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viernes, 14 de diciembre de 2018

282 - AVE DE PASO - (Charlo / Alberto Podestá y Alberto di Paulo / Juan D'Arienzo y Jorge Valdez)

El tango AVE DE PASO lo escribió Enrique Cadícamo a mediados de 1937, y la música se la puso Charlo. La historia de la escritura y composición de este poema merece contarse porque es muy representativa de un estilo de vida, de un modo de vivir, lo que de manera un tanto abusiva se calificó en su momento como “bohemia artística”. Todo comenzó cuando los empresarios de uno de los locales nocturnos más prestigiados de Río de Janeiro, el Casino da Urca, contrataron a Charlo para que animase con su voz las veladas nocturnas de ese templo de la noche brasileña, con sus espléndidos salones cuyos ventanales daban a la bahía de Guanabara.

Los viajeros que se sumaron a la expedición fueron Cadícamo y José Razzano, ya para entonces devenido en un eficiente empresario. Los muchachos viajaron en el “Conte Biacamano” y allí “alternaron” con Carmen Miranda ya bautizada para esa fecha como “La bomba brasileña”, gracias a su belleza y talento para representar en esos años lo que se consideraba, en términos publicitarios y turísticos, como la música típica de un Brasil tropical y festivo.

Miranda todavía no ha llegado a Estados Unidos y no ha actuado en la Casa Blanca a pedido del presidente Franklin Delano Roosevelt; tampoco es todavía la cantante mejor pagada de América, pero para 1937 ya es famosa, ya la conocen en los escenarios más elegantes, es la exclusiva cantante de “da Urca”, y su belleza, su inquietante y sugestiva belleza, está en su esplendor.

Como han pasado muchos años y los protagonistas ya no están en este mundo, podemos permitirnos la licencia de ser algo indiscretos. En ese viaje, Charlo y Carmen vivieron un exclusivo romance, bajo la mirada cómplice y algo envidiosa de sus compañeros de viaje y la tolerancia de la hermana de Carmen, la bella Aurora, que también se perfilaba como una cantante popular.

El romance seguramente concluyó como concluyen esos amoríos de viaje; pero para continuar con la historia vayamos ahora a Río de Janeiro, disfrutemos de las noches tropicales en los distinguidos salones del Casino de Urca y convivamos, con la ayuda de la imaginación, con nuestros artistas en el discreto y elegante departamento que alquilaron en avenida Atlántica.

Argentinos famosos en Río -como en París, Barcelona o Nueva York- atraen a otros argentinos. Es tan inevitable como deseable. En el caso que nos ocupa, el que visita con frecuencia al “pisito porteño” es el pianista Heriberto Muraro, quien vive en Brasil desde hace años y es amigo de nuestros muchachos. Muraro es el que le insiste a Cadícamo que escriba un poema para musicalizar con el piano.

Cadícamo, cuya capacidad para escribir un tangazo de una sentada era asombrosa, obedece y, tal vez inspirado en la aventura de Charlo, mezclado con episodios de su propia vida y alguna que otra invención del momento (como ocurre con todo poema que merezca ese nombre) escribe el tango que todos nosotros vamos a disfrutar hasta el día de hoy.

Lo novedoso es que cuando el poema ya está servido “con fritas y a punto”, aparece Charlo, lo lee y sin consultarlo con Muraro exclama: “Esto es para mí”. Y dicho y hecho, allí nomás empieza a trabajar con el piano hasta que sale lo que todos nosotros conocemos. Charlo no sólo escribe la música, sino que, además, lo estrena, mientras que Muraro acepta lo sucedido, tal vez sin sospechar que lo que estaba ocurriendo delante de sus ojos era un hecho trascendente para la historia del tango.

“Ave de paso” cuenta una historia de amor marcada por la pérdida y la nostalgia, una pérdida y una nostalgia “dulce”, porque el rasgo más distintivo de este tango es su sobriedad y mesura para expresar el dolor, muy al estilo de dos tipos elegantes y distinguidos como fueron Cadícamo y Charlo. El tango es casi una confidencia en voz baja, un lamento que rehúye la imputación rencorosa. Tiene estilo, “resignación filosófica”.

