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martes, 9 de octubre de 2018

219 - FRUTA AMARGA - (Aníbal Troilo y Alberto Marino / Libertad Lamarque / Roberto Goyeneche / Lidia Borda y El Arranque)

Homero Manzi, a partir de “Viejo Ciego” en 1921, dio realce intelectual a las letras de sus tangos y al igual que otros autores utiliza la metáfora para construir la poesía. Es una manera figurada de decir lo mismo; es incorporar belleza y creatividad al andamiaje poético. Según el diccionario, la metáfora es un tropo que consiste en utilizar una palabra con el significado de otra al establecer una comparación tácita entre las realidades designadas por ambas, por semejanza o por compartir algún rasgo.
Inexplicablemente, grandes obras poéticas del insigne santiagueño no trascendieron en la medida que se merecían.
Analizando las letras de Manzi en alguno de estos tangos escasamente difundidos y que contengan metáforas encontramos uno cuyo título constituye ya de por sí una metáfora y cuya letra es un torbellino de ellas (se contabilizan al menos doce). El tango en cuestión se llama “FRUTA AMARGA” y dice en su segunda parte, refiriéndose al ser amado, luego de una relación trunca:

“Eras la luz del sol, y la canción feliz y la llovizna gris en mi ventana, eras remanso fiel y duende soñador, y jazminero en flor y eras mañana; suave murmullo, viento de loma, cálido arrullo de la paloma, ya no serás jamás aroma de rosal, frescor de manantial en mi destino, sólo serás la voz que me haga recordar que en un instante atroz te hice llorar”.

Este tango fue grabado por la orquesta de ANÍBAL TROILO con ALBERTO MARINO, LIBERTAD LAMARQUE con acompañamiento de la Orquesta de Alfredo Malerba, ROBERTO GOYENECHE con la Orquesta de Atilio Stampone, y posteriormente por la Orquesta El Arranque con la voz de LIDIA BORDA.
La de "Fruta Amarga" es considerada por tangueros reconocidos como una de las diez letras de tango más bellas de todas las épocas. Los parangones que lleva a cabo Manzi en el desarrollo de la poesía son de una belleza e inspiración notables.

De todos ellos escuchemos las respectivas versiones y ¡a disfrutar!


Aníbal Troilo y Alberto Marino




Libertad Lamarque




Roberto Goyeneche




Lidia Borda y Orquesta El Arranque




lunes, 8 de octubre de 2018

218 - SERÁ UNA NOCHE - (Lidia Borda / Luis Cardei / Roberto Goyeneche / Mercedes Simone)

Este tango forma parte de mis recuerdos íntimos y, a la vez, merece recordarse por algunas grabaciones que se han realizado del mismo, que realzan su belleza. Pertenece al periodista, poeta y director de medios periodísticos, Manuel Ferradás Campos y el pianista, director y compositor, José Tinelli.

Como en tantos otros temas, el protagonista principal es la noche. La cautivadora noche de Buenos Aires, en que parecen ocurrir todos estos milagros. Los que la vivimos a fondo, sabemos que realmente es así. Tiene algo de mágica, ese plan liberatorio donde se da libertad a los sueños, a las conductas reprimidas, a la fantasía de vivir. Y en esa realidad noctámbula ocurren cosas como la recuperación del amor perdido, los brillos de la aventura interminable.

Con Manolo Ferradás traté bastante porque era miembro de de APTRA que agrupa a los artistas de radio y televisión, y fue quien tuvo la idea de poner el nombre de Martín Fierro a las estatuillas que se entregan a los galardonados en la fiesta anual. Yo le cantaba siempre una estrofa de "Nieve", esa canción suya que hablaba de la Rusia invernal y que hizo historia en la voz de Agustín Magaldi, autor de la música, allá por 1936, y él se reía y me cargaba.

Ferradás, que supo incursionar en el periodismo deportivo, incluso, estaba casado nada menos que con Maruja Pacheco Huergo, la actriz, pianista y compositora. Y autora de la música de esa belleza inagotable que es "El adiós", el tango que compuso con Virgilio San Clemente. Es que algunas músicas se pueden escribir en el filo del riesgo y acaban dejando una larga y perpleja resonancia.

José Tinelli grabó SERÁ UNA NOCHE en 1942, cantando los versos Chola Bosch, su esposa. Buena versión, pero hay también otras que dejaron huella. El tango lo compusieron en 1935 y al año siguiente lo grabó Mercedes Simone y realizó toda una creación del mismo, secundada por un Trío. Realmente hermosa la hondura y calidez de su interpretación.

Otras creaciones de este tango fueron las de Oscar Ferrari con la orquesta de José Basso en 1951, la de Jorge Maciel con la orquesta de Osvaldo Pugliese en 1965, la de Roberto Maida con Francisco Canaro en 1936 y la versión genial que realizara el Polaco Goyeneche, grabada con la Orquesta Típica Porteña, dirigida por Raúl Garello.

