* Vuestro comentarios enriquecen y aportan interés a este blog.
* Para ver los vídeos hay que dejar que carguen.
Mostrando entradas con la etiqueta ZZ-Mercedes Simone. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta ZZ-Mercedes Simone. Mostrar todas las entradas

miércoles, 12 de diciembre de 2018

275 - TU NOMBRE - ( Julio de Caro y Héctor Farrel / Mercedes Simone)

La obra de Homero Manzi en el Tango, excede esos límites de los versos que se cantan en tantas canciones de la música popular del mundo en general. Hay muchas letras que tienen gran éxito momentáneo y se apagan a la misma velocidad con que llegan a las masas. Manzi es detallista, un pintor de situaciones, describiendo con palabras musicadas la hermosura de la poética que nos instala en una época determinada, o en un momento de su vida, imaginada o real.

Escuchando el valsecito TU NOMBRE es fácil situarse en la intimidad de la persona que acaba de traspasar el umbral que separa lo pasado de lo futuro. Como las imágenes efímeras que titilan en la pantalla del ordenador, es fácil imaginar la llegada del desamor, los rumbos distintos que toman los integrantes de la pareja, ese nicho de recuerdos, de momentos vividos en común, los jirones del adiós, aquellos paisajes del alma... Sin infatuar el tono, el poeta nos lleva a ese desasosiego que late en su corazón.


Tu nombre ya no es una palabra,
tus manos parecen un recuerdo,
tu risa, tu amor y tu esperanza
son ecos de un ensueño,
son sombras de un adiós...
¿Recuerdas?... mis pasos te buscaban
¿Recuerdas?... un día te encontré
y al vernos quedamos sin palabras
y entonces, sin hablar, te abandoné.

Tu silencio encerraba otro mundo
en tu aliento quemaba otro fuego,
en tus ojos brillaba otro rumbo
en tus labios temblaba otro beso...
Y de pronto tu nombre fue un eco
y un recuerdo perdido tu voz,
y mi voz un adiós de silencio
y un amor sin sentido, mi amor.


Qué fácil es ver retratado ese momento tremendo del adiós en los anclajes estéticos del desvío que toman los que hasta ahí formaban una pareja enamorada. La desnuda y catártica expresión del desamor, como una realidad inerte. Las efímeras felicidades metabolizadas en las lindes de lo cotidiano, de las relaciones envueltas de pronto en abruptas atmósferas, en ausencias que provocan dolor punzante y cauterizarán cuando aparezca el nuevo amor. Pero la despedida está cargada de metáforas. Porque Homero simboliza maravillosamente en el nombre que deja de pronunciarse, en ese sonido que dejan ciertas palabras, el punto final del amor. Todo acaba cayendo en los tópicos de la vida.


¿Recuerdas?... sin llanto y sin reproche
trazamos la cruz de dos caminos,
mis pasos tomaron en la noche
la línea de un destino
que nunca retornó.
Tu nombre ya no es una palabra,
tus manos dibujan un adiós,
tu ausencia señala la distancia
del tiempo que borró tu corazón.


La música de este valsecito tan llegador, es del bandoneonista y compositor Félix Lipesker, con quien Homero Manzi compuso otras páginas que permanecen en el sitial de las elegidas por su resonancia y belleza. El caso de los valses Romántica, Gota de lluvia, Muchacha, imperdibles. O los tangos: Celoso por tí, Alba, Muchacha, No me podrás olvidar, Arrabal, El conservatorio. En este caso que citamos hoy, también le adosa la perfecta musicalización sincopal, a los versos de Manzi.

Podemos escuchar dos versiones de este valsecito tan emotivo. La de JULIO DE CARO, cantando HÉCTOR FARREL, grabado el 5 de abril de 1940. Y la deliciosa interpretación de MERCEDES SIMONE, acompañada por el quinteto del bandoneonista Roberto Garza, también llevado al disco ese mismo año.

José María Otero en "Tangos al bardo".


