, hasta que pararon ante una puerta angosta. La vimos subir unas escaleras de madera y yo me mandé pese a la oposición de mi amigo, que era más prudente. Cuando llego arriba …me quise morir… Era un lugar de baile, todos morenos y mulatas, y una orquesta de….¡Tango! en el escenario…

Y estaban tocando Zaraza. Mi amigo se reía porque yo conocía a la mayoría de los autores y no podía imaginar cómo había caído ese tango ahí.

1970. Final Intercontinental: Feyenoord-Estudiantes de la Plata. La Razón me manda a cubrir el partido. Una tarde, después de despachar las crónicas nos metimos en una Confitería céntrica muy linda para tomar algo. Estaba Juan De Biase, Onesime, Julio César Calvo yo, y alguno más. La gente tomaba el te en silencio y un pianista tocaba música romántica. Como nuestras voces superan el listón normal, el pianista se dio cuenta de nuestra presencia y cambió el repertorio. Empezó a tocar: ¡Zaraza..!!!!! (Y mis compañeros no tenían ni idea…)

1974. Enero, sorteo de los grupos del Mundial de Alemania. Voy por El Gráfico al mismo. De repente descubrieron el nuevo trofeo que sucedía a la Jules Rimet (había pasado a poder de Brasil). Mi audacia no perdonaba nada. En un descuido de los organizadores, le di la máquina fotos a uno que estaba ahí, pegué un salto me encaramé al escenario y posé con el trofeo. Cuando se dieron cuenta y me corrieron yo ya estaba abajo y esa foto encabezó todas mis crónicas. Nos tocó con Polonia, Italia y Haití. Tuve que ir a los dos países europeos a hacer notas. En Varsovia (18º bajo cero) me esperaba la gente del principal diario deportivo de allí y rajé al hotel. Al otro día en el diario me llevaron a 3 jugadores polacos, hice las notas y las mandé. Por la noche me invitan a la fiesta anual del Diario en un Hotel importante. Con orquesta, regalos, trofeos a loa deportistas del año, cena y baile. Espectacular. La orquesta tocaba de todo, hasta pasodobles y….¡Zaraza! Me quería morir…. Y yo bailando con las señoras polacas.

Y acá para mi organito. Y dejo paso a la música.

Según mis datos el tango lo introdujo en Centro Europa RAFAEL CANARO con su orquesta en una larga gira. Acá va su versión cantando CARLOS DANTE, en 1930. Charlo lo grabó con Canaro el 28 de febrero de 1929. (En SADAIC figura Alfonso Tagle Lara como coautor de Zaraza) Y el que bailamos muchas veces en la milonga por Rodolfo Biagi con Jorge Ortiz del 29 de marzo de 1941.

José María Otero en "Tangos al bardo"

Además de la versión citada de Canaro y Dante, les dejo la de IGNACIO CORSINI y la de CRISTIAN VASILE, de 1931.



Rafael Canaro y Carlos Dante




Ignacio Corsini




Cristian Vasile


viernes, 21 de abril de 2017

112 - NO TE APURES, CARABLANCA - (Ignacio Corsini / Lucio Demaré y Juan Carlos Miranda / Julio Sosa)

Este tango es de uno de los poetas que merecen estar en el podio de los grandes. Me refiero a Carlos Bahr, quien dejó sembrada una parva de temas que iluminaron las noches interminables del cuarenta y cincuenta. La música pertenece a Roberto Garza, bandoneonista, arreglador, director y compositor.

NO TE APURES CARABLANCA, es el supuesto diálogo del carrero con su caballo cadenero, descargando en él sus cuitas amorosas. Reverbera aquella época en que los carros transportaban las mercancías y Buenos Aires estaba poblado de ellos. Yo alcancé de pequeño a divisar el final de los corralones porque a la vuelta de casa había una herrería, y el paisaje, aunque lejano, me es familiar. Recuerdo vagamente las tardecitas cuando volvían de recalada. Y el matungo lo hacía de memoria.

No te apures, Carablanca... 
Que no tengo quién me espere... 
Nadie extraña mi retardo, 
para mí siempre es temprano 
para llegar. 
No te apures, Carablanca... 
Que al llegar me quedo solo... 
Y la noche va cayendo, 
y en sus sombras los recuerdos 
 lastiman más. 