El protagonista del tango es un hombre que ha vivido un romance y recuerda esos amoríos a la distancia, sabiendo de antemano que nunca más podrá recobrar ese “tiempo perdido”. Es que todo amor pasajero cuando es vivido con sinceridad, es una fuente de genuina inspiración poética.

“Ave de paso” es, junto con “Malena” y “Noches de Brasil”, interpretado por Argentino Ledesma, con Héctor Varela, un tango ambientado en este vecino país, cuyas ciudades -pienso en Porto Alegre y Río de Janeiro- comparten con Buenos Aires y Montevideo la vocación de ciudad puerto, una de las condiciones -no la única- que reclama el tango para cobrar vida. Y a la hora de mentar a Brasil, digamos a título informativo que en ese país nació también uno de los grandes poetas del tango. Me refiero a Alfredo Lepera, de quien, estimo, resulta innecesario presentarlo.

El título de “Ave de paso” no es exclusivo, pero no creo pecar de parcial si digo que es el que más lo merece. “Ave de paso”, se titula también un tema cantado por Sandro, otro interpretado por la Mona Jiménez y una chacarera que en su momento la escuché cantar por el Chango Nieto. Con todo respeto: todos están muy lejos de la inspiración de Charlo y Cadícamo. También he registrado que en México los llamados “Tigres del Norte” improvisan una historia de amor con el mismo título. Insisto con nuestra versión tanguera y no por localismo, sino por la sencilla razón de que la nuestra es superior, muy superior.

Hay una versión de Joaquín Sabina titulada “Aves de paso”. Es muy buena, entre otras cosas porque el cantante español es un excelente poeta. La diferencia en este caso reside en que el protagonista o el punto de vista no es el de un hombre que recuerda una historia singular, sino la de quien evoca varias historias de amor, de allí el plural “aves”. Y las que en este caso practican el “toco y me voy” con Sabina son las mujeres.

Si me solicitan una versión para escuchar, recomiendo sin vacilaciones a la de Charlo: “Ha llegado el momento querida / de ausentarme quién sabe hasta cuándo / en mis labios se asoma temblando / una mueca que dice el adiós / Nuestro amor fue un amor del momento / mi cariño fue un ave de paso / y tu beso de miel y de raso / fue un vaso sagrado que no olvidaré”.

¿Alguna otra versión? Me gusta mucho la de Alberto Podestá con la orquesta de Alberto di Paulo; y para los hinchas de Juan D’Arienzo, importa escuchar la versión interpretada por Jorge Valdez: “Adiós muñequita de cobre / Muchacha morena, tu amor tropical / exhala en mi alma su risa salobre / como una canción sentimental / La luna de Río se queda para que en las noches le cuente que yo / pasé por su lado viajero incansable / pasé por tu lado y dejé el corazón”.

Hay una versión instrumental de Antonio Agri insuperable y otra de Elvino Vardaro que merece escucharse, pero por razones personales y en homenaje a ese amigo que ya no está y que cada vez que nos poníamos a escuchar tangos pedía “Ave de paso”, para mí la versión de Charlo es irreemplazable. ¿Lo escuchamos?: “Mi destino es andar en la vida / Hice mal en soñar a tu lado / Se ha teñido ese cielo rosado / al conjuro de darte este adiós… / Perdoná mi promesa morena / Olvida mi locura de amarte / Buenos Aires me obliga a dejarte / y bajo esos cielos con vos soñaré”.

Un detalle para concluir: El hombre no abandona a la mujer que quiere por otra mujer o en nombre de un estado civil, la abandona por esa exclusiva mujer que está en el alma mitológica de todo tanguero; la abandona porque “Buenos Aires me obliga a dejarte”; o tal vez porque todo tanguero de ley necesita extrañar y llorar con recato su propia Dulcinea del Toboso.

ROGELIO ALANIZ

Ya solo toca disfrutar del tango y lo haremos en las voces aconsejadas por el autor del artículo, es decir, las de CHARLO, ALBERTO PODESTÁ y ALBERTO DI PAULO y la de JUAN D'ARIENZO y JORGE VALDEZ...