Julio de Caro y Hector Farrel




Mercedes Simone


martes, 9 de octubre de 2018

220 - CELOSA - (Mercedes Simone / Raúl Monti / Flor Silvestre)

Los celos siempre han sido motivo de innumerables conflictos y canciones, pero ninguna tan bella como CELOSA, vals compuesto por Pablo Rodríguez y que a pesar de su origen argentino ha sido más divulgado por cantantes mexicanas después que se hiciera famoso en la voz de su esposa Mercedes Simone, la Gardel femenina, como se le dio en llamar, quien lo interpretaba magistralmente con orquesta, bandoneón y esa voz limpia que la enriquecía y quien lo grabó en Argentina en 1931. Simone lo popularizó en México en una de sus exitosas giras por aquel país.

La segunda cantante que popularizó este vals fue la estadounidense Eva Garza, quien lo grabó tres veces: la primera con una orquesta en 1937 para Decca Records;​ la segunda en 1946, que fue todo un éxito para Discos Columbia;​ y la tercera con el Mariachi Jalisciense de Rubén Fuentes en 1954,​ que fue una regrabación para Discos Columbia.

Este vals también es muy conocido gracias al gran éxito de la versión de Flor Silvestre, quien lo grabó con el Mariachi México de Pepe Villa en 1966 para Discos Musart. Flor Silvestre lo cantó con conjunto norteño en la película "El ojo de vidrio" en 1967.​ La grabación de Flor Silvestre se editó en disco sencillo, en disco de doble duración y en el disco de larga duración "Celosa con Flor Silvestre y otros éxitos" de 1966. El disco sencillo escaló listas de popularidad como Mexico's Best Sellers de Cashbox​ y Latin American Single Hit Parade de Record World,​ mientras que el disco de larga duración escaló la lista Latin American LP Hit Parade de Record World.​ Flor Silvestre grabó una segunda versión con tambora en 2001.

Pues bien, escuchemos en primer lugar la referida interpretación de la gran MERCEDES SIMONE, para continuar con la versión instrumental de la Orquesta de RAÚL MONTI y terminaremos con la de FLOR SILVESTRE, en el film también antes referido "El ojo de vidrio" interpretando el papel de una cancionera: "La Coralillo".


Mercedes Simone




Raúl Monti




Flor Silvestre



lunes, 8 de octubre de 2018

218 - SERÁ UNA NOCHE - (Lidia Borda / Luis Cardei / Roberto Goyeneche / Mercedes Simone)

Este tango forma parte de mis recuerdos íntimos y, a la vez, merece recordarse por algunas grabaciones que se han realizado del mismo, que realzan su belleza. Pertenece al periodista, poeta y director de medios periodísticos, Manuel Ferradás Campos y el pianista, director y compositor, José Tinelli.

Como en tantos otros temas, el protagonista principal es la noche. La cautivadora noche de Buenos Aires, en que parecen ocurrir todos estos milagros. Los que la vivimos a fondo, sabemos que realmente es así. Tiene algo de mágica, ese plan liberatorio donde se da libertad a los sueños, a las conductas reprimidas, a la fantasía de vivir. Y en esa realidad noctámbula ocurren cosas como la recuperación del amor perdido, los brillos de la aventura interminable.

Con Manolo Ferradás traté bastante porque era miembro de de APTRA que agrupa a los artistas de radio y televisión, y fue quien tuvo la idea de poner el nombre de Martín Fierro a las estatuillas que se entregan a los galardonados en la fiesta anual. Yo le cantaba siempre una estrofa de "Nieve", esa canción suya que hablaba de la Rusia invernal y que hizo historia en la voz de Agustín Magaldi, autor de la música, allá por 1936, y él se reía y me cargaba.

Ferradás, que supo incursionar en el periodismo deportivo, incluso, estaba casado nada menos que con Maruja Pacheco Huergo, la actriz, pianista y compositora. Y autora de la música de esa belleza inagotable que es "El adiós", el tango que compuso con Virgilio San Clemente. Es que algunas músicas se pueden escribir en el filo del riesgo y acaban dejando una larga y perpleja resonancia.