En el año 1942, Ignacio Corsini, ya palpitaba su retiro artístico y sólo grabó dos temas. Fue el 8 de octubre de ese año. De un lado esta el valsecito de Homero Expósito, Francini y Stamponi: Pedacito de cielo y en el reverso de aquellos discos de 78rpm, este tema. Y lo hizo acompañado en ambos por la orquesta dirigida por Roberto Garza (José García López). Fue un exitazo, precisamente, el último.

Me achica el corazón 
salir del corralón, 
porque me sé perdido. 
Me tienta la ilusión 
que ofrece el bodegón, 
en su copa de olvido. 
Caña en la pena... 
llama que me abrasa 
mal que no remedia, 
pena que se agranda. 
Siempre lo mismo... 
voy para olvidarla 
y entre caña y caña 
la recuerdo más. 

Carlos Bahr nacido y criado en la Boca, conoció el tiempo de los carreros y los caballos trotando en el adoquín de las calles. A Cadícamo le inspiraron algunos tangos y Vaccarezza en El carrerito, también desmenuza aquella época porteña. Además de Corsini, también lo cantó Hugo Del Carril y Aníbal Troilo con la voz de Fiorentino dejó una hermosa grabación el 18 de septiembre de 1942.

Roberto Garza, un músico desdibujado en las biografías e historias de tango, dirigió el acompañamiento de Mercedes Simone, fue el primer bandoneón y arreglador en la mejor época de la orquesta de Enrique Rodríguez y tuvo su propio conjunto. Acompañó a Armando Moreno, cuando se fueron de la orquesta de Rodríguez, actuó en Colombia y tiene una obra valiosa como compositor.

No te apures, Carablanca
que aquí arriba del pescante, 
mientras ando traqueteando 
voy soñando como cuando 
la conocí. 
No te apures, Carablanca... 
que no tengo quien me espere 
como entonces, cuando iba 
compadreando la alegría 
de ser feliz. 

Cuando Lucio Demare formó su impecable orquesta en 1938, estuvo probando al cantor que quería y luego de descartar a algunos, se quedó con el desconocido Juan Carlos Miranda (Rafael Miguel Sciorra), un muchacho de Chivilcoy que había cantado en su ciudad y que había tomado algunas clases en la Academia de los Rubistein. Demare lo calificó entonces de chansonnier, de acuerdo a su experiencia en la época que vivió en Francia.

Pero Miranda se adaptó muy bien a la orquesta y con Demare alcanzó un registro maravilloso de este tango. Al principio, Lucio, que los conoció en el Abasto, con el piano parece imitar el andar del percherón. Lo grabaron el 9 de octubre de 1942 y es un tema imperdible que esta noche pasaré en la milonga una vez más.

Mi agradecimiento a José María Otero y a su blog "Tangos al bardo".


Les dejo en primer lugar, la versión en audio de IGNACIO CORSINI, como antes se indicaba, acompañado por la orquesta dirigida por Roberto Garza. En segundo lugar la versión de 1942 de la orquesta de LUCIO DEMARÉ, con la participación en la voz del cantor JUAN CARLOS MIRANDA. Por último no podía obviar la versión que a mi más me gusta: la del Varón del tango, JULIO SOSA.


Ignacio Corsini




Lucio Demaré y Juan Carlos Miranda 




Julio Sosa





sábado, 8 de abril de 2017

101 - LA PULPERA DE SANTA LUCÍA - (Ignacio Corsini / Imperio Argentina / Daniel Cortés)

Aquellos tres artistas que cultivaron la canción popular y cuyas trayectorias alcanzaron amplia y merecida repercusión hasta convertirse en ídolos (Carlos Gardel, Agustín Magaldi e Ignacio Corsini), tuvieron en sus repertorios invariablemente, algún o algunos temas que, por medio de su ajustada interpretación, se convirtieron en verdaderos impactos populares. 

Las listas de títulos de estos tres cantores, tomados como referencia porque llegaron al corazón del pueblo y su recuerdo sigue aún vigente en él, abundan en composiciones de mayor calidad, tanto musical como literaria, pero el público señaló, más con el sentimiento que con la mente, tal vez, a determinadas obras que, al nombrarlas, se identifican inmediatamente más con sus intérpretes que con sus autores.