Charlo




Alberto Podestá y Alberto di Paulo




Jorge Valdez y Orquesta de Juan D'Arienzo


sábado, 27 de octubre de 2018

232 - RONDANDO TU ESQUINA - (Angel Vargas / Charlo / Rosanna Falasca / Julio Jaramillo)

A pesar de los años que llevo en el tango, de haber participado en un famoso y exitoso programa de televisión (Odol pregunta), cuando tenía unos 23 años, contestando sobre La historia del tango, de haber charlado muchas horas con grandes del género, de haber realizado reportajes a muchos de ellos, de haber escrito páginas y páginas sobre el tema, me siguen sorprendiendo muchas cosas.

Por ejemplo, esa facilidad que tenían muchos poetas y compositores para crear temas hermosos que alcanzaron gran repercusión y que siguen sonando gratísimos al oído, y al corazón de los milongueros de numerosos países del mundo. Hace unos días hablaba de Enrique Cadícamo y hasta causa cierta gracia comprobar cómo se sacaba los poemas que acompañarían a la música previamente compuesta, o a la inversa. La cabeza le daba para todo, especialmente para vivirla a lo grande.

Y llama más la atención la forma sencilla suya de contar cómo creaba sobre la marcha algunos de sus tangos que tanto juego dieron en la partitura de orquestas y cantantes. No sólo argentinos sino incluso de muchos otros países. Es cierto que hay gente que tiene una predisposición natural que los lleva a destacar en diversas materias con bastante facilidad. Algo que a sus colegas les cuesta muchísimo más.

Carlos José Pérez de la Riestra "Charlo", además de ser un cantor excepcional, sabía manejarse musicalmente tanto con el piano como con el acordeón. Fue un compositor de largo recorrido que dejó una obra muy extensa y muy valiosa en muchos casos. Colaboró con poetas insignes y con Cadícamo especialmente, labraron una cantidad de temas en común que sirvieron para mayor gloria de orquestas y cantores.

Entre ambos registraron temas como: Y qué mas, De a traición, Viejas alegrías, Se fue para siempre, Colombina, La barranca, El bailarín de tangos, Alborada de amor, Mal de ausencia, Rondando tu esquina, Y aquel cariño se fue, Sol de medianoche, Zorro plateao, Buenos Aires querido, No hay tierra como la mía, Vas muerto con el disfraz, Lindo tipo de varón o Ave de paso que era el tango que le servia a Charlo para presentación en radios o cabarets y que realizaron en Brasil. Yo lo vi en Radio Belgrano cantando con smoking, un par de veces.

Cadícamo lo cuenta como si tal cosa:

-Charlo había comenzado a grabar estribillos con Francisco Canaro y colaboramos en muchos tangos suyos, inéditos. Entre ellos: Lindo tipo de varón, Buenos Aires querido y De a traición, que fueron llevados por su voz al disco. Además escribí estribillos de algunos valses americanos: Juanita, El vals de las sombras, etc., muchos de éstos hechos en la misma sala de grabación, momentos antes de que Charlo los grabara, leyéndolos...

Parece algo insólito pero así era la cosa en esa época. Luego se juntaban en mesas muy pobladas de confiterías del centro, como la Real, e invariablemente concurrían Cátulo Castillo, Troilo, Cobián, Razzano, D'Agostino, De Caro, Tito Lusiardo, Visca, De la Púa y un Mariano Mores muy jovencito.

Y Cadícamo sigue contando de sus composiciones con Charlo...

-Charlo me envía desde Chile, donde se hallaba actuando con gran éxito, el manuscrito de un inspirado tango que terminaba de componer, a fin de que yo le adaptara versos. Tratándose de mi colaborador, puse manos a la obras tan pronto como lo recibí. Luego de escuchar la melodía varias veces, muy inspirada por cierto, comencé a escribir la letra, titulándola La barranca, que meses después, cuando ya se hallaba en Buenos Aires, popularizó al estrenarla por radio, en una de sus notables interpretaciones. Más tarde D'Agostino y Vargas realizaron también una magnífica creación.