José Tinelli grabó SERÁ UNA NOCHE en 1942, cantando los versos Chola Bosch, su esposa. Buena versión, pero hay también otras que dejaron huella. El tango lo compusieron en 1935 y al año siguiente lo grabó Mercedes Simone y realizó toda una creación del mismo, secundada por un Trío. Realmente hermosa la hondura y calidez de su interpretación.

Otras creaciones de este tango fueron las de Oscar Ferrari con la orquesta de José Basso en 1951, la de Jorge Maciel con la orquesta de Osvaldo Pugliese en 1965, la de Roberto Maida con Francisco Canaro en 1936 y la versión genial que realizara el Polaco Goyeneche, grabada con la Orquesta Típica Porteña, dirigida por Raúl Garello.

Pero hoy quiero recrearme y compartir dos interpretaciones de Será una noche. La primera es la de LIDIA BORDA acompañada por Diego Schissi al piano. Intimista, cercana. Es importante saber escuchar lo que dicen estas voces al desnudase e indagar en los ingredientes. Maravilla de Lidia...

Y también traigo la de LUIS CARDEI, ese cantor de físico devastado por la hemofilia y la poliomielitis que supo empinarse sobre sus quebrantos, y decidió recrear los tangos que le oía cantar a su padre. Lo veía en la Cantina Arturito de mi barrio, años más tarde en el Club del vino y me dejaba un poso nostálgico y tierno en el alma. Lo acompañó siempre el fiel Antonio Pisano con su bandoneón. Qué manejo del fraseo y qué sabia la manera de contar el tema.

José María Otero en "Tangos al bardo".

A estas dos versiones que nos comparte Jose María Otero, quiero yo añadir otras dos de mi cosecha como lo son las ya antes citadas del "Polaco", ROBERTO GOYENECHE en su álbum "Farol" de 1981 y la de MERCEDES SIMONE de 1936, ambas sublimes.

Como siempre, disfrútenlo!


Lidia Borda




Luis Cardei




Roberto Goyeneche




Mercedes Simone






217 - MILONGA TRISTE - (Mercedes Simone / Hugo Díaz / Roberto Goyeneche / Alfredo Zitarrosa)

La milonga más triste que nunca haya sido cantada, es MILONGA TRISTE.
Una tristeza completa, sin esperanza y sin salida. Melancolía infinita e infinitamente romántica, abandono total a la derrota, el placer de hundir en una emoción tan completa como devastadora. Sebastian Piana puso la música, que ya es mucho. Mercedes Simone puso la cara, por lo menos en sus tiempos. Pero el gran culpable de casi todo es Homero Manzi, el increíble Homero Manzi, el mismo culpable que en Malena o en Sur hizo que, como muchos otros letristas de tango, “a la gente le duela su dolor”. Muchos son los que luego han empeorado la situación, cargando más las tintas hasta dejar que ésta melodía te traspase el cuerpo cada vez un poco más. Hasta llegar a Hugo Díaz, el siempre más grande Hugo Díaz, que llora su milonga triste dentro del lamento de su armónica. Total, poco recomendable tocar este tema en público, si eres un poco sensible, y no tienes gafas de sol. La muerte de la amada. Quizás un amor no devuelto, pero siempre amor. Ausencia y el sonar de las campanas. La luna se cae en el agua, y las estrellas se quedan solas. No queda duda, en las letras como en los libros, que la milonga triste canta la muerte del ser querido que daba luz a la vida. Ahora, hay matices: Un beso que se enfrenta a una mano que castiga, y un camino de vuelta solitario. Y remordimiento, después de haber querido su rubor, en un sendero. Los ojos negros se cierran, de forma imprevisible y rápida y sin dar demasiadas explicaciones. El amor lo puede todo, la vida y también la muerte. No es necesario interpretarlo completo, no vamos a saber que pasó en aquel sendero donde un beso encontró castigo, y que vio a un hombre volver solo. Pero queda la duda que no sea el canto de un amor por una muerte, sino de una muerte por un amor. No es necesario interpretarlo todo también porque hoy en día, en plena reglamentación moral (a menudo integrista y un pelín de fachada), hay temas que se echan al destierro y al olvido, porque lo que es malo ni se puede mencionar. Dejando aparte interpretaciones a lo mejor mas difíciles de sostener (también se ha propuesto que trenzas y delantal puedan ser los de una madre), queda la duda de que la tristeza de la milonga triste sea tan dura y completa, porque lleva en sí misma no solamente la desdicha de la soledad, sino también la maldición de una culpa.