Pero hoy quiero recrearme y compartir dos interpretaciones de Será una noche. La primera es la de LIDIA BORDA acompañada por Diego Schissi al piano. Intimista, cercana. Es importante saber escuchar lo que dicen estas voces al desnudase e indagar en los ingredientes. Maravilla de Lidia...

Y también traigo la de LUIS CARDEI, ese cantor de físico devastado por la hemofilia y la poliomielitis que supo empinarse sobre sus quebrantos, y decidió recrear los tangos que le oía cantar a su padre. Lo veía en la Cantina Arturito de mi barrio, años más tarde en el Club del vino y me dejaba un poso nostálgico y tierno en el alma. Lo acompañó siempre el fiel Antonio Pisano con su bandoneón. Qué manejo del fraseo y qué sabia la manera de contar el tema.

José María Otero en "Tangos al bardo".

A estas dos versiones que nos comparte Jose María Otero, quiero yo añadir otras dos de mi cosecha como lo son las ya antes citadas del "Polaco", ROBERTO GOYENECHE en su álbum "Farol" de 1981 y la de MERCEDES SIMONE de 1936, ambas sublimes.

Como siempre, disfrútenlo!


Lidia Borda




Luis Cardei




Roberto Goyeneche




Mercedes Simone






lunes, 1 de octubre de 2018

205 - CLAUDINETTE - (Mercedes Simone / Lidia Borda / Altertango)

El tango CLAUDINETTE fue escrito en 1942 con música de Enrique Delfino, por Julián Centeya.
Lúdico poeta y autor de bocetos de éxito, Julián Centeya se aventura aquí en el campo de la poesía romántica, con la noche parisina como telón de fondo. Durante décadas, la capital francesa ha jugado un papel importante en la mitología tanguera, que refleja la fascinación de los círculos cultos argentinos por París, su cultura, su elegancia y su savoir-vivre. Muchos son los artistas tangueros que visitaron esta ciudad durante la primera mitad del siglo XX, desde Enrique Villoldo hasta Lucio Demare, a través de Eduardo Arolas, Manuel Pizarro, Carlos Gardel, Pascual Contursi, Francisco Canaro, Roberto Fugazot, Lucio Demare y Enrique Cadicamo...
Estas experiencias vividas fueron el origen de una muy importante corpus poético. A veces estos recuerdos son felices: en Noches de Montmartre (1932) ,Carlos Lenzi evoca las noches de embriaguez y lujuria del Pigalle; o en A piojos, Gabriel Clausi expresa a principios de la década de 1920 la nostalgia movida por un amor parisino... Pero, en en la mayoría de los casos, estos tangos expresan desilusión con el sueño que los llevó a a la capital francesa: el gigolo desempleado de Araca Paris (Carlos Lenzi, 1930) se quejó amargamente de la dificultad de seducir a las duras mujeres francesas; la milonguita de Sos de Chiclina (Julio Navarrine, a principios de la década de 1930) , aterrizó desde Buenos Aires, no puede encontrar un benefactor parisino rico; el argentino de Anclao en París (Enrique Cadicamo, 1931), confrontado con el frío, la lluvia y la miseria, es consumido por la nostalgia de Buenos Aires. Otros personajes de tango incluso encuentran la muerte en París, como La Que murió en París (Blomberg, 1930) .En cuanto a los amores parisinos, son muy a menudo fugitivo y abortado, como lo evoca en sus memorias Enrique Cadicamo con un poco de costura París, se reunió cerca de las Galerías Lafayette.
Claudinette es parte de esta última veta, con su evocación de una chica de concierto de café, simple y tierna, pero tan rápidamente perdida como hallada. Sin embargo, es posterior a la mayoría de los tangos anteriores, compuestos en los años 1920 y 1930. Su estética es, por lo tanto, más una reminiscencia de las metáforas de Manzi y la destellos de un Exposito - contemporáneos de su creación - que el realismo ingenuo de los textos de los años 1920. Este tema ha sido interpretado por muchos cantantes (sobresale la versión realizada por Mercedes Simone) y hoy todavía se escucha a menudo en las milongas, especialmente en la versión de Héctor Mauré, acompañado por la orquesta de Juan d'Arienzo.

Fabrice Hatem

Les ofrezco tres interpretaciones de este tango. La primera, referida antes, de la inmortal MERCEDES SIMONE, en audio, para pasar a continuación con dos, en vivo. La de LIDIA BORDA, cantante que en 2005 y 2015 recibió el premio Diploma al Mérito de la Fundación Konex en el rubro «cantante femenina de tango» y la de ALTERTANGO, formación modernista, que fusiona el tango con el jazz, el blues y hasta incluso con el rock.

Mercedes Simone




Lidia Borda



Altertango