Algunas de estas cosas pude conversarlas y estirarlas con el propio Charlo en el Café El Águila de la calle Lavalle, cerquita de SADAIC, donde solían reunirse mucha gente del ambiente. Esa tarde yo estaba con Pipo Rossi, el gran jugador que en esa época entrenaba a Boca Juniors y que era amigo de Charlo también, por haber coincidido en Colombia y en lungas trasnochadas.

Y para terminar con el tango del título, que me acompaña desde hace muchos años, dice el vate.

-Nuevamente con Charlo colaboramos en un tango que titulé RONDANDO TU ESQUINA. Charlo sale en gira artística por América latina popularizándolo en tal forma que el éxito llega del exterior a Buenos Aires. En México fue uno de las más grandes hits argentinos de todos los tiempos.

Y tan es así, que numerosos cantantes de toda América lo grabaron en forma de tango, canción o bolero. También lo llevaron al disco entre otros, Pugliese con Chanel, Basso con Belusi, Miguel Caló en forma instrumental, Agustín Irusta y especialmente D'Agostino con Vargas, que para mí es la versión más lograda.

José María Otero en "Tangos al bardo".

Les invito a escucharlo, en primer lugar, en la versión de ÁNGEL VARGAS en 1945, acompañado de la orquesta de Ángel D'Agostino para continuar con la del propio CHARLO con su orquesta, en vivo, en 1952. La tercera versión que les dejo es la que grabara en 1991, ROSANNA FALASCA y confirmando lo comentado por José María Otero sobre el suceso de este tango en toda América, también escucharemos al celebrado cantante ecuatoriano JULIO JARAMILLO que lo interpreta con sus guitarristas y él mismo también con la guitarra.


Angel Vargas y Angel D'Agostino




Charlo




Rosanna Falasca




Julio Jaramillo 


domingo, 21 de octubre de 2018

229 - VIEJO CIEGO - (Roberto Goyeneche / Charlo y Francisco Canaro / Fiorentino y Astor Piazzola)

A mediados de 1925, la revista “El alma que canta” que incluía los tangos de moda (Mi hermano la compraba siempre), organizó por idea de uno de sus redactores: Rómulo Avallone, un concurso de letras, bajo el eslogan: “Buscamos al poeta del tango”.

“La idea –decía Avallone- fue acogida con entusiasmo por Gardel, quien me confesó que estaba harto de cantar siempre los mismos temas: El hombre engañado, la crónica policial o el falso pintoresquismo de los conventillos.
El concurso fue un éxito, infinidad de autores mandaron sus trabajos. Hay que tener en cuenta –continúa-, que el premio consistía en la inmediata impresión de la pieza por una conocida editorial musical y que luego la grabarían, además de Gardel, las orquestas de Anselmo Aieta y Julio De Caro.
El jurado lo integrábamos Alfredo Navarrine, Dante Linyera y yo.
-Cuando se publicó la letra de EL VIEJO CIEGO, pese a que aparecían todas sin nombre, Cátulo Castillo que era amigo de Homero Manzi, la reconoció y la pidió para ponerle música. Le avisamos a Manzi que si le retiraba antes de la selección final quedaría automáticamente excluido, pero la idea de que su amigo y el pianista Sebastián Piana le pusieran música le hizo olvidar el concurso.
-Recuerdo que a los pocos días, Enrique Delfino se presentó en la redacción de la revista expresando que quería ponerle música a los versos de Manzi". (finaliza Avallone)

El tango lo estrenó Roberto Fugazot en esa obra de Ivo Pelay: Patadas y serenatas en el barrio de las latas (Ese barrio estaba en el fondo de Parque Patricios, cerca de la quema).
Hasta ese momento el uruguayo Fugazot sólo era segunda guitarra de Ignacio Corsini y dio un salto en su carrera afianzándose como cantor.
Escuchar este tema por el Polaco Goyeneche con el violín de Antonio Agri y la guitarra de Esteban Morgado, me pone la carne de gallina.
El Polaco ya estaba muy mal, pero… ¡Qué bárbaro!

José María Otero en "Tangos al bardo".