(Emiliano Bruner)

Escuchemos, pues, esta milonga. Primero, en la voz de MERCEDES SIMONE, quien la grabara allá en el año 1937. Seguiremos con la versión armonicista de HUGO DÍAZ de 1973. En tercer lugar, la magistral versión que grabara en 1967 ROBERTO GOYENECHE. Por último daré entrada a otra interpretación antológica como lo es la del uruguayo ALFREDO ZITARROSA, incluida en los dos álbumes que grabara el folklorista y cantautor 1968, "La canción del cantor" y "Yo se quien soy".

Ya saben, disfruten...


Mercedes Simone




Hugo Díaz




Roberto Goyeneche




Alfredo Zitarrosa

lunes, 1 de octubre de 2018

205 - CLAUDINETTE - (Mercedes Simone / Lidia Borda / Altertango)

El tango CLAUDINETTE fue escrito en 1942 con música de Enrique Delfino, por Julián Centeya.
Lúdico poeta y autor de bocetos de éxito, Julián Centeya se aventura aquí en el campo de la poesía romántica, con la noche parisina como telón de fondo. Durante décadas, la capital francesa ha jugado un papel importante en la mitología tanguera, que refleja la fascinación de los círculos cultos argentinos por París, su cultura, su elegancia y su savoir-vivre. Muchos son los artistas tangueros que visitaron esta ciudad durante la primera mitad del siglo XX, desde Enrique Villoldo hasta Lucio Demare, a través de Eduardo Arolas, Manuel Pizarro, Carlos Gardel, Pascual Contursi, Francisco Canaro, Roberto Fugazot, Lucio Demare y Enrique Cadicamo...
Estas experiencias vividas fueron el origen de una muy importante corpus poético. A veces estos recuerdos son felices: en Noches de Montmartre (1932) ,Carlos Lenzi evoca las noches de embriaguez y lujuria del Pigalle; o en A piojos, Gabriel Clausi expresa a principios de la década de 1920 la nostalgia movida por un amor parisino... Pero, en en la mayoría de los casos, estos tangos expresan desilusión con el sueño que los llevó a a la capital francesa: el gigolo desempleado de Araca Paris (Carlos Lenzi, 1930) se quejó amargamente de la dificultad de seducir a las duras mujeres francesas; la milonguita de Sos de Chiclina (Julio Navarrine, a principios de la década de 1930) , aterrizó desde Buenos Aires, no puede encontrar un benefactor parisino rico; el argentino de Anclao en París (Enrique Cadicamo, 1931), confrontado con el frío, la lluvia y la miseria, es consumido por la nostalgia de Buenos Aires. Otros personajes de tango incluso encuentran la muerte en París, como La Que murió en París (Blomberg, 1930) .En cuanto a los amores parisinos, son muy a menudo fugitivo y abortado, como lo evoca en sus memorias Enrique Cadicamo con un poco de costura París, se reunió cerca de las Galerías Lafayette.
Claudinette es parte de esta última veta, con su evocación de una chica de concierto de café, simple y tierna, pero tan rápidamente perdida como hallada. Sin embargo, es posterior a la mayoría de los tangos anteriores, compuestos en los años 1920 y 1930. Su estética es, por lo tanto, más una reminiscencia de las metáforas de Manzi y la destellos de un Exposito - contemporáneos de su creación - que el realismo ingenuo de los textos de los años 1920. Este tema ha sido interpretado por muchos cantantes (sobresale la versión realizada por Mercedes Simone) y hoy todavía se escucha a menudo en las milongas, especialmente en la versión de Héctor Mauré, acompañado por la orquesta de Juan d'Arienzo.

