Como en cualquier música lo esencial es el sonido y las sutilezas que se obtienen de él. Y Francisco De Caro surgió artísticamente en aquella hornada de compositores que arrancaron tras la estela de Juan Carlos Cobián y Enrique Delfino en los albores de los años veinte. Ese tango de corte romanza en el que Delfino se identificaba con los músicos europeos que conoció durante sus estudios en el viejo continente, le abrió las puertas del tango a piezas como Sans Souci, Griseta, Belgique, que compondría en las orillas del Plata. Cobián sembraba el terreno con Mi refugio, Mujer, Almita herida. Divina, de Joaquín Mora, Mañanitas de Montmartre, de Demare entraban en el lote de páginas compuestas por músicos ilustrados que introdujeron en el tango, esa manera dulcemente lírica de componerlos.
Francisco De Caro ideó páginas de enorme belleza: Loca bohemia, Sueño azul, Mi diosa, Dos lunares, El bajel, Flores negras, por citar algunas de ellas. Una destreza técnica y estética llevada a un punto culminante, no sólo como compositor sino incluso por las ideas musicales que aportó desde el piano a la orquesta renovadora de Julio, el tratamiento contrapuntístico con relación al resto de instrumentos que y que fueron clave en la aventura iniciada por este último y que tanto influiría en el futuro del tango.
Todos los músicos posteriores reconocieron abiertamente los méritos de Francisco, que se mantuvo siempre alejado de los primeros planos y cediendo los laureles a Julio. Nada menos que Horacio Salgán lo reconoce abiertamente. "Francisco De Caro es la guía de todos, el adelantado que le otorgó al piano su ubicación definitiva en la orquesta".
Carlos Gardel, que fue amigo de Francisco y Julio, le grabó al primero, su tango en colaboración con José De Grandis: Mi diosa.
Bibelot, que remarcó su línea renovadora, lo compuso en 1934, y el título, como lo recuerda Philippe Vicente tiene su significado: "Un bibelot es una menudencia, una fruslería, una chuchería, a veces una baratija. Pero el Diccionario de la RAE que admitió la palabra francesa bibelot, es una "Figura pequeña de adorno". Presente en francés desde el siglo XV, la voz se formó con una repetición expresiva (bel-bel, doble apócope de beau:bello) incluida por la palabra del antiguo francés beubelet de mismo sentido".
José María Otero en "Tangos al bardo".
FRANCISCO LOMUTO con su cantor FERNANDO DÍAZ, logró un resultado muy rítmico del tango, grabándolo el 1 de junio de 1934. También les dejo esta grabación en vivo de este tango, realizada por Tangotrazo en la Academia Nacional del Tango el 4 de abril de 2016 e interpretada por RAÚL GARELLO SEXTETO.
Francisco Lomuto y Fernando Díaz
Raúl Garello Sexteto
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