A la genial versión de ROBERTO GOYENECHE, citada anteriormente y que fue grabada en 1994, poco antes de su fallecimiento, vamos a agregar la de CHARLO en 1928, acompañado por la orquesta de FRANCISCO CANARO y también la de FIORENTINO a quien, en este caso, acompaña la orquesta de ASTOR PIAZZOLA y que fue grabada en el año 1946.


Roberto Goyeneche




Charlo y Francisco Canaro




Fiorentino y Astor Piazzola


lunes, 12 de junio de 2017

169 - PALERMO - (Carlos Gardel y Alfredo de Angelis / Carlos Almagro y Rodolfo Biagi / Charlo y Francisco Lomuto)

El 23 de octubre de 1929 Carlos Gardel grabó con su inigualable gracia y buen gusto el tango "PALERMO". Su música, de gran belleza melódica, fue compuesta por Enrique Pedro Delfino, pianista, gran compositor, humorista musical y hombre de profunda sensibilidad estética. La letra fue escrita en colaboración con Juan Villalba por Domingo Herminio Bragagnolo, quien con el seudónimo artístico de Hermido Braga produjo, además de letras de tango, el guión de numerosos sainetes.

En el barrio porteño de San Benito de Palermo tuvo don Juan Manuel de Rosas su quinta, en la que vivía con su hija Manuelita. Para distraer sus sobremesas, tenía también la compañía de algunos bufones. En su novela Amalia -por lo demás, un panfleto escrito para difamar a la persona del Restaurador-, José Mármol describe al negro Eusebio de la Santa Federación, al que Rosas llamaba "Su Paternidad", y hacía vestir de obispo.

Hoy Palermo es un hermoso barrio residencial, que se prolonga en el Parque Tres de Febrero, creado por la visionaria iniciativa de Domingo Faustino Sarmiento, y que incluye el Rosedal, el Lago, el Jardín Zoológico, el Jardín Botánico y el Hipódromo Nacional . Más de un centenar de hectáreas del parque se han perdido, cedidas en distintas épocas para negocios particulares de políticos corruptos.

En la letra de "Palermo" se emplean numerosos términos del lunfardo y del vocabulario burrero, a los que cabe agregar, dada la popularidad de este tango, un par de expresiones que se incorporaron al habla popular durante décadas: La primera, "Ilusiones del viejo y de la vieja", alude a las expectativas de los padres del protagonista, especie de hijo pródigo, al que no esperaban ver convertido en jugador empedernido. Se emplea esta frase para ironizar las esperanzas sin fundamento que expresa cualquier persona. La otra frase es: "Berretines que tengo con los pingos". Se la utiliza para referirse festivamente a la afición desmedida de alguien por cualquier actividad.

Conrado De Lucia 

Les dejo en primer lugar, la versión de octubre de 1929, de CARLOS GARDEL, acompañado por la orquesta de ALFREDO DE ANGELIS y donde el "zorzal criollo" expresa admirablemente los más diversos estados de ánimo valiéndose sobre todo de su particular fraseo, con el que subraya el sentido dramático, melancólico, descriptivo, irónico o festivo de ésta y demás composiciones. Continuaré dejándoles la versión que grabaran el 1962, el cantante CARLOS ALMAGRO junto a la orquesta de RODOLFO BIAGI y para terminal también podrán escuchar , quizás la primera versión grabada del tango y que corresponde a la orquesta de FRANCISCO LOMUTO con la voz del gran CHARLO en abril de 1929.



Carlos Gardel  y Alfredo de Angelis




Rodolfo Biagi y Carlos Almagro




Francisco Lomuto y Charlo






sábado, 3 de junio de 2017

157 - MADRESELVA - (Libertad Lamarque / Rosanna Falasca / Francisco Canaro y Charlo / Carlos Acuña)

Este tango de Francisco Canaro y Luis César Amadori, lo compuso inicialmente Canaro en forma instrumental y lo tituló "La polla". Lo grabó ese mismo año de la creación: 1916, con su conjunto. Se refiere el título a la tradicional Polla de potrillos que se corre en el Hipódromo de Palermo o San Isidro, todos los años: una carrera de 1000 metros en la cual debutan los postrillos de 2 años.