Fabrice Hatem

Les ofrezco tres interpretaciones de este tango. La primera, referida antes, de la inmortal MERCEDES SIMONE, en audio, para pasar a continuación con dos, en vivo. La de LIDIA BORDA, cantante que en 2005 y 2015 recibió el premio Diploma al Mérito de la Fundación Konex en el rubro «cantante femenina de tango» y la de ALTERTANGO, formación modernista, que fusiona el tango con el jazz, el blues y hasta incluso con el rock.

Mercedes Simone




Lidia Borda



Altertango



miércoles, 9 de agosto de 2017

198 - NIÑO BIEN - (Alberto Vila / Mercedes Simone / Tita Merello y Francisco Canaro)

NIÑO BIEN es un tango cuya letra pertenece a Víctor Soliño y Roberto Fontaina en tanto que la música es de Juan Antonio Collazo, que fue grabado por Alberto Vila en 1927 en el sello RCA Victor. Este tango alcanzó gran difusión y fue grabado por otros intérpretes.

Los tres autores formaron parte del grupo conocido como la Troupe ateniense, una asociación que se formó en 1922, por mano de un grupo de estudiantes universitarios de derecho, y actuó hasta 1930. Los espectáculos de la Troupe que se solían estrenar en primavera, estaban compuestos de breves escenas cómicas y partes musicales. El carácter de las mismas era abiertamente paradójico, ironizando a menudo sobre personas o eventos de moda y adoptando el travestismo (los atenienses eran todos hombres).

Eduardo Romano comentó sobre este tango:

”La caricatura del falso bacán apela a varios elementos característicos de la vida ciudadana, como los vendedores ambulantes de pizza y fainá, quienes solían portar tales manjares en un envase metálico y redondo que se colocaban sobre la cabeza y llevar en la mano un trípode de madera, para establecerse en ciertas esquinas. Como signos de distinción se enumeran la frecuentación del bar y confitería cercano a Santa Fe y Callao, la exclusión del voseo, el uso de tabaco importado y de patillas a la manera de Rodolfo Valentino (1895-1931), prototipo del amante latino, moreno y sensual, que impusiera con sus películas El sheik (1921), Sangre y arena (1922), El águila negra (1924), etc. En cuanto al Chantecler –o Chanteclair- fue un cabaré situado en la calle Paraná, entre Corrientes y Lavalle, junto al teatro Comedia; funcionó entre 1924 y 1960, en que fue demolido, y animaron sus noches, entre otras orquestas, las de Julio De Caro, Carlos Marcucci y Juan D’Arienzo.”

Además de Alberto Vila, algunos de los otros artistas que registraron este tango fueron Juan Sánchez Gorio con la voz de Luis Mendoza en el sello Orfeo (1952/6), Hugo del Carril con orquesta para Odeón (marzo de 1964), Ricardo Guzmán con la orquesta de Atilio Stampone para Polydor (1965), Mercedes Simone con la orquesta de Emilio Brameri en el sello H y R (1966), Cuarteto Los Porteñitos con la voz de Elba Berón y Tita Merello con la orquesta de Francisco Canaro.

Les dejo las versiones de su primer intérprete, ALBERTO VILA, de MERCEDES SIMONE y la de TITA MERELLO acompañada de la orquesta de Francisco Canaro.


Alberto Vila




Mercedes Simone




Tita Merello y Francisco Canaro


jueves, 22 de junio de 2017

178 - MAULA - (Rosita Quiroga / Mercedes Simone / Julia Vidal)

Estamos en el carnaval montevideano de 1927, los famosos carnavales del Uruguay, que ya comenzaban a estar un poco flojos y para darles fuerza se organiza un concurso de tangos en el teatro Solís. El tango premiado saldría de una votación del propio público que iba al teatro que debía votar por medio del billete de entrada que tenía un lugar para escribir. Víctor Soliño y Adolfo Mondino presentan el tango MAULA que resulta ser el más votado. Soliño cuenta en el mencionado libro Mis tangos y los atenienses que Maula fue grabado en mayo de 1927 por Rosita Quiroga en discos Víctor y nuevamente insiste en que tiene con ella una deuda que no podrá pagar nunca. Dos años antes Rosita Quiroga graba en Buenos Aires el tango Volverás que quita del anonimato a dos muchachos algo locos, pero de corazón bien puesto (ellos son Soliño y Collazo). Para que no haya dudas sobre la actitud moral de Soliño recuerda a su padre gallego cuando le decía: Te prefiero ladrón antes que desagradecido. A mi, si me hacen un favor, aunque lo pague diez veces, siempre lo sigo debiendo. Queda bien claro que don Víctor cumplió rigurosamente la normativa paterna. En 1929 el tango Maula fue muy aplaudido por el público dentro de la revista musical Calada y colorada, cantado por Pepita Cantero en el teatro Albéniz de Montevideo.