En el caso de Gardel podríamos hablar de “Tomo y obligo” o de “Mano a mano” como sus caballitos de batalla, los que incluía permanentemente en casi todas sus presentaciones en público (dejando de lado las famosísimas canciones de sus películas); en el de Magaldi el incuestionable es “El penado catorce”, y en el de Corsini, en el momento de escribir estas líneas estoy dudando entre dos: “Patotero sentimental” y “La pulpera de Santa Lucía”. Y desde mi opinión, muy personal por cierto, creo que el vals se impone al tango de Manuel Jovés y Manuel Romero.

Además, tiene más importancia, porque con “LA PULPERA DE SANTA LUCÍA” se produce la primera colaboración entre sus creadores, el músico Enrique Maciel (1897-1962) y el poeta Héctor Blomberg (1890-1955), quienes se conocieron en 1928, año en que vio la luz la inmortal composición.

Andrés Chinarro señala que la presentación de ambos (Revista Atlántida, noviembre de 1957) «se realizó durante un baile organizado por el Club de la Bolsa de Comercio, donde actuaba Maciel, y se debió a un amigo común, José Antonio Gervasio, quien concurrió a una de las mencionadas reuniones en el viejo Luna Park (famoso estadio de box de la ciudad de Buenos Aires), de la avenida Corrientes al 100, acompañado por Blomberg. Este (según el recuerdo de Maciel) le entregó allí su primera letra: “La pulpera de Santa Lucía”». 

Esa primera colaboración sirvió para que comenzara entre ellos una perfecta asociación, a través de la cual se concibió un numeroso conjunto de canciones de carácter histórico-evocativo, sobre barrios y personajes del Buenos Aires de la época de Rosas: “La canción de Amalia”, “La mazorquera de Monserrat”, “Rosa morena”, “La guitarrera de San Nicolás”, “Los jazmines de San Ignacio” y otras más, son algunos ejemplos de esa impecable armazón poético-musical que lograron Blomberg y Maciel, y que se inauguró con “La pulpera de Santa Lucía”. Aunque la dupla, fuera de esa temática, dejó otros títulos imperecederos: “El adiós de Gabino Ezeiza”, “La viajera perdida”, “Violines gitanos” y el antológico tango “La que murió en París”.

Sin embargo, aunque parezca mentira, el vals “La pulpera de Santa Lucía” fue rechazado por el empresario teatral Pascual Carcavallo y su asesor musical. También el famoso tango “Nostalgias” fue rechazado en su momento por otro empresario teatral, don Alberto Ballerini.

Pero apareció Ignacio Corsini, quien lo estrenó en Radio Prieto, lo grabó en abril de 1929 e inmortalizó el vals.

Por eso decíamos en el título que El caballero cantor fue el que «salvó a La pulpera...». 

Para atestiguarlo disponemos de un reportaje que le hiciera el periodista Andrés Muñoz a Enrique Maciel en 1948, publicado en la revista Aquí está. Debemos este valioso testimonio a nuestro colega Orlando Del Greco, que nos lo hace llegar a través de su revista Tango. La mejor música del mundo, Nº 34, de enero de 1999.

«Sobre la letra de Blomberg —dice Maciel— compuse la música, no sin antes desechar varias que no llenaban mis exigencias. Fue en tales circunstancias cuando el actor Sarcione informó al empresario Pascual Carcavallo de una canción que podría encajar a la medida en la obra de Reta y Viale Paz, La sangre de las guitarras. Citado al teatro Nacional, yo mismo canté la canción, acompañándome al piano, delante del referido empresario, de la actriz Elsa O'Connor y de los maestros Salvador Merico y José Lozzi, director y concertador, respectivamente, de la orquesta del teatro. Como prevaleciera la opinión de Lozzi (desfavorable para mi música), “La pulpera de Santa Lucía” fue al archivo. 

«Ello constituyó mi primer desencanto. Pero quiso la suerte que apareciera en mi camino Ignacio Corsini, quien la estrenó en una radio, con suceso insospechado aun para mí, tanto que se dio el caso de un público reclamando bis por teléfono, por correspondencia y hasta personalmente.

