Lo grabó Carlos Gardel en cuatro oportunidades, siempre con las guitarras de Ricardo y Barbieri:
- en Buenos Aires, para el sistema acústico de la Odeón, en 1926.
- en Barcelona, ya con micrófono, el 17 de diciembre de 1927.
- en Buenos Aires, en matriz del 26 de junio de 1928.
- en Buenos Aires, en matriz del 6 de julio de 1928.
Ignacio Corsini lo había grabado, también para la Odeón, en 1926. No se sabe la fecha exacta, aunque a juzgar por la numeración de las matrices lo había hecho antes que Gardel.
Este es uno de los tangos que más me conmueven, de claro contenido dramático tras el tono festivo, ya que, de alguna manera, pone en evidencia el juego de seducción, la danza plena de avances y retrocesos que supone la comedia humana cuando de amores se trata (hoy lo llaman histeriqueo)
Así, en el desfile interminable de situaciones ambiguas que supone el corso que de alguna manera es la vida, se suceden personajes como la dama de organdí; la Colombina que exhibe en sus ojos las huellas del fuego pasional que arde en su corazón; la Marquesa que por un momento desciende al nivel del pueblo y muestra, un tanto obscena, riendo a carcajadas, unos labios con un carmín tan fuerte que tan sólo puede provenir del rostro de un payaso. Mañana volverá al boato, al protocolo, y una vez más será inaccesible para “los mortales”, hasta las próximas carnestolendas. Me hace recordar a la canción de Serrat: “vamos subiendo la cuesta, que arriba mi calle se viste de fiesta... Se acabó, el sol nos dice que llegó el final, por un momento se olvidó, que cada uno es cada cual”
Y el solitario, que en medio del descontrol, cree descubrir entre el gentío, al amor de su vida, que una vez más se perderá, inexorablemente, entre la multitud... Cuando por fin pasen los festejos, la historia volverá a repetirse, y cada vez el amor pasará, con distintos disfraces, frente a sus ojos ansiosos... Nada es lo que parece ser... el Carnaval no es sino una versión exagerada y rumbosa de la Vida... Es por esto que en el final del estribillo, el protagonista ruega:
No finjas más la voz, abajo el antifaz,
sus ojos por el corso van buscando mi ansiedad...
Descúbrete, por fin; tu risa me hace mal...
¡detrás de tus desvíos todo el año es Carnaval!
Por Angel Mario en el foro "Tangueros".
Les ofrezco, en primer lugar la interpretación grabada en vídeo por JUAN CARLOS GRANELLI, para continuar con la 2ª versión de audio de CARLOS GARDEL en 1927 y acabar con la de la joven, ya realidad, FRANCIS ANDREU.
Juan Carlos Granelli
Carlos Gardel
Francis Andreu
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