Manuel Suárez Suárez



Además de la referida versión de ROSITA QUIROGA, acompañada de la guitarras de Ciriaco Ortiz, Vicente Spina, Jaime Vila y Edmundo Zaldívar (h), les dejo otras dos versiones de dos estupendas cantoras de tango, como lo son MERCEDES SIMONE y JULIA VIDAL.



Rosita Quiroga




Mercedes Simone




Julia Vidal

viernes, 10 de marzo de 2017

71 - MILONGA SENTIMENTAL - (Mercedes Simone / Virginia Luque / Carlos Gardel)

"Milonga Sentimental" es una obra del conocido músico, compositor, director de orquesta y pianista argentino Sebastián Piana, realizada en el año 1931 y con la colaboración de Homero Manzi, que escribió una letra muy sentimental y melancólica, que encajó intachablemente con la música. La canción pertenece al género milonga, que está emparentado con el tango, no siendo iguales ya que el tango posee un ritmo "cuadrado" por así decirlo debido a la desigual distribución de corcheas. 

El nombre de Sebastián Piana está comprometido con la milonga y con Homero Manzi. A la milonga la sacó del campo, de los recitados de los payadores y de ciertas guitarras quejumbrosas, y la trajo a la ciudad y le otorgó gracejo, ritmo propio y distinción urbana. Piana juntó al tango con la milonga campera y de esa fusión nació este género cuya manifestación más alta fue “MILONGA SENTIMENTAL”. La creación de ese género que tanto le gustaba a Jorge Luis Borges, le pertenece a Piana, pero el maestro en su momento no vaciló en sumar a la autoría a su cuñado, el gran Pedro Maffia. 

Con Homero Manzi, Piana va a constituir una sociedad creativa que le dará a la música ciudadana temas memorables. Alcanza para ello con mencionar piezas como “Milonga del 900”, “Milonga de los fortines”, “Milonga triste”. O esos temas en los que el aire milonguero se confunde con el candombe, como por ejemplo, “Papá Baltasar”, “Pena mulata” o “Negra María”. Ambos se conocieron en el barrio y el tango los hizo amigos. El poeta enseguida descubrió al músico que podía componer sus poemas y, a la inversa, Piana nunca tuvo dudas de que sus composiciones merecían letras como las que sólo Manzi podía escribir. 

Las anécdotas entre creadores suelen ser importantes por lo que sugieren. En el caso que nos ocupamos, se dice que fue Rosita Quiroga la que le pidió a Manzi algo así como una milonga. Ni lerdo ni perezoso, Manzi habló con Piana para que compusiera algo parecido. Un pedido de una cantante como Rosita Quiroga, en aquellos años era algo así como una orden para un músico. Así nació esa belleza conocida como “Milonga sentimental”, tema al que Manzi le puso letra tres años después de haber sido compuesta y que fue estrenada, no por Rosita Quiroga, sino por Mercedes Simone, quien la grabó el 4 de octubre de 1932. En realidad, para ser más precisos, digamos que “Milonga sentimental” fue estrenada por la compañía de revistas de Arturo Bassi en el viejo teatro San Martín. Años después, Virginia Luque la llevará al cine. 

Les dejo aquí, a continuación, las versiones, en primer lugar, de MERCEDES SIMONE, acompañada de la Orquesta de Pedro Maffia en “Tango” película de 1933. A continuación la de VIRGINIA LUQUE, cantando en un club para adquirir experiencia, según su padrino,Tito Lusiardo. Va a escucharla el director, Osvaldo Miranda, en la ficción (de la película “Del cuplé al tango” ). Terminamos con la versión de audio, grabada en el año 1933, del gran CARLOS GARDEL, con tres minutos de duración y con el acompañamiento de cuatro guitarras: Barbieri, Pettorosi, Riverol y Vivas.