En sus Memorias, (pag. 198/199) Pirincho cuenta que en 1930 estrenó el famoso vals "Yo no sé que me han tus ojos", de su exclusiva auoría con enorme éxito, y al poco tiempo comenzó a sentirse mal, por lo cual visitó a varios médicos que no le encontraban remedio a sus problemas. Como al final el doctor Salomón, que lo atendía, le dijo que no tenía nada, resolvió irse a Rosario de la Frontera, a descansar con su señora y a tomar baños termales.

-Antes de partir para las Termas me había encontrado con luis César Amadrori, destacado director cinematográfico y empresario del Teatro Maipo, donde actuaba una compañía de revistas, quien me pidió que le hiciera un tango para que él le pusiera la letra, y hacerlo cantar con la conocida cancionista Tania. Yo tengo uno escrito -le dije-, y creo que le va a venir bien; pero quiero que le ponga una letra bien que no sea arrabalera ni campera; que sea una letra bien porteña...

-Y así fue; le dejé la partitura del tango y me fuí para Rosario de la Frontera, donde pasé un par de meses sin enterarme de lo que pasaba en Buenos Aires, sin leer diarios, en absoluto; únicamente le escribía a mi viejo amigo Miguel Bucino, que era mi secretario y hombre de confianza...Al llegar a la Capital, recién me enteré que el tango que le había dejado a Amadori para ponerle la letra, era ya un excepcional éxito, pues lo había estrenado Tania. Se titulaba "Madreselva" y es oportuno destacar que Amadori le había escrito una letra hermosa.

Efectivamente el estreno de Tania, discurrió entre rotundos aplausos el 28 de agosto de 1931, y ese mismo año lo grabó en la Columbia con la orquesta de Alberto Castellano, dejando de lado la tercera parte del tema original. El 2 de noviembre de 1931 lo registra el propio Canaro con el aporte vocal de Charlo. Y ese mismo día lo graba con Ada Falcón en el canto. Y también lo hace Carlos Gardel, en una serie de grabaciones que realizó con la orquesta de Canaro, en los altos del Cine Grand Splendid, el 27 de diciembre del mismo año.

Pero el gran espaldarazo le llegaría en 1938, cuando Amadori dirige la película del mismo nombre con la actuación estelar de Libertad Lamarque y Hugo del Carril en los papeles principales. El filme tiene guión del propio Amadori con colaboración de Ivo Pelay y se estrena el 5 de Octubre de 1938. La maravillosa interpretación de Libertad, del tango de Canaro y Amadori es el broche de oro que necesitaba esta incombustible página, reforzada con la repecusión de la película.

José María Otero en "Tangos al bardo". 

Veamos la interpretación en vivo de LIBERTAD LAMARQUE; después la de ROSANNA FALASCA en la película de 1971 "Arriba juventud". Ya en versiones solo de audio escuchemos las de su autor, FRANCISCO CANARO, acompañado de la voz magistral de CHARLO en 1931 y la del genial CARLOS ACUÑA.



Libertad Lamarque




Rosanna Falasca




Francisco Canaro y Charlo




Carlos Acuña

jueves, 11 de mayo de 2017

135 - GIUSEPPE EL ZAPATERO - (Carlos Gardel / Charlo y Francisco Canaro / Enrique Campos y Ricardo Tanturi)

GIUSEPPE EL ZAPATERO es un tango compuesto en 1930 y grabado por Carlos Gardel. Su letra, escrita por Guillermo del Ciancio (autor también de su música), refiere a un inmigrante italiano, Giuseppe, quien a partir de un enorme esfuerzo como zapatero logra que su hijo “estudie de doctor”. El tema es el ascenso social de los hijos de inmigrantes y, con ello, la salida de un mundo de pobreza, un tópico que se repite no sólo en el tango de los años ´10 y ´20, sino también en el sainete y, más tarde, en el cine.

Ahora bien, como en este tango, una de las características propias de los italianos es su fuerte inclinación al trabajo.

