La letra alude al oficio que existía en las ciudades como Buenos Aires o Montevideo, cuando todavía había calles sin asfaltar y el cuarteador era hábil para desatascar con la ayuda de sus caballos a los carros que estaban atrapados en el barro o que no lograban subir una barranca por las calles empinadas. El nombre cuarteador se debe a que la tarea se hacía con el lazo auxiliar que se llamaba cuarta aludiendo a las cuatro partes en que inicialmente se lo doblaba para darle más resistencia. Se usaba el verbo cuartear para indicar la acción de ayudar con la cuarta y, por extensión, la de prestar cualquier tipo de ayuda. El Uruguay emitió un sello postal dedicado a este oficio.
La letra comienza:
Yo soy Prudencio Navarro,
el cuarteador de Barracas.
Tengo un pingo que en el barro
cualquier carro
tira y saca.
Enrique Cadícamo contó en sus Memorias que había comprado un minipiano "Carlit" para ayudarse en la composición de temas y que cuando se le ocurrió probar a escribir letras y adaptarles él mismo la música y que la primera de sus obras de esa serie fue El cuarteador, que firmó como Rosendo Luna. En una de las visitas que le hizo Troilo se lo hizo escuchar, lo entusiasmó y días después lo estrenó en Radio El Mundo y en el cabaré Tibidabo en la voz de Fiorentino con gran éxito.
Les dejo las dos versiones anteriormente citadas de FRANCISCO FIORENTINO con la orquesta de ANÍBAL TROILO Y la de ANGEL VARGAS con la de ANGEL D'AGOSTINO. A ellas le sumo otra que, a mi parecer, también es excepcional, la de ROBERTO MALESTAR acompañado por la orquesta del gran FRANCISCO CANARO.
Anibal Troilo y Francisco Fiorentino
Ángel Vargas y Ángel D'Agostino
Roberto Malestar y Francisco Canaro
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