Mercedes Simone




Virginia Luque




Carlos Gardel




miércoles, 25 de enero de 2017

32 - NEGRA MARIA - (Mercedes Simone / María Dolores Pradera)

En la página Club de Tango, Ángel Yonadi, dice en una visión sobre la negritud, "Esta milonga fue escrita por Manzi en 1941, y nace de un hecho real, la muerte de una hija de un amigo del poeta. 

Acho Manzi recuerda que los Pasarelli eran dos hermanos descendientes de italianos, amigos de Manzi de la barra de Boedo; Domingo, "el negro", era boxeador de un club de barrio. Los dos hermanos eran del séquito que lo acompañaban en sus incursiones políticas; "el negro" Pasarelli formó pareja con una mulata, cuando les nació una niña todos lo festejaron, pero la alegría duró muy poco, a los tres días de nacida la pequeña murió. No había consuelo, pero había nacido en carnaval y la letra no miente. Luego el poeta, puso su inspiración, describiendo lo que pasaba." 

De allí surgió esta bella milonga, NEGRA MARÍA. La población negra en la ciudad de Buenos Aires fue de alrededor del treinta por ciento. Uno de los barrios donde se agrupaban las diferentes etnias africanas era el de Monserrat.


Pero bueno, vamos a dejar que se asome la Negra María, en los brazos de su mamá. Historia triste y verídica, de un proyecto de vida que no fue. Homero Manzi la cuenta con bella poesía en esta milonga-candombe, musicalizada por Lucio Demare y que nos interpreta, en primer lugar la gran MERCEDES SIMONE. para a continuación ver la versión que hace la gran Dama de la canción, la española MARIA DOLORES PRADERA.



Mercedes Simone




María Dolores Pradera



31 - CANTANDO - (Mercedes Simone)

MERCEDES SIMONE perteneció a la rica generación de cancionistas surgidas a mediadios de los años '20, un grupo jamás emulado que señaló el comienzo de la historia de la mujer en el tango. 

Relativamente para la misma época surgieron cantantes como Azucena Maizani, Rosita Quiroga, Libertad Lamarque, Ada Falcón y otras, con tesituras muy diferentes. De entre todas ellas, Simone se distinguió como la más universalmente tanguera. 

Con su equilibrio, su registro de mezzo-soprano, su ritmo lento y su perfecta dicción adquirió las dimensiones de un modelo. 

Simone fue acompañada en sus grabaciones, y en diversas emisiones radiales, por integrantes de la Orquesta Típica Victor, por el Trío Típico dirigido por Sebastián Piana, por la orquesta de Juan Carlos Cambón, por la de Cristóbal Herrero en Colombia y por la orquesta de Emilio Brameri. También grabó con las orquestas de Franciso Lomuto y Adolfo Carabelli. 

Intervino en el cine en el primer largometraje sonoro argentino: "Tango", de 1933, donde interpreta el tema de su autoría "CANTANDO", acompañada con la Orquesta de Pedro Maffia, de donde son las imágenes que aquí les dejo.


Ya no tengo la dulzura de sus besos,
vago sola por el mundo, sin amor.
Otra boca más feliz será la dueña
de sus besos que eran toda mi pasión.

Hay momentos que no sé lo que me pasa,
tengo ganas de reír y de llorar.
Tengo celos, tengo miedo que no vuelva.
Y lo quiero, no lo puedo remediar.

Cantando yo le di mi corazón, mi amor,
y desde que se fue, yo canto mi dolor.
Cantando lo encontré, cantando lo perdí
Porque no sé llorar cantando he de morir.

Virgencita milagrosa, perdoname
si cantando esta canción que vive en mí
yo te pido que me traigas lo que es mío,
que tan pronto y sin motivo lo perdí.

Si es pecado querer tanto en esta vida
yo te pido, de rodillas, tu perdón.
Yo lo quiero tanto y tanto que me muero
si me faltan las caricias de su amor.