Desde luego que no eran los únicos pero, como argumentaba [el diario] La Patria, había dos formas de penetración de Europa en la Argentina: una, expoliadora, basada en el capital (y aquí el objetivo era los ingleses), y otra, civilizadora, basada en el trabajo. Es decir, la de los italianos. Este papel progresivo se hacía y se haría sentir sobre el gaucho (…) que en contacto con el inmigrante adquiriría “lábito del laboro, lo spiritu di risparmio e l´amore della famiglia”.

Trabajo, ahorro y familia. El italiano que habita el suelo se define y es identificado en el imaginario social de la época a partir de estos valores como regulativos de sus prácticas. Porque es en el trabajo donde se justifica y legitima su inmigración; es a partir de su esfuerzo y del ahorro que puede salir de la pobreza; la familia es una verdadera unidad productiva con roles definidos para el hombre, para la mujer y para los hijos.”Hacer la América” significaba entonces una mejor vida, es decir, crecimiento económico y ascenso social. Así lo hacen constar el testimonio de dos publicistas franceses en aquellos años:

Los italianos abordan el país sin pretensiones, como trabajadores; primero piden a la tierra o a un trabajo muy humilde sus primeros recursos, y al ahorro su primer capital… lo que los hace comerciantes.
Es Italia quien provee la gran masa de obreros de la construcción en Buenos Aires. Los peones, los obreros, vienen de Pulia y de Calabria; los albañiles y marmolistas del valle del Po (…) El italiano llega para ganar dinero a fuerza de trabajo, de constancia y de economía.

En la axiomática moral del tango el ideal que define la ética masculina es el trabajo. El modo en como lo afirma no es necesariamente directo sino que en general lo hace por contraste, a veces celebrando críticamente a quien no trabaja, otras advirtiendo sobre los riegos de pretender ascender socialmente a través del engaño o la simulación. El trabajo es signo de vida honesta, de acreditación en la estructura social. Y aunque las letras, en general, parecen subvertir este orden, el ideal del trabajo está afirmado de un modo categórico. Por esta razón es que el tango canción anuncia continuamente los riesgos a los que está expuesto este ideal del hombre (trabajador) en la vida cotidiana: el juego, el alcohol o la ambición desmedida son las tentaciones que lo desplazan de una normalidad requerida. El tango mismo es motivo de seducción y peligro para el hombre común. La posibilidad del ascenso social, para los sectores populares, únicamente es posible a partir del esfuerzo personal. Esa es la experiencia del tango Giuseppe el zapatero, la misma para otros italianos de su misma clase representados en novelas, sainetes y obras de teatro.[17] En el tango canción la pobreza no es sólo una condición de clase social sino una forma de identidad que se acredita moralmente a través del trabajo. Es este el signo de la honradez e integridad del hombre pobre. Por ello cualquier forma de ascenso social que esté por fuera de la lógica laboral es reprobada y vista como el producto de una aspiración desmedida.

A mediados de la década del cuarenta, los italianos eran apenas el 5 % de la población total. Los signos de su presencia en la cultura popular porteña se hacían manifiestos en “usos, costumbres, hábitos, gestos, formas de hablar (un castellano con cadencia italiana), una idea de familia y del rol de sus distintos miembros, una idea de Estado (o mejor una hostilidad o extrañamiento hacia él) o ciertos consumos (la comida es un buen ejemplo) (…)”. El peronismo, consecuente con el período histórico en el que surge, hizo del trabajador un sujeto político activo. En su discurso pueblo es sinónimo de trabajador. Entonces aquella identidad moral que el tango enunciaba para los sectores populares adquiere identidad política. La agremiación masiva, la importancia de los sindicatos durante el peronismo y la conquista de derechos laborales son signos de ello. Se celebra el día del día del trabajo, se elige a la reina del trabajo y se canta una marcha que reproduce los mismos valores enunciados en el tango.

La palabra que requiere el tango entre 1916 y 1955, la verdad que enuncia, es el síntoma de una nueva identidad de lo popular, una aurora balbuceante que se inicia con Hipólito Yrigoyen y que encuentra en el peronismo su modo masivo de legitimación política más intenso y decisivo. La raíz del trabajo en el imaginario colectivo derivado de la inmigración italiana, su importancia moral y política, se hace manifiesta en el concepto con el que el lunfardo refiere a él. El verbo “Laburar”, derivado del vocablo italiano lavoro, aparece en el tango y en el lenguaje cotidiano como una expresión que define una condición para el hombre decente. “Ser un laburante”, “vivir del laburo”, son enunciados que aún hoy anuncian la identidad moral de los sectores populares.