«En mérito a la verdad, debo decir que Corsini la cantaba muy bien. Salieron a la venta quinientos mil ejemplares y se imprimieron ciento cincuenta y siete mil discos, todo lo cual me significó, en concepto de derechos de autor, la entonces fabulosa suma de veinte mil pesos... Y cuando el éxito era ya indiscutible y no había cancionista, cantor ni muchacho con sueños de serlo, ni habitante de cualquier sexo y edad que dejara de cantar o silbar La pulpera..., se cruzó otra vez en mi camino Pascual Carcavallo, diciéndome: "Con usted me equivoqué una vez, pero no he de equivocarme más"».

Aunque puedan parecer exageradas las cifras que consigna Maciel con respecto a la venta de ejemplares y discos, nadie podrá negar la popularidad y perdurabilidad de “La pulpera de Santa Lucía”, gracias a que fue «salvada» por Ignacio Corsini.

Fuente: todotango.com (Originalmente publicado en la revista Tango y lunfardo, Nº 151, Chivilcoy 16 de abril de 1999).

En primer lugar les voy a dejar el audio de quien ya nos hemos referido anteriormente: IGNACIO CORSINI. A continuación, una rareza y por tal, reliquia, el audio también, en este caso de IMPERIO ARGENTINA. Y para terminar les dejo el vídeo de la interpretación de DANIEL CORTÉS. Disfruténlos.


Ignacio Corsini




Imperio Argentina




Daniel Cortés



martes, 14 de marzo de 2017

77 - EL CIRUJA - (Luis Cardei / Ignacio Corsini / Dolores Solá)

Cuenta Ernesto de la Cruz que estudiaba con el maestro Gilardo Gilardi, quien tenía sobre el piano los libretos de la ópera Urutaú que estaba terminando y le preguntó qué se hacía primero, la poesía o la música. Gilardi le respondió que en todos los casos el poeta debe escribir primero y el músico después. Por aquella época frecuentaban el Café El Nacional los cantores Pablo Eduardo Gómez y Alfredo Marino y, sabiendo que este último escribía, De la Cruz le pidió una letra. Marino le trajo la letra, en lunfardo, que en ese entonces no se estilaba, Gómez le puso el título y De la Cruz la musicalizó. Así nació El ciruja , que Gómez estrenó con la orquesta de De la Cruz en el café el 12 de agosto de 1926 sin que sus autores imaginaran su éxito posterior. 

Según Francisco García Jiménez, Marino le apostó a Ernesto de la Cruz que escribiría una letra que sería un muestrario completo de palabras arrabaleras y ahí nació EL CIRUJA . 

En cinco meses se vendieron 150.000 ejemplares de partituras y el mismo año lo grabó Carlos Gardel en el sello Odeón, al año siguiente lo hizo Rosita Quiroga para RCA Victor e Ignacio Corsini para Odeón. Otras de las muchas grabaciones fueron de Alfredo de Ángelis con Julio Martel en 1949, la orquesta de Francini-Pontier con Julio Sosa en 1950, Edmundo Rivero con orquesta para el sello TK en 1958, Mariano Mores con la voz de Néstor Fabián en 1963. 

José Gobello escribirá que El ciruja era, junto a La gayola y Barajando, “los últimos tangos malandras” y que “…en la última estrofa Marino logra el verso más perfecto que haya enriquecido jamás la la literatura tanguística, “campaneando un cacho ‘e sol en la vedera…”. La miseria física, la desmoralización, no han logrado nunca expresarse de modo tan elocuente”. 

Por su parte Horacio Salas dijo que era “la cumbre de los tangos lunfardos. Los versos condensan una historia desoladora, un camino sin esperanzas, necesariamente escéptico, resignado y Meri Franco-Lao escribió que es “un tango antológico como lunfardo, con una intransferible poesía en los últimos versos, donde el ciruja viene a ser un irónico apócope de un “cirujano” que con un palo con un pinche en la punta busca restos aprovechables en los basurales o vertederos. 

Les ofrezco en primer lugar la versión de LUIS CARDEI, en vivo en el Club del Vino en 1998, Después les dejo la versión en audio de 1926 de IGNACIO CORSINI para terminar con la de LA CHICANA, grupo de tango formado en Buenos Aires en 1995 por DOLORES SOLÁ, Acho Estol y Juan Valverde y que se caracteriza por recuperar los ritmos y las letras de los años iniciales del tango.



Luis Cardei




Ignacio Corsini




Dolores Solá con "La Chicana"