“Yira... yira...” nació en la calle. Me la inspiraron las calles de Buenos Aires, el hombre de Buenos Aires, la rabia de Buenos Aires... La soledad internacional del hombre frente a sus problemas...
Yo viví la letra de esa canción. Más de una vez. La padecí, mejor dicho, más de una vez. Pero nunca tanto como en la época en que la escribí. Hay un hambre que es tan grande como el hambre del pan. Y es el hambre de la injusticia, de la incomprensión. Y la producen siempre las grandes ciudades donde uno lucha, solo, entre millones de hombres indiferentes al dolor que uno grita y ellos no oyen. Londres gris, Nueva York gris, Buenos Aires..., todas deben ser iguales... Y no por crueldad preconcebida sino porque en el fárrago ruidoso de su destino gigante, los hombres de las grandes ciudades no pueden detenerse para atender las lágrimas de un desengaño. Las ciudades grandes no tienen tiempo para mirar el cielo... El hombre de las ciudades se hace cruel. Caza mariposas de chico. De grande, no. Las pisa... No las ve... No lo conmueven...
Yo no escribí “Yira... yira...” con la mano. La padecí con el cuerpo. Quizás hoy no la hubiera escrito porque los golpes y los años serenan. Pero entonces tenía veinte años menos y mil esperanzas más. Tenía un contrato importante con una casa filmadora que equivocadamente se empeñaba en hacerme hacer cosas que me desagradaban como artista... Como hombre digno. Y me jugué. Rompí el contrato y me quedé en la calle. En la más honda de las pobrezas y en la más honrada soledad...
“Yira... yira...” fue una canción de la calle, nacida en la calle cuando le mordía el talón a los pasos de los hombres.
Grité el dolor de muchos, no porque el dolor de los demás me haga feliz, sino porque de esa manera estoy más cerca de ellos. Y traduzco ese silencio de angustia que adivino. Usé un lenguaje poco académico porque los pueblos son siempre anteriores a las academias. Los pueblos claman, gritan, ríen y lloran sin moldes. Y una canción popular debe ser siempre el problema de uno padecido por muchos...
Les dejo las versiones de dos de los más granders... CARLOS GARDEL y CARLOS ACUÑA.
Carlos Gardel
Carlos Acuña
No hay comentarios:
Publicar un comentario