Les dejo tres extraordinarias versiones de audio, como lo son la de CARLOS GARDEL, la de CHARLO con la orquesta de FRANCISCO CANARO y la de ENRIQUE CAMPOS acompañado de la orquesta de RICARDO TANTURI, Disfrútenlas.



Carlos Gardel




Charlo y Francisco Canaro




Enrique Campos y Ricardo Tanturi





domingo, 16 de abril de 2017

110 - POMPAS DE JABÓN - (Carlos Gardel / Roberto Goyeneche / Charlo con Francisco Canaro)

Carlos Fradkin, escritor y analista paranaense, elaboró la siguiente reflexión sobre la letra del tango POMPAS DE JABÓN:

“Repasando las estrofas de este tangazo del genial Enrique Cadícamo, vemos que no descansa en sorprendernos (gratamente por supuesto) al recurrir a genuinas expresiones del decir popular de las primeras décadas del siglo XX, y que se manifestaban con el común uso del lunfardo y de otras fusiones con lenguas extranjeras.

En esta composición (año 1925), el autor recurre con natural inserción a: peringundines, mishé, papa, papusa, bacán, jarangón, mina, giles, morlacos, dique…y algún otro vocablo del mismo origen lingüístico. Pero precisamente, en la última línea de la primera estrofa, que textualmente dice, al final: …batís allon, surge la curiosidad por indagar no solamente en su significado sino en un sentido más amplio, quizás metafórico, en el contexto del verso que Cadícamo introduce en su escrito, para aludir así a una situación crucial de su relato poético. Batís, expresa decís, en este caso. Y allon, se deduce quiere decir (a modo de saludo, irónico tal vez): chau… me voy, si nos atenemos a que la joven bonita, en compañía de su camba (el bacán que la banca y la mima), al retirarse de una fiesta bulliciosa de la época, saluda a las demás milongueras para darse dique (importancia) y al mismo tiempo les estaría diciendo: miren con quién me voy, ustedes sigan… yo me voy, me tengo que ir…

Toda esta concepción de actitudes y sucesos, el aventajado autor de memorables obras, lo da a entender con este simple vocablo: allón, que por otra parte, Gardel hace un incomparable distingo de voz y parece que dice: haló (claro, media escondida la “n” final), pero que tendría una clara influencia directa del francés, idioma muy ligado con muchas de sus expresiones al habla rioplatense y que, como tales, quedaron incorporadas en la poética del tango. El tema comentado es una prueba irrefutable de ello.

A todo esto, cabe apreciar que el entonces joven autor de la música, Roberto Goyeneche (o Goyheneche, así aparece en algunas partituras), se mostraba preocupado por darle los acordes melodiosos que la poética insinuaba en la composición y que no significara problema para el cantor, de modo que el tono musical se conjugara con la letra y la interpretación. Pero Gardel, ya consustanciado con la temática de Cadícamo, no lo duda, y decidido a grabar el tema, en gira por España, lo haría finalmente en Barcelona, para el sello Odeón, acompañado por su guitarrista Guillermo Barbieri, con un nuevo sistema tecnológico, el electrónico, que aún no había llegado a Buenos Aires.

Tomado del canal de youtube de El Coleccionista les dejo la citada interpretación de CARLOS GARDEL, ya con sonido remasterizado. También les dejo una pincelada de un fragmento en vivo del autor de su música, el "polaco" ROBERTO GOYENECHE, para continuar con su interpretación completa, esta vez solo en audio, acompañado por Juanjo Domínguez. Cerramos las versiones de esta tango con una realizada en el años 1928 por CHARLO, acompañado por la orquesta de Francisco Canaro.


Carlos Gardel




Roberto Goyeneche (Fragmento en vivo)




Roberto Goyeneche y Juanjo Dominguez 




Charlo y Francisco Canaro