Mucho llevo y más no quiero
ya completan mi equipaje,
un amor color de cielo
y un rencor color de sangre.
Equipaje lleva música del bandoneonista y director Héctor María Artola. La ideal para acompañar los versos de Carlos Bahr, que en sus tangos, milongas y valsecitos diera cauce a tanta creatividad poética. Sus empinados versos creados en un ayer del tiempo relucen y devienen en actualidad, porque no han perdido un ápice y mentienen el relumbre de lo esencial. Y esa manera romántica de expresarse.
Un sobrante de ternura
que no tuvo en quien quedarse,
y un dolor, que por constante
no me quiso abandonar.
En esta cuarteta inicial, el poeta ha plantado su bandera y nos conmueve. Sí, porque esas frases dicen mucho más de lo que pinta la apariencia. La poesía sirve para eso, para pegarse caprichosamente a nuestras vidas, y en muchos tangos llevamos nuestra piel adosada a ellos, debido a tantas experiencias, el hilo que las engarza y el fuego interior que nos consume. Bahr comienza a ver las cosas de nuevo, desde un punto de vista diferente, con su torrente de sensaciones. Y el fracaso del amor.
Ya es muy pesado para quien no tiene
ni un canto amigo que achique penas,
ni una sonrisa que la tarde espere
ni una esperanza de llegar de vuelta.
Sería más fácil caminar si en mi equipaje
llevara un resto de ilusión, un sueño,
pero tus manos, sin piedad rompieron
todos los sueños de mi corazón.
Me contaba Carlos Bahr que sus tangos contenían experiencias propias y de gente que le contaba sus peripecias. Las absorbía, en este último caso y las "vivía" en el papel, al que trasladaba la fatalidad de lo cotidiano. La representación de la vida y sus evanescentes retornos. Y así nos dejaría una obra muy importante que almacena la memoria y nos acompaña desde el disco, aunque sólo haya cursado la enseñanza primaria. Verdaderas pinturas que llenaron toda una época del tango y hoy se revalorizan, pese a que, curiosamente, nunca pudo vivir de su obra autoral, que es impresionante.
Antes de incorporar este tango de Bahr y Artola a su repertorio, Aníbal Troilo ya había llevado al disco nada menos que siete tangos del poeta nacido en la Boca: Sencillo y compadre, No te apures Carablanca, Corazón no le hagas caso, Tango y copas, Sosiego en la noche, Cada día te extraño más y Me están sobrando las penas. Todos temazos que no pierden vigencia y que estarían en los atriles de orquestas y cantantes varios.
Equipaje fue el octavo y para mí es un referente claro y vital de su obra.
José María Otero en "Tangos al bardo".
Vamos a escuchar ahora este tango, en primer lugar, cantado por FLOREAL RUIZ con toda su clase y su maravilloso fraseo, en una grabación realizada con la orquesta de Pichuco, ANÍBAL TROILO, el 27 de marzo de 1945. Tras esta versión podremos disfrutar de la de RODOLFO BIAGI y JORGE ORTIZ para terminar escuchando la que realizara ARGENTINO LEDESMA.
Aníbal Troilo y Floreal Ruiz
Rodolfo Biagi y Jorge Ortiz
Argentino Ledesma
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