¿Cuántos tangos hermosos podíamos habernos perdido si en 1934, no se hubiesen conocido José María Contursi y Susana Gricel Viganó? Él era entonces un apolíneo locutor de Radio Stentor y ella una muchachita que venía de Guaminí con las hermanas Omar para escucharlas a éstas en dicha radio porteña. Catunga, como se lo conocía a Contursi en el ambiente, hijo del legendario inventor del tango-canción: Pascual Contursi, tenía 23 años y la hermosa muchachita apenas 14.
La historia es muy conocida: Se enamoraron perdidamente, se vieron, se escribieron, pero él terminaría casado con su novia porteña y ella radicada en Córdoba, con sus padres, también se casaría con un vecino de la localidad. La lejanía, el romance interrumpido por el destino, dio lugar a más de treinta composiciones escritas por José María, que llevan música de reconocidos compositores y que abrieron fuego con el tango que lleva el nombre familiar de la amada inolvidable: Gricel. Le pondría música Mariano Mores en 1942 y sobre esas notas el Catunga dechava su tremendo y frustrado metejón.
Entre idas y venidas, viajes y mensajes entrañables, va surgiendo una pátina de tangos que enriquecen las hermosas décadas del cuarenta al sesenta. He hablado varias veces de esa fragua de títulos que permanecen firmes en el gusto popular por tratarse de algo tan común como el amor imposible, y la belleza de los temas poéticos acompañados por una música del mismo calibre. Que sería de Mores, Troilo, Mora, Dames, Ciriaco Ortiz, José Tinelli, Antonio Rodio, Pontier, Laurenz, Francini, Stamponi, Caló, Scorticati, Brameri, Sebastián Lombardo, Fresedo, Soifer, Julio De Caro, Charlo, Mario Canaro, Francisco Lomuto, Pascual Storti, Andrés Falgás, Juan Carlos Howard, Ángel D'Agostino, Alfredo Attadía, Carlos Di Sarli.... y la lista sigue.
Todos estos personajes del tango vivieron, aunque fuese indirectamente, el tormento del Catunga Contursi por su alejamiento de la hermosa Grisel. Aunque finalmente, tras la muerte de la esposa del poeta, la separación de la rubia, afincada en Córdoba, y la mediación de Ciriaco Ortiz, el amor renace de sus cenizas aún calientes y los protagonistas de tantos tangos imperecederos se casarán por la Iglesia en la localidad cordobesa de Capilla del Monte. Ella había ido a buscarlo a Buenos Aires, aconsejada por Ciriaco. José María tenía 56 años y Gricel, la de las letras de tango: 47.
Los versos desgarrados del Catunga hallaron justo encaje en la música que le sirvió Mores en este tango que aquí vamos a ver interpretado por MERCEDES SOSA en el programa de TV, Telemanías, no pudiendo faltar también la genial interpretación que hiciera el "Polaco" ROBERTO GOYENECHE en el Teatro Opera. . También les quiero dejar la genial interpretación de ALBERTO MARINO, en una actuación por la que damos las gracias a "El Tangazo" de El Tango Club.
Mi agradecimiento a José María Otero de "Tangos al bardo".
Mercedes Sosa
Roberto Goyeneche
Alberto Marino
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